Mob Psycho 100 Collection

18: Caesura

Autor: flecksofpoppy

Pareja: Serizawa x Reigen

Palabras: 3528

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/13211421

Resumen
A pesar de lo mucho que Reigen habla y lo mucho que Serizawa escucha, es plenamente consciente de que Reigen a menudo no tiene ni idea de qué decir.

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El primer beso de Serizawa es con uno de sus compañeros de clase.

Es inesperado, pero agradable. Ocurre durante un grupo de estudio en el que acaban separándose por parejas.

El chico retrocede bruscamente después de rozar ligeramente los labios de Serizawa, con cara de horror y ya disculpándose, hasta que Serizawa simplemente sonríe y le devuelve el beso. Se siente bien y está encantado de que alguien realmente quiera besarle, alguien que parece agradable y que él encuentra atractivo en la medida en que él define la atracción.

Se besan durante un rato detrás de una estantería, y el chico se pone un poco manoseador, se sonroja y se disculpa mientras desliza tímidamente sus dedos por debajo de la camisa de Serizawa.

Serizawa también se sonroja, pero murmura que está bien, que le gusta, aunque finalmente se calman cuando pasa un bibliotecario con mirada suspicaz y fingen estar leyendo un libro muy grueso en un idioma que ninguno de los dos habla.

Se dan las buenas noches. Al día siguiente, Serizawa le envía un mensaje de texto preguntándole si quiere salir con él.

Salen, la conversación es muy rebuscada y se dan un beso de buenas noches con algunas caricias que Serizawa disfruta.

Así aprende que besar y hablar no son atracciones mutuamente excluyentes.

La siguiente vez que besa a alguien, es en un bar. Va con dos amigos de la escuela nocturna, ya que no "sale" mucho. Pero como la idea es exactamente lo que siempre ha querido hacer -socializar como lo hace la gente normal-, acepta, al menos para intentarlo.

Se emborracha un poco sin querer, y registra que probablemente debería haber aprendido la lección viendo beber a Reigen las pocas veces que han salido a un bar después del trabajo.

Le besa alguien cuyo nombre no recuerda y acaban en el oscuro pasillo que lleva a los baños. Tiene dos manos por todo el cuerpo, que le rodean la cintura y descienden, rápidas y deseantes.

Una parte de él también quiere. Serizawa cree que le gustaría el sexo si alguna vez se le diera la oportunidad, pero también es lo bastante mayor como para saber lo que le atrae y lo que no, y casi de inmediato sabe que esto no es para él.

Dice que no, y se aparta sin problemas.

Más tarde se entera de que a la gente le gusta este tipo de cosas. En teoría, puede ver la emoción -incluso ha leído novelas con momentos así, tan comunes que son casi un cliché-, pero a la larga se deja llevar por su instinto.

Decide que besarse es algo que preferiría hacer con alguien a quien conozca de verdad, aunque todavía no está seguro de si lo de hablar importa.

Una de sus personas favoritas para hablar es Reigen; o al menos, para escuchar hablar a Reigen.

Esta relación entre oyente/orador ha evolucionado a lo largo del último año y medio que lleva en Espíritus y Demás. El primer día, Reigen le asombró. Poco después, se mostró escéptico ante los consejos y afirmaciones que salían de la boca de Reigen. Y luego, finalmente, cuando superó al hombre, el mito y la leyenda, descubrió que le gustaba el timbre de la voz de Reigen.