Capítulo 9

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Jon llegó al apartamento de Dick, que estaba en lo alto de un edificio, casi escondido entre las sombras, pero con una vista impresionante de la ciudad. Tocó la puerta, y en pocos segundos, Dick abrió, con una sonrisa cálida y amigable en su rostro.

—¡Jon! Qué sorpresa verte por aquí —dijo Dick, dándole una palmada en la espalda—. ¿Todo bien?

Jon sonrió débilmente, entrando en el apartamento. El lugar estaba ordenado, pero tenía un toque personal que lo hacía sentir acogedor, muy diferente a la frialdad de la Mansión Wayne.

—Hola, Dick. Necesitaba hablar contigo —respondió Jon, y antes de que pudiera agregar algo, Dick lo interrumpió.

—He escuchado sobre tu relación con Jay. Felicidades, chico. Me alegra que estés encontrando tu propio camino —dijo Dick con una sonrisa cómplice.

—Gracias, Dick —respondió Jon, intentando sonar agradecido, aunque sus pensamientos estaban en otro lugar. Entonces, decidió ir directo al grano—. En realidad, vine porque estoy buscando a Damian. No lo he visto desde hace días, y cuando fui a la mansión, Alfred me dijo que tampoco lo ha visto. Pensé que tú podrías saber algo...

Al mencionar a Damian, la expresión de Dick cambió ligeramente. Sus ojos mostraron una mezcla de preocupación y comprensión.

—Ah, Damian... —murmuró Dick, cruzando los brazos mientras se apoyaba en el marco de la puerta—. Hace unos días, Damian vino a verme. Estaba... conflictuado por algunas cosas, Jon. Creo que es mejor que seas honesto conmigo. ¿Qué ha pasado entre ustedes?

Jon respiró hondo. Sabía que podía confiar en Dick, y tal vez hablar con él le daría claridad sobre lo que estaba pasando. Así que decidió sincerarse.

—Hace unos días, Damian y yo hablamos, y él... me confesó algo. Algo importante. —Jon se detuvo un momento, buscando las palabras correctas—. Me dijo que ha tenido sentimientos por mí durante años. Sentimientos que yo... no me di cuenta. Siempre he pensado en Damian como mi mejor amigo, alguien que siempre ha estado ahí para mí. Pero después de lo que me dijo, no puedo dejar de pensar en él. Y creo que lo lastimé. No, sé que lo lastimé. Presentarle a Jay en medio de todo eso... fue un error, Dick. Pero ahora no sé dónde está, y estoy preocupado.

Dick escuchó atentamente, asintiendo de vez en cuando. Cuando Jon terminó, hubo un breve silencio antes de que Dick hablara.

—Jon, Damian es una persona compleja, lo sabes mejor que nadie. Desde que era un niño, ha llevado consigo un peso enorme, una expectativa de ser algo que nunca pidió. Tú, más que nadie, has visto su lado más vulnerable, el lado que incluso trata de ocultar de sí mismo. Cuando se enamoró de ti, probablemente fue uno de los pocos sentimientos genuinos que permitió florecer dentro de él. —Dick hizo una pausa, observando a Jon—. Pero tú no eres responsable de sus sentimientos. No podías saberlo, y lo que tienes con Jay es algo nuevo para ti. Estás descubriendo quién eres y lo que quieres.

Jon bajó la mirada, sintiéndose aún más culpable. Pero Dick no había terminado.

—Dicho esto, debes ser claro contigo mismo, Jon. Damian te ama, y eso es algo que no cambiará de la noche a la mañana. Tienes que pensar en lo que realmente sientes por él, porque lo que hagas a partir de ahora podría cambiar tu relación para siempre. Si decides que Jay es lo que quieres, entonces debes ser honesto con Damian, darle el espacio que necesita para superar esto. Pero si hay una parte de ti que siente algo por Damian... algo más que amistad, entonces necesitas ser honesto contigo mismo, y con Jay también. —Dick suspiró—. Sé que esto es complicado, pero no puedes dejar que Damian se siga torturando por algo que no puede tener. Y tampoco puedes seguir si no estás seguro de lo que quieres.

Jon asintió, procesando las palabras de Dick. Sabía que tenía razón. Lo último que quería era lastimar a Damian más de lo que ya lo había hecho, pero también necesitaba entender sus propios sentimientos.

—Gracias, Dick. Realmente necesitaba escuchar esto —dijo Jon, sintiendo un pequeño alivio, aunque la preocupación por Damian seguía presente.

—No te preocupes, Jon. Lo encontraremos. Pero lo más importante es que cuando lo hagamos, sepas exactamente lo que quieres decirle. —Dick puso una mano en el hombro de Jon, dándole un pequeño apretón de ánimo—. Damian es fuerte, pero también necesita saber dónde se encuentra en tu vida.

Jon asintió de nuevo, con la determinación de encontrar a su mejor amigo y aclarar todo. Sabía que el siguiente paso sería crucial, tanto para él como para Damian.

Jon salió del departamento de Dick con la cabeza dando vueltas. La charla con Dick lo había ayudado a entender la gravedad de la situación con Damian, pero también le había dejado muchas preguntas. Necesitaba tiempo para aclarar su mente, y justo en ese momento, su teléfono vibró en su bolsillo. Era un mensaje de Jay.

Jay: "¿Estás ocupado? Quería pasar algo de tiempo contigo, siento que hemos estado distantes."

Jon suspiró al leer el mensaje. Jay no tenía idea de todo lo que estaba pasando con Damian, y aunque Jon había estado absorto en sus pensamientos sobre su mejor amigo, sabía que no podía seguir evadiendo a su novio. Jay merecía atención y claridad, y tal vez pasar tiempo con él lo ayudaría a ordenar sus sentimientos.

Jon: "No, no estoy ocupado. ¿Te parece si nos vemos en una hora?"

Jay aceptó con entusiasmo, y Jon regresó a casa rápidamente para arreglarse. Mientras se cambiaba de ropa, no podía evitar que su mente divagara de nuevo hacia Damian. Pensaba en las noches que habían pasado patrullando juntos, en las risas compartidas y en cómo, en esos momentos, todo parecía más simple. Ahora, todo era un enredo emocional del que no podía escapar.

Finalmente, Jon salió de casa y se dirigió al lugar donde se encontraría con Jay. La cita comenzó con normalidad: caminaron juntos por las calles, tomaron algo en un café cercano y hablaron de temas ligeros. Jay era cariñoso y divertido, como siempre, pero Jon no podía evitar que su mente volviera una y otra vez a Damian. Cada sonrisa de Jay le hacía preguntarse cómo sería si fuera Damian quien estuviera a su lado en ese momento. ¿Se sentiría diferente? ¿Sería más feliz?

Mientras caminaban por un parque, Jay se detuvo de repente y se volvió hacia Jon con una sonrisa suave. Sin decir nada, se acercó lentamente y le plantó un beso en los labios. Al principio, Jon cerró los ojos, dejándose llevar por el momento. Pero en su mente, una imagen fugaz de Damian apareció, lo que hizo que su corazón latiera más rápido. ¿Qué significaba esto? ¿Por qué estaba pensando en Damian mientras besaba a Jay?

El beso fue lento, tierno, pero la culpa comenzó a crecer en el pecho de Jon. Cuando se separaron, Jay le sonrió, sin notar la confusión en los ojos de Jon.

—Te extrañé, Jon —dijo Jay, mientras le acariciaba suavemente la mano.

Jon sonrió, pero por dentro sentía que todo era un caos. —Yo también, Jay.

La cita terminó poco después, y aunque Jay parecía satisfecho, Jon no podía dejar de pensar en lo que acababa de pasar. Caminó de regreso a su casa con un peso en el pecho, sabiendo que algo estaba mal. Pensar en Damian mientras estaba con Jay le había dejado más confundido que nunca. Jay era su novio, alguien con quien había decidido estar, pero su mente y corazón seguían volviendo a Damian, a esos sentimientos que nunca había permitido que salieran a la superficie.

Jon tiene novio (Jondami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora