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⊱|7|⊰

Damon se abrochó la camisa negra con cuidado frente al espejo, asegurándose de que cada botón estuviera perfectamente alineado.

Las luces del baño brillaban sobre su cabello oscuro, peinado hacia atrás con precisión.

La fiesta en la que había sido invitado era importante, y quería asegurarse de estar impecable. Liam lo esperaba, y Damon estaba decidido a que todo saliera bien esa noche.

Al salir de su casa, Damon se quedó en la puerta, echando un vistazo a la calle desierta.

La noche estaba en calma, sólo interrumpida por el sonido distante de un perro ladrando y el crujido de las hojas bajo sus zapatos. Jarvis debía llegar en cualquier momento, y Damon sintió una pequeña ola de impaciencia.

Encendió un cigarrillo, tomando una bocanada lenta mientras sus ojos recorrían la calle vacía.

Finalmente, los faros del coche de Jarvis aparecieron en la distancia.

Damon dejó escapar un suspiro de alivio al ver el vehículo acercarse, pero su alivio se convirtió en irritación al notar la abolladura en la puerta de su coche cuando este se detuvo frente a él.

El lado derecho del coche tenía una gran marca que no estaba allí la última vez que lo vió.

"¿Qué demonios es esto, Jarvis?" espetó Damon mientras se inclinaba hacia la ventana del conductor.

Jarvis, un tipo con una actitud despreocupada, simplemente se encogió de hombros, como si la abolladura no fuera gran cosa.

"Ah, eso..." dijo, sonriendo de manera despreocupada. "Un pequeño incidente en el estacionamiento, nada grave..."

Damon sintió que la rabia empezaba a hervir en su interior.

"¿Un pequeño incidente? ¡Se supone que ibas a cuidar mi coche, Jarvis! ¿Cómo se supone que voy a llegar a la fiesta en un coche que parece haber sido golpeado por un camión?"

Jarvis soltó una carcajada, restando importancia al asunto.

"Vamos, Damon, relájate. Nadie va a notar la abolladura en medio de la oscuridad. Sólo estamos yendo a una fiesta, no a una exposición de autos"

Damon lo miró con incredulidad y negó con la cabeza antes de abrir la puerta trasera, y entrar al coche, cerrándola de un portazo que hizo eco en la noche.

"Sólo... lleva el coche a arreglarlo, ¿De acuerdo? Esta mierda la pagas y la arreglas tú" murmuró mientras Jarvis ponía el coche en marcha.

"Sí, sí, lo que digas, jefe" respondió Jarvis, aún sonriendo.

⊱╼╼╾╼╼╾╾⊰∇⊱╼╼╾╾╼╾╾⊰

El trayecto hacia la fiesta fue incómodo, con Damon mirando por la ventana, tratando de calmarse antes de encontrarse con Liam.

Cuando finalmente llegaron, la música ya resonaba desde dentro de la casa.

Damon se bajó del coche, arreglando los puños de su camisa antes de entrar.

Apenas cruzó la puerta, lo recibió una ráfaga de música, risas y el olor a alcohol.

Liam estaba al fondo del salón, con una expresión que oscilaba entre la irritación y la diversión. A su lado, una chica parecía incómoda, claramente siendo víctima de algún comentario mordaz de Liam.