Eunwoo cargó unas cuantas cajas de cerveza desde la parte de atrás del bar y las bajó. Mierda, cómo pesaban. Se frotó la parte baja de la espalda, tratando de alejar el dolor con un masaje. No quiso pensar en lo malo que sería si no tuviera la fuerza realzada de los cambiaforma. Si hubiera sido un humano común y corriente, probablemente estaría encorvado y usando un andador desde hace años. Lo que decía mucho, ya que solo tenía veintiocho años.
Bueno, tal vez estuviera exagerando un poco, pero dirigir un bar no era cosa fácil. Cuando su hermano, Hwitaek, y él compraron el lugar cinco años atrás, habían estado tan emocionados. Pensaron que por fin habían encontrado su lugar en el mundo. Deberían haberlo sabido.
En ese entonces habían estado tan seguros de que Flint iría en la misma dirección que Detroit, y se convertiría en una economía en auge. Pero habían estado tristemente equivocados. No solo la tasa de criminalidad se había elevado, sino que el problema de la contaminación del agua había afectado el área con fuerza. Nadie quería vivir en la ciudad, y mucho menos ir a un bar que muy bien podría estar sirviendo bebidas envenenadas.
Como tal, apenas llegaban a fin de mes. Tendrían suerte si no cerraran el negocio para fin de año. Le habían metido sus ahorros de toda la vida al lugar. Eso y la herencia de sus padres. Así que se quedarían sin nada. En absoluto la situación en la que Eunwoo quería estar, exactamente.
El bar se había cerrado hacía media hora y estaba muerto de cansancio, pero todavía tenían trabajo que hacer. Como no tenían dinero para contratar a alguien que los ayudara, también tenían que hacer de todo. Hwitaek acostumbraba estar ahí para dar una mano, pero se habían quedado sin limones, por lo que había ido a una tienda que funcionaba las veinticuatro horas del día para conseguir unos cuantos.
Eunwoo recogió toda la basura y la llevó al contenedor detrás del bar.
Bajó la tapa de golpe y se estaba dando la vuelta cuando captó un destello gris que entró corriendo al bar. Soltó un gemido. No necesitaba lidiar con más porquería. Sabiendo su suerte, probablemente era una maldita zarigüeya o una rata gigante.
—¡Qué bien! Probablemente me quede atascado otra hora cazando la maldita cosa y luego arrastrándola afuera. Capaz que hasta me muerda. Entonces tendré que vacunarme contra la rabia —murmuró Eunwoo.
Inclinó la cabeza hacia un lado. ¿Los cambiaformas contraían rabia?
Qué buena pregunta, pero no creía que pudiera conseguir una respuesta. Además de Hwitaek, Eunwoo no hablaba con ningún otro cambiaforma. Toda su familia siempre insistió en evitarlos. Su abuelo les había dicho que era más seguro de esa manera. Si no llamas la atención no te perseguirán cuando ocurra la siguiente matanza. Y créeme, muchacho. Habrá otra matanza. Es solo cuestión de tiempo. Sin importar lo bien que se porten contigo, a tus espaldas están pensando en cómo traicionarte. Es la manera de los cambiaformas.
Eunwoo se estremeció de solo pensarlo. Por supuesto, no había podido evitar ser detectado por completo. No, mientras viviera en la misma ciudad que una gran Coalición. Podían oler al Gato Montés en él, tan pronto estaba a una corta distancia. Muchos otros tipos de cambiaformas habían pasado por el bar a lo largo de los años, pero hasta ahora, todos con los que se había cruzado lo habían dejado en paz, y quería que siguiera de esa manera.
No, tenía que agarrar lo que fuera el bicho que estaba en su bar y lograr que no lo mordiera en el proceso. No es que pudiera ir a un hospital humano para recibir una vacuna contra la rabia de todos modos. Aunque sabían sobre los cambiaformas, todavía no sabían de sus peculiaridades y su anatomía diferente. Ir a la Coalición también estaba fuera de discusión.
Eunwoo corrió a su apartamento y tomó unos guantes antes de empezar su búsqueda. Entonces tendría mucho cuidado cuando agarrara al peludo intruso. Tal vez tuviera suerte y Hwitaek llegaba a casa a tiempo para ayudarlo.
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Serie de los CP 34 - La Novena Vida de Moonbin
FanficSerie de los Cambiaformas Perdidos 34 - La Novena Vida de Moonbin RESUMEN Moonbin aprendió a desconfiar de otros cambiaformas por la forma en que lo trataban. Como cambiaforma Gato Doméstico, no es precisamente el cambiaforma más fuerte. Para compen...