Mob Psycho 100 Collection

38: Lessons in Taking a Chance

Autor: LucoLoco

Pareja: Serizawa x Reigen

Palabras: 3837

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/18832024

Resumen
Reigen pide ayuda a Serizawa en su vida sentimental. Serizawa le ayuda a regañadientes.

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Hacía poco que Serizawa se había dado cuenta de que estaba enamorado de su jefe. Al principio pensó que los intensos sentimientos de regocijo que sentía en torno a Reigen provenían de un gran agradecimiento por la existencia y presencia de Reigen en su vida. Serizawa estaba realmente agradecido a Reigen por lo que había hecho por él; es decir, ofrecerle un trabajo con él en su Oficina de Consultas, dándole así una segunda oportunidad de vivir una vida mejor.

Sin embargo, cuando las cosas se calmaron para los empleados de Espíritus y Demás después de que ocurriera el incidente con Mob, y lo peor con lo que tuvieron que lidiar fue con un espíritu que acabó siendo un gato que se había quedado atascado en una camisa, Serizawa tuvo más tiempo para apreciar a Reigen. Descubrió que su admiración por él se estaba transformando en algo más, algo que hacía que su ritmo cardíaco se disparara cuando Reigen le pedía que se uniera a él en un trabajo de exorcismo, algo que le hacía sentir que se derretía por dentro cuando Reigen le hablaba, algo que le hacía sonreír sólo con ver a Reigen por primera vez cada día. Finalmente se dio cuenta de que los sentimientos hacia Reigen eran románticos cuando, en un día libre del trabajo, Serizawa se encontró tumbado en su cama deseando estar en la oficina porque asociaba a Reigen con la oficina, porque allí es donde Reigen estaría cuando quisiera verle, y quería verle en ese momento, porque... bueno, porque le echaba de menos. Se sentía tonto, ya que Serizawa sabía que vería a Reigen al día siguiente. Finalmente se le ocurrió cuando su mano alcanzó su teléfono para enviar un mensaje de texto a Reigen, lo que iba a enviar no lo sabía. En ese momento, pensó, Oh mierda, creo que me gusta mi jefe, arrepintiéndose del descubrimiento.

Después de una noche llena de confusión y un poco de pánico, Serizawa aceptó sus sentimientos, sobre todo porque tenía que ver a Reigen todos los días. Decidió activamente que mantendría la calma en la oficina. Serizawa no suspiraría por el hombre como veía hacer a la gente en la televisión y en las películas. El hecho de que fuera su primer enamoramiento real no significaba que tuviera que perderse en él. Iría a trabajar y se comportaría como siempre. Serizawa valoraba a Reigen como jefe y amigo y sabía que tener una relación romántica podría cambiar las cosas para ellos. Serizawa confiaba en que si actuaba con normalidad, sus sentimientos se disiparían.

Al menos eso se decía a sí mismo. En realidad, Serizawa pensaba constantemente en el hombre. Y se encontró mirando fijamente a Reigen demasiado tiempo. No podía evitar deleitarse con la calidez de la mano de Reigen en su espalda cuando lograban exorcizar un espíritu. Serizawa estaba en negación acerca de lo exitoso que era en no suspirar por este hombre, incluso cuando se encontró preguntándose si Reigen sentía lo mismo por él.

Serizawa decidió que aceptaría lo que pudiera conseguir, y que lo que tenía ahora con Reigen era suficiente.

Al menos, eso pensaba él.

Era un jueves por la tarde en la primavera de su segundo año en Espíritus y Demás.

"Oye, Serizawa", gritó Reigen.

Serizawa, sentado en su escritorio, dio un respingo. Levantó la cabeza de los papeles que estaba revolviendo para mirar a Reigen.

Se acercaba el final de la jornada laboral, que había sido lenta desde la tarde. Serizawa se había aburrido tanto que no recordaba qué debía hacer con los papeles ni por qué los leía. Con suerte, Reigen no se había dado cuenta de que Serizawa llevaba más de 40 minutos leyendo las mismas hojas. Por otra parte, Reigen probablemente no se había dado cuenta en absoluto, ya que estaba sentado en su escritorio, atentamente mirando algo en su ordenador portátil.