36: A Big Ask

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Autor: deinaru

Pareja: Serizawa x Reigen

Palabras: 2123

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/18380207

Resumen
Lo que ocurre cuando Serizawa decide declararse a Reigen a su dulce manera.

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Había sido un día tranquilo en la Oficina de Consultas de Espíritus y Demás. El viernes, que solía ser el día más ajetreado de la semana para la empresa, sólo había recibido unas breves visitas de clientes cuyos problemas "espirituales" se resolvían fácilmente. Parecía un final perfectamente normal para un día perfectamente normal.

Pero Serizawa Katsuya tenía algo grande planeado.

Desde su escritorio, Serizawa podía ver a Reigen encorvado sobre su ordenador, tecleando perezosamente algo. Lo más probable es que estuviera registrando un informe del último cliente al que habían ayudado, dado que ya había pasado la hora de cierre. La puesta de sol a través de la ventana proyectaba un hermoso resplandor sobre los rasgos de Reigen, haciendo que su pelo rubio pareciese dorado bajo la suave luz. Serizawa sabía que estaba mirando fijamente, pero no podía evitarlo. Sus ojos captaban cada rasgo del rostro de Reigen, la forma en que la luz apenas rozaba sus mejillas, la forma en que su flequillo desordenadamente cortado caía justo por encima de sus profundos ojos castaños. Serizawa dejó que una estúpida sonrisa se dibujara en su rostro. Si necesitaba algún recordatorio de lo perdidamente enamorado que estaba, era éste. Sabía que tenía que ser hoy.

Los ojos de Reigen se apartaron de la pantalla en un rápido movimiento. Se encontró con la mirada de Serizawa. "Katsuya", dijo en un tono cantarín. "Estás mirando fijamente".

"¿Qué?" Serizawa empezó, demasiado a la defensiva. Podía sentir cómo se ruborizaba. "¡No es cierto! Sólo estoy... admirando la puesta de sol, ¿sabes?"

Fue un intento débil, y Reigen vio a través de él. Puso los ojos en blanco. "Llevamos saliendo casi dos años, Katsuya", dijo Reigen. "¿De verdad crees que no me doy cuenta cuando tus ojos están puestos en mí?".

Serizawa se relajó. Una risa satisfecha contra la que no sabía que había estado luchando escapó de su garganta. "Lo sé, Arataka", dijo. "A veces es tan agradable mirarte". Hizo una pausa. "Eres hermoso, ¿lo sabías?".

Reigen pareció sorprendido. "Eh", empezó, inspeccionando a Serizawa con una expresión desconcertada pero divertida en el rostro. "¿Gracias?"

Serizawa soltó una risita mientras se levantaba de la mesa. "Solo queria recordartelo", dijo con un guiño. Ahora era el turno de Reigen de sonrojarse.

Se acercó al escritorio de Reigen y se sentó en él, frente a su hermoso y radiante novio. Puso una mano en el hombro de Reigen y se inclinó hacia delante, plantándole un tierno beso en la frente. Cuando se apartó, Reigen parecía aún más confuso (aunque definitivamente feliz).

"¿Por qué te sientes tan cariñoso hoy, Katsuya?".

Serizawa se encogió de hombros. "Nada". Obligó a sus ojos a mirar alrededor de la habitación. "Oye, ¿quieres un poco de té?"

Reigen ladeó la cabeza ante el repentino cambio de tema, pero si tenía alguna sospecha, la disimuló bien. "¡Claro, me encantaría!". Se reclinó en la silla y apoyó las manos detrás de la cabeza. Esbozó una brillante sonrisa a Serizawa. "Gracias, amor".

Serizawa dio un rápido apretón en el hombro de Reigen y se bajó del escritorio. Reigen volvió a la pantalla de su ordenador mientras Serizawa intentaba caminar lo más despreocupadamente posible hacia la cocina de la oficina. O, mejor dicho, lo que parecía una cocina: en realidad era una encimera con un hervidor de agua y bolsitas de té para esas mañanas tempranas y noches tardías. Serizawa echó agua en la tetera, encendió el interruptor y esperó.

Mob Psycho 100 Collection Donde viven las historias. Descúbrelo ahora