Mob Psycho 100 Collection

14: Good Morning

Autor: asphyxeno

Pareja: Serizawa x Reigen

Palabras: 2352

Advertencias: Smut

Original: https://archiveofourown.org/works/11408109

Resumen
Detrás de él, Reigen podía sentir un pecho ancho con pelo grueso apretado contra su espalda. Dos brazos, también cubiertos de ese mismo vello oscuro, le rodeaban, el izquierdo envolviendo su pecho de forma protectora y el derecho sirviendo de almohada a Reigen, estirado frente a él. A pesar de lo musculoso que era, el cuerpo de Serizawa era sorprendentemente suave y resultaba muy cómodo para acurrucarse.

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Reigen aún no se había acostumbrado a dormir con un compañero, y pensó que eso debía de ser la causa de que estuviera despierto a las cinco de la mañana.

El sol apenas se alzaba sobre el horizonte y los pájaros gorjeaban desde los tensos cables eléctricos, informándole de lo temprano que era. Una brisa fresca y refrescante entraba por la ventana abierta de su apartamento, en contraste con el calor abrasador que hacía últimamente. Parecía que el calor finalmente había retrocedido en favor de un aire más fresco, y Reigen se alegró de ello teniendo en cuenta el calor corporal añadido.

Detrás de él, Reigen podía sentir un pecho ancho con pelo grueso apretado contra su espalda. Dos brazos, también cubiertos de ese mismo vello oscuro, le rodeaban, el izquierdo envolviendo su pecho de forma protectora y el derecho sirviendo de almohada a Reigen, estirado frente a él. A pesar de lo musculoso que era, el cuerpo de Serizawa era sorprendentemente suave y resultaba muy cómodo para acurrucarse.

Todavía aturdido por el sueño, Reigen sonrió mientras pensaba en los acontecimientos de la noche anterior. Aún podía sentir los labios y los dientes de Serizawa sobre su piel, sentir el sudor que corría por su espalda cuando le dio a Reigen todo lo que tenía para ofrecerle, y Reigen lo aceptó con avidez. Todavía podía sentir esa parte de la noche. Así que ahora estaban compartiendo la cama de Reigen, desnudos y acurrucados a la mañana siguiente.

Anoche había sido la primera vez que Serizawa se quedaba a dormir. Siempre se había mostrado receloso, por una razón u otra, e incluso ahora Reigen nunca conseguía precisar exactamente por qué siempre se negaba. Pero algo le había hecho cambiar de opinión y ahora Reigen apenas podía contener la alegría que sentía al despertarse y encontrarlo no sólo todavía allí, sino prácticamente pegado a su espalda. No se había sentido tan feliz desde que Serizawa había aceptado aquella primera cita. Reigen entrelazó sus dedos y frotó su pulgar contra la piel callosa. Se habían dormido cogidos de la mano e incluso ahora, ambos se habían negado a separarse durante las pocas horas que habían estado dormidos.

Una parte de él no quería abandonar nunca el irresistible agarre que Serizawa ejercía sobre él, pero otra parte más fuerte quería que esta primera noche juntos fuera una experiencia positiva. Reigen quería que Serizawa la recordara con cariño, y por eso, tratando ya de pensar en qué preparar para un desayuno memorable, se dispuso a abandonar la cama sin molestar a su compañero. Entonces esos dos fuertes brazos alrededor de su cintura lo atrajeron más cerca, y todos los pensamientos de traerle el desayuno en la cama fueron abandonados.

"Te has levantado temprano", dijo Serizawa, definitivamente más coherente de lo que Reigen se sentía. Ya se había despertado.

Reigen se llevó una de las manos de Serizawa a la cara, apretándola contra su mejilla. "No sabía que fueras una persona madrugadora", dijo Reigen, con voz gruesa y cargada de sueño.

"No lo soy", explicó Serizawa. "Pero me despierto mucho cuando paso la noche en sitios nuevos".

Reigen bostezó. "¿Quieres volver a dormir?".