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Nochebuena había llegado, y Damon no podía estar más emocionado. Desde temprano en la mañana, él y Liam se habían dedicado a preparar los últimos detalles para la celebración de Navidad.

La casa olía a especias, a guisos que habían estado cocinándose lentamente, y a pino fresco del árbol que habían decorado juntos días antes. Cada rincón brillaba con luces y decoraciones, pero lo que más brillaba era la expectativa en los ojos de Damon.

Mientras movía las papas en el horno, Damon pensaba en los regalos que había elegido para Liam. Había pasado semanas buscando las cosas perfectas, imaginando la expresión en el rostro de Liam cuando los abriera. Sabía que Liam no esperaba mucho más que su compañía y un par de cosas simples, pero Damon había querido ir más allá este año, hacerle sentir lo especial que era para él.

En el fondo de la sala, la televisión mostraba la cuenta regresiva hasta la medianoche, marcando cada minuto que pasaba con un suspenso casi tangible.

Sobre el estéreo, la música que Liam había elegido, una mezcla entre pop y rock de los años noventa, sonaba suavemente, creando una atmósfera nostálgica pero animada.

De repente, sintió un tirón en su mano. Se giró y vio a Liam sonriéndole con esa expresión traviesa que lo hacía sentir como si volvieran a ser adolescentes.

Sin decir una palabra, Liam lo atrajo hacia el centro de la sala y, antes de que Damon pudiera resistirse, comenzó a moverse al ritmo de la música.

"No tienes escapatoria" le susurró Liam al oído, riendo.

Damon no pudo evitar sonreír también, dejándose llevar por la alegría del momento.

No era un gran bailarín, pero con Liam todo parecía natural, como si siempre hubiera sabido exactamente qué hacer.

Giraron por la sala, riendo y tropezando un poco, pero sin dejar de moverse. Damon observaba cómo los ojos de Liam brillaban, un poco por la música, un poco por la emoción de la noche, y tal vez un poco por el vino que habían estado compartiendo.

Era una visión que jamás se cansaría de ver: Liam, feliz y despreocupado, siendo él mismo.

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Faltaba apenas una hora para que Nochebuena llegara, y la cena que Liam y Damon habían preparado juntos ya había sido devorada. El aroma a pavo y salsa todavía llenaba el ambiente, mezclado con el dulce toque de las galletas navideñas que esperaban en la cocina.

Los dos estaban sentados en el sofá, la luz del árbol de Navidad parpadeaba suavemente, creando un ambiente acogedor y cálido, pero la calma no duraría mucho.

Liam, con su habitual aire despreocupado y siempre buscando algo para animar el momento, decidió que la mejor manera de pasar el tiempo hasta la medianoche era con un juego de borrachera. Se levantó del sofá tambaleándose un poco, riendo consigo mismo por la idea.

"Hagamos esto interesante" dijo con una sonrisa pícara, mientras sacaba una botella de vodka de un estante. "No podemos simplemente esperar como si fuéramos unos aburridos"

Damon, que aún estaba relajado en el sofá con una expresión adormilada y un vaso de vino tinto en la mano, levantó una ceja.

Sabía bien lo que implicaba cuando Liam decidía jugar con alcohol. Pero, por otro lado, era Nochebuena y se merecían una celebración a su estilo.

Asintió lentamente, dejándose llevar por el entusiasmo de Liam.

"Bien, pero no quiero terminar vomitando en Navidad..." respondió Damon, riendo suavemente.

ᡃ§ɧαʈʈeɽeᶑᡃ •°ᵈⁱᵃᵐ°• ⁅𝟭⃪𝗿⃪𝗮⃪ 𝗧⃪𝗘⃪𝗠⃪𝗣⃪𝗢⃪𝗥⃪𝗔⃪𝗗⃪𝗔⃪⁆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora