Si Eunwoo iba a ser honesto consigo mismo, desde que viera el lado humano de Moonbin, había estado muriendo por lograr que el cambiaforma cayera en sus brazos. Sin embargo, no se había imaginado que sucediera de la manera en que ocurrió.
Al principio, supuso que Moonbin se había desmayado. Era obvio que el pobre hombre estaba enfermo como un perro, el vómito que cubría el pantalón de Eunwoo era prueba de ello. Y no es que le importara. En los años en que había sido dueño del bar, la había tenido mucho peor. Además, Moonbin era tan lindo que Eunwoo estaba dispuesto a soportar casi cualquier cosa. Aun cuando apestara un poco.
Entonces el cuerpo de Moonbin se puso rígido y empezó a convulsionar. Tan fuerte que Eunwoo tuvo que sujetarlo con más fuerza para que no se cayera y golpeara contra el duro e implacable piso del SUV. Llamó a Moonbin por su nombre, pero el Felino cambiaforma no respondió. Sus hermosos ojos incluso giraron hacia atrás mientras se ponían vidriosos.
—¡Mierda! Está teniendo una convulsión —dijo Donghyun.
—¿Tú crees? —dijo Hwitaek arrastrando las palabras.
—El chico del pijama va a encajar a la perfección en la Coalición con esa boca —le disparó Donghyun—. Ahora, sin embargo, ¿por qué no te pones a trabajar para ayudar a tu hermano a sujetar a Moonbin? Es un buen amigo mío, y odiaría que saliera más herido de lo que ya está.
En silencio, Eunwoo estuvo de acuerdo con Donghyun. Aunque había
sido una amenaza un tanto velada hacia la bravata de Hwitaek. El pobre Gato había pasado por demasiado en un corto espacio de tiempo y se merecía un descanso. Tal vez esa era la razón de que Eunwoo no se estuviera volviendo loco ante el hecho de que estaban yendo al único lugar que habían evitado a toda costa durante toda su vida.
O, quizás, solo era que una parte de él sabía que habría sido inevitable. De que, de una u otra forma, terminarían siendo parte de la Coalición. Eran Felinos, después de todo y no podían continuar negando su verdadero yo durante más tiempo. Cualquiera fuera la razón, casi se sentía como si le hubieran quitado un peso de los hombros, cuando voltearon y entraron al estacionamiento.
Tras eso, Eunwoo ya no tuvo mucho tiempo para pensar en nada. Las cosas sucedieron tan rápido que fue todo lo que pudo para mantenerse al tanto. Un equipo médico los estaba esperando en lo que parecía ser una de las entradas laterales. Tenían una camilla y se movieron para tomar a Moonbin de Eunwoo.
Para su sorpresa, Eunwoo no quiso dejarlo ir. Incluso soltó un gruñido. Ni siquiera uno bajo, sino uno fuerte que pudo escucharse fácilmente por encima de la conmoción. Sus mejillas ardieron de vergüenza cuando todos detuvieron lo que estaban haciendo para mirarlo con las bocas abierta, aun así, no soltó su premio.
—Lo siento, se apegó al gatito —explicó Hwitaek con una risita nerviosa.
—¿Quién es este? —preguntó un hombre delgado, con el pelo castaño y moteado, y que parecía ser el que estaba a cargo.
—Es uno de los Cambiaformas Perdidos por los que llamé. Ellos encontraron a Moonbin —explicó Donghyun, antes de volverse hacia Eunwoo—. Este es Seokjin. Es uno de los mejores que tenemos en el Moonbin allá y con el Doc Wu, quien cuidará a tu chico por ti, muy bien.
Eso fue suficiente para que Eunwoo dejara de actuar como un imbécil. Permitió que tomaran a Moonbin de sus brazos y lo colocaran en la camilla. Parte de él casi esperó a que lo sujetaran y lo encadenaran. En su lugar, le permitieron entrar al edificio con ellos. Todos actuaban como si su comportamiento fuera normal o algo así. El único que todavía le estaba lanzando miradas extrañas era Hwitaek. Todo lo que Eunwoo pudo hacer fue encogerse de hombros en respuesta. No tenía una explicación para su reacción. Se sentía igual de desconcertado.
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Serie de los CP 34 - La Novena Vida de Moonbin
FanfictionSerie de los Cambiaformas Perdidos 34 - La Novena Vida de Moonbin RESUMEN Moonbin aprendió a desconfiar de otros cambiaformas por la forma en que lo trataban. Como cambiaforma Gato Doméstico, no es precisamente el cambiaforma más fuerte. Para compen...