Moonbin se despertó porque alguien que estaba tocando a su puerta. Dejó escapar un gemido mientras se desenredaba de los brazos de Eunwoo para poder responder. La abrió, para ver a Donghyun parado ahí con el ceño fruncido.
—Se suponía que tenías que llamar a Minwoo para decirle cómo te fue —espetó Donghyun.
—Buenos días para ti, también. —Moonbin se hizo a un lado para que su amigo pudiera entrar—. Estaba durmiendo. Además, aunque no fuera así, no habría podido. Ese estúpido anormal se llevó mi teléfono cuando me secuestro. Así que a menos que enviara señales de humo, no tenía manera de contactarlo.
—Podrías haber encontrado alguna manera. Tengo un dolor de cabeza mortal de toda la matraca de Minwoo —se quejó Donghyun.
—La próxima vez, derribo a un Halcón, le ato un mensaje a la pierna y te lo envio. ¿Eso te haría sentir mejor? —Moonbin dijo arrastrando las palabras—. Como puedes ver, estoy perfectamente bien. Puedes volver y contárselo a Minwoo. Ahora, lárgate y déjame en paz.
—Ojalá fuera así, pero Yunho quiere ver a tu gato perdido y a su hermano. Me enviaron a buscarlos.
—Pensé que estabas aquí para gritarme por no contestar mi teléfono robado.
—¿Qué te puedo decir? Soy una Chita multiusos. Ahora, tráelo para que podamos terminar con esta mierda. Escuché que están haciendo crepes para el desayuno.
—Odias las crepes. —Moonbin lo miró sorprendido.
—Así es, pero es divertido ver al personal jodiéndolos al intentar cocinarlos. No quiero perdérmelo. —Donghyun mostró el destello de una sonrisa malvada.
Moonbin sacudió la cabeza y entonces se volteó para ir a su habitación.
Cuando llegó, descubrió que Eunwoo ya estaba despierto y sentado. Tenía el pelo parado por todas partes y parpadeó soñoliento.
—¿Siempre viene tan temprano? —preguntó Eunwoo.
De hecho, a Moonbin le sorprendió que la visita no hubiera venido el día anterior. Por el contrario, les habían permitido a Eunwoo y a él pasar el rato y mirar películas. Por lo cual, Moonbin siempre estaría agradecido. Quizás no pareciera mucho para otros, pero había sido uno de los mejores días de su vida.
—Sólo cuando digo su nombre tres veces —dijo Moonbin, mientras le tendía una mano a Eunwoo. Eunwoo la tomó y Moonbin lo levantó con esfuerzo. Una vez que estuvo de pie, Moonbin no pudo resistirse a robarle un beso. Se entretuvieron un instante, Moonbin saboreando el momento.
—Dense prisa ahí adentro. Están haciendo crepes mientras hablamos y me lo estoy perdiendo —gritó Donghyun desde la otra habitación.
—Tiene suerte de ser uno de mis mejores amigos —susurró Moonbin.
—¿Qué quiere? —preguntó Eunwoo.
—Yunho quiere verlos a Hwitaek y a ti.
—Pensé que eso llegaría más temprano que tarde. ¿Vamos a
recoger a Hwitaek de camino? —preguntó Eunwoo.
—No es necesario —gritó Donghyun, escuchando, obviamente, su conversación—. Xiumin lo fue a buscar.
El corazón de Moonbin dio un vuelco mientras el horror lo atravesaba.
No, no, no. No podía haber oído eso correctamente. Ni siquiera Donghyun podría estar así loco. Porque no había una maldita manera de que hubiese enviado a Xiumin, de entre todos los Felinos, a recoger a un recién llegado.
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Serie de los CP 34 - La Novena Vida de Moonbin
FanfictionSerie de los Cambiaformas Perdidos 34 - La Novena Vida de Moonbin RESUMEN Moonbin aprendió a desconfiar de otros cambiaformas por la forma en que lo trataban. Como cambiaforma Gato Doméstico, no es precisamente el cambiaforma más fuerte. Para compen...