Mientras caminaban por los pasillos, Eunwoo notó que estaban atrayendo la atención de los cambiaformas que pasaban. Unos cuantos los miraron con la boca abierta, mientras que otros le maullaron a Moonbin, que a cambio les sacó el dedo medio.
—Esos son los Halcones. Simplemente ignóralos. Su líder hace todo lo posible para mantenerlos bajo control, pero no es fácil. Tomó el volante hace unos años y tiene un montón de condicionamiento que deshacer. Me sorprende que lo esté haciendo tan bien.
Personalmente, los habría sacrificado a todos hace años —dijo Moonbin.
—Por sacrificio, no te refieres a... —Eunwoo fue apagando la voz mientras se le hacía un pequeño nudo en el estómago. Tal vez los cambiaformas sí eran tan sanguinarios como su abuelo siempre dijo.
—No, esta Coalición no cree en eso. Tampoco me gusta esa práctica. Sólo estaba bromeando. Maldición ¿qué tipo de historias has estado escuchando sobre nosotros? Por supuesto que hay algunos grupos que todavía practican esa mierda, pero esos son los malos. Nosotros solo lo hacemos en casos extremos. Por ejemplo, con los asesinos en serie y esa mierda. Relájate, aquí nadie te va a lastimar. No lo voy a permitir. —Moonbin le dio unas palmaditas en la espalda.
Eunwoo recordó la manera en que Moonbin había luchado en el bar. La facilidad y la gracia con la que su cuerpo se había movido cuando atravesaba a los Cuervos, como si no fueran más que de papel y él
una espada afilada y precisa. La forma en que sus músculos se habían ondulado perfectamente debajo de la delgada tela de su camiseta mientras se doblaba. Yyyy, así como si nada, Eunwoo se excitó en medio de los cambiaformas. Maldita sea, tenía que controlar su desenfrenada lujuria. La que no era una tarea fácil cuando se estaba cerca de Moonbin.
—¿Estás bien? —Moonbin lo miró con esos sensuales ojos azules tan suyos.
—Magnífico. ¿Qué tanto falta para llegar a tu habitación? —Eunwoo gruñó.
—No mucho. —Moonbin sonrió con demasiada intención.
Para alejar la cabeza de su polla, Eunwoo se enfocó en los alrededores. Habría esperado que el Cuartel General de la Coalición tuviera un aspecto más estéril, pero era increíblemente hogareño. Las paredes eran de un tono tierra, y los pisos de madera. La iluminación era suave, en lugar de la esperada mierda fluorescente. Daba la impresión de ser más como un café hípster que un puesto militar para cambiaformas Felinos.
Moonbin finalmente se detuvo ante una puerta y marcó un código. La abrió y le indicó a Eunwoo que entrara. Cuando Eunwoo lo hizo, dejó escapar un silbido bajo. Moonbin soltó una carcajada mientras lo seguía.
—¿No es lo que estabas esperando? —Moonbin preguntó.
—Se podría decir —admitió Eunwoo dando la vuelta en círculo lentamente.
Había pensado encontrar una cama y quizás un baño. Lo que descubrió fue un apartamento. Chequen esto, uno de tamaño decente que se veía bien, provisto con los electrodomésticos de última generación y televisión de pantalla plana.
—¿Todos los soldados viven en aposentos tan buenos? —preguntó Eunwoo.
—Las habitaciones de los Halcones son un poco más pequeñas, pero ellos las prefieren de esa manera. El mío es un poco más bonito, pero porque acabo de subir de rango. Los Felinos con familias tienen unidades más grandes. Algunos eligen vivir fuera de la base, pero Yunho no lo recomienda. Hace más de veinte años, hubo un ataque masivo contra todos los hogares Felinos y se perdieron muchas familias. Desde entonces, les gusta estar al tanto de todo el mundo.
—Lo que tiene sentido. ¿Dónde está tu cama? —preguntó Eunwoo.
—Me preguntaba cuándo irías a llegar ahí, por fin. —Moonbin sonrió con malicia mientras pasaba una mano por los brazos de Eunwoo.
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Serie de los CP 34 - La Novena Vida de Moonbin
FanficSerie de los Cambiaformas Perdidos 34 - La Novena Vida de Moonbin RESUMEN Moonbin aprendió a desconfiar de otros cambiaformas por la forma en que lo trataban. Como cambiaforma Gato Doméstico, no es precisamente el cambiaforma más fuerte. Para compen...