Las semanas pasaron y Felix comenzó a adaptarse a su nueva vida en Seúl. La rutina de la universidad se hizo más llevadera, y pronto empezó a hacer nuevos amigos. Sin embargo, no podía dejar de pensar en Hyunjin. A pesar de que pasaban tiempo juntos, había algo sobre él que siempre parecía estar fuera de su alcance.
Un día, mientras almorzaba con un grupo de compañeros de clase, la conversación se desvió hacia Hyunjin.
Changbin:¿Has conocido a Hyunjin, verdad? -preguntó.
Felix: Sí, hemos hablado un par de veces. Parece un buen tipo.
Los otros intercambiaron miradas incómodas.
Changbin: Cuidado con Hyunjin. Es raro... Nadie sabe realmente quién es.
Felix frunció el ceño, confundido.
Felix:¿Por qué dicen eso?
Changbin: Hay muchos rumores sobre él. Algunos dice que está involucrado en cosas turbias, otros que su familia tiene conexiones peligrosas. No lo sé, simplemente... hay algo en él que no me cuadra. Mantén tus distancias, Felix.
Felix sintió una punzada de inquietud en su estómago. Sabía que no debía dejarse llevar por rumores, pero no podís ignorar lo que había escuchado. Aun así, su curiosidad por Hyunjin solo aumentó. Quería saber más, descubrir quién era realmente, y por qué todos parecías tan reacios a acercarse a él.
Esa noche, mientras intentaba dormir, las palabras de su amigo resonaban en su mente. ¿Era Hyunjin realmente tan misterioso y peligroso como decían? O, tal vez, solo estaba malentendido. La sospecha lo mantuvo despierto, pero también decidió que no dejaría que los rumores lo alejaran. Tenía que conocer la verdad por sí mismo.
