Mob Psycho 100 Collection

42: A Ledge for Pigeons

Autor: nishikimbos

Pareja: Serizawa x Reigen

Palabras: 5788

Advertencias: Smut

Original: https://archiveofourown.org/works/42606000

Resumen:
Reigen se da cuenta que Serizawa es guapo y se convierte en un problema personal.

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Serizawa era guapo y se estaba convirtiendo en un problema.

Cuando se dio cuenta de esto, y después de hacer un esfuerzo considerable, por no decir absurdo, para validarlo con "datos", Reigen se entusiasmó inicialmente con la perspectiva de adquirir un nuevo activo empresarial. Marketing, desde luego, aunque tendría que repasarlo un poco, ya que estaba bastante seguro de que no se trataba de poner la cara de Serizawa por todas partes. Siguiendo esa línea de pensamiento, quizá incluso hubiera potencial para el merchandising. Los detalles de esta realización no importaban, porque lo que importaba era el potencial para sacar provecho de ello cuando pudiera concretar esos detalles. Con el tiempo. Probablemente. Algún día.

Mientras tanto, mientras pensaba en la mejor manera de perfeccionar y utilizar el activo recién descubierto de su empleado, Reigen pasaba mucho tiempo mirándolo a escondidas. Para investigar o inspirarse, por supuesto. Tenía que averiguar los mejores ángulos de Serizawa, bien, por motivos de negocios. Tenía que hacerlo correctamente, después de todo. Para maximizar el rendimiento. Capitalizar los activos.

Eso es lo que se decía a sí mismo mientras observaba a Serizawa beberse una botella de agua en un día especialmente caluroso. El aire acondicionado de la oficina parecía estar en las últimas y, por tanto, no era rival para el agobiante calor de mediados de verano. Observó cómo una gota de sudor se deslizaba por el cuello de Serizawa, embelesado por los ásperos surcos que conducían a la depresión de sus clavículas, que permanecían ocultas por su cuello blanco, limpio y planchado. Tan embelesado estaba con el movimiento de la manzana de Adán de Serizawa al tragar que no oyó que el objeto de su embelesada atención pronunciaba débilmente su nombre. No fue hasta que Serizawa carraspeó y se rascó una gota de sudor que Reigen salió de su ensueño y dirigió la mirada hacia el rostro de su empleado, que parecía preocupado y curioso.

"¿Va... todo bien, Reigen-san?", preguntó Serizawa. Tapó su botella de agua. "¿Tengo algo en el cuello?"

"No, no es nada, no lo hay", respondió Reigen tarareando vagamente. "Probablemente este calor de mediodía. Hace difícil concentrarse, incluso para alguien como yo".

"Ci-cierto", respondió Serizawa. La incertidumbre, y ahora incluso la sospecha, se reflejaban en su rostro, que Reigen prefirió ignorar en favor del estudio de su ceño fruncido. Había un encanto en su longitud y en la borrosidad de sus bordes, algo que resultaba extraño decir de las cejas de otro hombre. Con un pequeño suspiro, apartó los ojos y volvió a fingir que estaba haciendo algo importante en su ordenador.

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Había pasado alrededor de una semana y Reigen estaba listo para admitirse a sí mismo que Serizawa siendo guapo se estaba convirtiendo en un problema muy personal.

El primero fue que se encontró a sí mismo distraído por Serizawa en múltiples ocasiones. Las miradas persistentes empezaron a durar cada vez más, hasta el punto de que incluso Serizawa se estaba dando cuenta. Cuando por fin un día torció el cuello para captar la mirada de Reigen, que por alguna razón parecía estar clavada en su pecho, éste se dio cuenta de que o bien tenía que parar o fingir mejor y optó por lo segundo (al menos, eso esperaba).