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Después de hacer el amor, la habitación estaba llena de una calidez apacible. Damon y Liam estaban tumbados en la cama, las sábanas desordenadas alrededor de sus cuerpos desnudos.

El sudor de sus pieles aún relucía a la luz tenue que entraba por la ventana, y el silencio, roto por sus respiraciones agitadas, empezaba a llenarse de una conversación pausada y cercana.

Damon giró la cabeza hacia Liam y lo miró con una sonrisa suave.

"Nunca te había escuchado decir cosas tan sucias antes. Fue... interesante" comentó, su voz cargada de una mezcla de picardía y sorpresa.

Liam se rió, un sonido bajo y divertido, antes de levantarse de la cama con un ligero temblor en las piernas, como si sus músculos aún recordaran la intensidad de lo que acababa de suceder.

Se inclinó hacia un lado de la habitación para recoger una sábana que se había caído al suelo, envolviéndola alrededor de su cintura como si fuera una toalla improvisada.

"¿Qué estás haciendo?" preguntó Damon, levantando una ceja mientras lo observaba desde la cama.

Aún podía sentir el agotamiento en sus huesos, pero la energía juguetona de Liam lo desconcertaba.

Liam, con una sonrisa descarada, giró para mirarlo.

"Quiero una segunda ronda..." dijo con descaro, su tono de voz mezclando desafío y diversión.

Damon dejó escapar una risa débil y sacudió la cabeza, echándose hacia atrás en la cama.

"Me temo que ya estoy derrotado. Lo podemos dejar para después... ¿Te parece?"

Aún sentía la pesadez en sus músculos, y su cuerpo le pedía una pausa.

Pero Liam negó con la cabeza rápidamente, sin dejar que Damon tuviera la última palabra.

"No, no..." replicó mientras caminaba hacia la puerta. "Tengo otra idea. Voy a buscar los dos DVD de Linkin Park que compraste hace un tiempo. Dijiste que nunca los habíamos escuchado, ¿No?"

Y sin esperar su respuesta, salió de la habitación, dejando a Damon allí, solo.

Éste suspiró, sabiendo que no iba a convencer a Liam de cambiar de opinión.

Mientras esperaba, se permitió unos momentos de descanso, los recuerdos de su relación con la música de Linkin Park asaltando su mente.

Siempre había sido algo muy privado para él, algo que prefería escuchar en soledad o mientras conducía para recoger a Liam del trabajo. Esa música tenía una carga emocional que, hasta ahora, no había compartido con nadie. Era casi como si las letras hablaran directamente de su vida, de sus sentimientos más profundos y ocultos.

Minutos después, la figura de Liam volvió a aparecer en la puerta, con una sonrisa ancha en el rostro.

En sus manos llevaba los dos discos, balanceándolos como si fueran trofeos.

"¡Mira lo que encontré!" dijo, sin ocultar su entusiasmo.

Con un movimiento rápido, dejó caer la sábana que llevaba envuelta, dejando su cuerpo desnudo a la vista de Damon.

Este no pudo evitar que sus ojos recorrieran el cuerpo de Liam, deteniéndose un momento en su trasero mientras caminaba hacia el reproductor de música.

"¿Por qué nunca me enseñaste estas canciones?" preguntó Liam, sin darse cuenta de la atención que estaba recibiendo.

Se inclinó hacia el equipo de música, insertando uno de los discos.

ᡃ§ɧαʈʈeɽeᶑᡃ •°ᵈⁱᵃᵐ°• ⁅𝟭⃪𝗿⃪𝗮⃪ 𝗧⃪𝗘⃪𝗠⃪𝗣⃪𝗢⃪𝗥⃪𝗔⃪𝗗⃪𝗔⃪⁆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora