capituló 13

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Lo primero que hizo Tobio al llegar a casa fue tomar dos cápsulas dosis C a la vez y llamar a Hinata. No había tenido tiempo desde la investigación, pero algunas cosas necesitaban resolverse, y su nombre había aparecido con demasiada frecuencia en las palabras de Oikawa como para que él no hubiera jugado un papel en su conflicto.

-¿Hola, Kageyama?

Su voz era enérgica como siempre, pero teñida de preocupación. Probablemente porque era muy raro que fuera Tobio quien tomara la iniciativa de llamarlo.

-Hola, Hinata, dijo lentamente. Cómo estás ?

-Cómo estás. Terminé mi semana de entrenamiento esta tarde, iba a hacer un Skype con Heitor. Y tú ? ¿Cómo te sientes?

Tobio se recostó medio en el sofá, aprovechando la ausencia de Ushijima para ponerse cómodo. Puso a Hinata en altavoz y colocó el dispositivo sobre su pecho, cruzando los brazos detrás de su cabeza.

-Cansado, respondió. El lunes retomo los entrenamientos con los fisioterapeutas.

-Está bien, respondió Shouyou.

El silencio regresó y Tobio no sabía cómo empezar el resto. Hinata esperó tres largos segundos en blanco, luego corrió hacia adelante como de costumbre – y Kageyama estaba agradecido, por una vez:

-¿Me llamabas para algo especial?

-Sí. Hinata, ¿recuerdas en la ambulancia cuando te dije que hablaríamos más tarde?

-Sí, claro.

-Me gustaría volver a hablar de ello ahora.

Respiró hondo para darse coraje. Hablar de Oikawa después de la escena de la mañana lo horrorizó. Debatir sobre el vínculo sabiendo para qué se había utilizado lo enfermaba. Pero Hinata debió haber dicho cosas, y Tobio necesitaba saber qué para entender exactamente cómo él y su alma gemela habían llegado a este punto. Oikawa lo había mencionado varias veces, y cada vez para cuestionar su relación con Romero.

-Está bien, dijo Hinata. ¿Has visto a Oikawa-san desde el asunto?

-Sí.

Tobio tragó. Sólo lo había vuelto a ver dos veces, pero cada vez había sido intenso, y había preferido guardarse lo que le habían dicho, no insistir en el tema, ni siquiera con Nicolas.

Pero Hinata era su mejor amiga. Si no podía confiar en ella, entonces era bueno empezar a aislarse de nuevo.

-Lo vi en el especialista en almas gemelas. Teníamos que ver qué estábamos haciendo en relación al enlace. Quería deshacerme de él y él no estaba muy... entusiasmado con la idea. Así que tuvimos que hablar de ello y dijo algo que me hizo vibrar un poco.

-Todo lo que dice te hace estremecer.

-Puede haber una razón, replicó Tobio en un tono más seco. Hinata, ¿le has dicho algo a Oikawa sobre Nico y yo? Tú fuiste quien le dijo que era platónico, ¿verdad?

Hinata dejó escapar un leve sonido de acuerdo y luego confirmó:

-Sí. Ambos tuvimos la oportunidad de hablar un poco en privado. Sabes, tengo que decirte que claramente estaba teniendo un ataque de celos por Nico. Oikawa siempre fue... dramático, pero esto era francamente ridículo. Lo asé inmediatamente. Y me lo admitió.

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