Al llegar a casa, Jon se encerró en su habitación y se dejó caer sobre la cama. Sus pensamientos giraban en círculos. El beso de Jay, el rostro de Damian, la confesión, todo se mezclaba en su mente, y no sabía qué hacer.
Jon respiró hondo, cubriéndose la cara con las manos. ¿Qué quería realmente? ¿Era justo seguir con Jay si sus pensamientos seguían volviendo a Damian? ¿O era solo la confusión después de la confesión de Damian lo que lo estaba haciendo cuestionar todo? Sabía que eventualmente tendría que enfrentar sus sentimientos y tomar una decisión, pero ahora mismo, todo lo que quería era una pausa, un respiro para aclarar el desastre que sentía en su interior.
Jon pasó los días siguientes en un estado de constante confusión. A pesar de sus intentos por concentrarse en su vida normal, la confesión de Damian y sus propios sentimientos contradictorios lo seguían como una sombra. Se obligaba a cumplir con sus responsabilidades, tanto como Superboy como en su vida personal, pero en cada momento de quietud, su mente regresaba a los mismos dos nombres: Jay y Damian.
Una tarde, después de una misión, Jon decidió que ya no podía seguir evadiendo el tema. El peso en su pecho se había vuelto insoportable, y sabía que eventualmente tendría que enfrentar sus sentimientos y aclarar la situación. Pero, ¿cómo hacerlo sin herir a Jay o a Damian? No quería lastimar a ninguno de los dos, y ese pensamiento lo paralizaba.
Decidió que la única manera de comenzar a entender lo que sentía era pasar tiempo a solas. Le pidió a Jay que no lo visitara por unos días, alegando que necesitaba centrarse en algunas misiones importantes. Jay aceptó sin muchas preguntas, confiando en su palabra, pero Jon podía notar en su tono que estaba un poco decepcionado. Por otra parte, había escuchado lo que Dick le había dicho sobre Damian y sabía que, después de la confesión, lo mejor era darle a su amigo algo de espacio.
Así que, en la soledad de su habitación, Jon se permitió finalmente enfrentarse a sus propios pensamientos, sin distracciones. Se sentó en su cama, mirando el techo, dejando que su mente viajara libremente por sus recuerdos.
Primero, pensó en Jay. Jay había sido una bocanada de aire fresco cuando lo conoció. Había algo emocionante en su relación, una novedad que lo hizo sentirse vivo y libre después de tantos años de responsabilidad. Jay lo entendía de una forma que pocas personas podían, especialmente cuando se trataba de lo que significaba ser un chico normal. Algo que no muchas veces podia disfrutar. Compartían secretos, risas y momentos de intimidad que Jon apreciaba. Sin embargo, ahora se daba cuenta de que, en medio de toda esa emoción, nunca había profundizado tanto en sus sentimientos por Jay como debería. Lo quería, claro, pero... ¿era suficiente? ¿Era amor? O tal vez solo estaba disfrutando la idea de estar con alguien.
Luego, pensó en Damian. Su mejor amigo de toda la vida, el chico que había estado a su lado desde que eran preadolescentes. Su relación con Damian siempre había sido única. A veces, Damian era distante y frío, pero Jon siempre lograba romper esa barrera y encontrar la calidez escondida bajo su fachada dura. Sabía que había algo más profundo entre ellos, pero había pasado años sin pensar en ello. Sin embargo, la confesión de Damian lo había golpeado como un trueno, despertando sentimientos que había enterrado o ignorado. El beso con Jay solo había reforzado esa confusión, haciéndolo darse cuenta de que, en el fondo, una parte de él siempre había pensado en Damian de manera diferente.
Jon cerró los ojos y recordó las noches que pasaban patrullando juntos, las bromas compartidas y la forma en que siempre se sentía seguro con Damian a su lado. Recordó los momentos en los que había sentido celos cuando Damian prestaba atención a alguien más, aunque en ese momento no entendía por qué. Ahora, todo parecía encajar, pero el rompecabezas seguía incompleto.
Los días pasaron y Jon no encontraba una respuesta clara. Sus sentimientos por ambos chicos seguían entrelazados y no sabía cómo deshacer ese nudo. No quería perder a Jay, pero al mismo tiempo, tampoco podía imaginarse una vida sin Damian.
Una noche, sin poder dormir, Jon salió a volar por la ciudad. El aire fresco de la noche lo calmaba un poco, pero no dejaba de pensar en lo que debía hacer. Pasó por encima de Gotham, luego sobre Blüdhaven, buscando respuestas que no llegaban. Y mientras volaba sobre los rascacielos iluminados, una idea comenzó a formarse en su mente.
Jon se dio cuenta de que, si quería encontrar una respuesta, debía hablar con ambos. Ya no podía seguir guardando esos sentimientos solo para sí mismo. Tendría que ser honesto con Jay y con Damian, aunque no supiera exactamente qué decir. Necesitaba enfrentarse a la verdad, tanto para ellos como para él mismo.
Decidido, Jon giró en el aire y se dirigió de vuelta a la Tierra. La primera conversación sería con Jay, su novio, y luego tendría que buscar a Damian. Sabía que ninguna de las dos charlas sería fácil, pero ya no podía seguir viviendo en esa incertidumbre. Tenía que tomar un paso adelante, aunque no supiera hacia dónde lo llevaría.
Al día siguiente, Jon voló hasta la ciudad donde Jay vivía y le pidió que se encontraran en su lugar habitual, un café pequeño y apartado donde solían pasar tiempo juntos. Mientras esperaba a Jay, su corazón latía con fuerza, sabiendo que lo que estaba a punto de decir podría cambiarlo todo.
Cuando Jay llegó, sonrió al ver a Jon, pero rápidamente notó que algo estaba mal. Había tensión en los ojos de Jon, y eso hizo que Jay frunciera el ceño. No tardó en preguntarle qué sucedía.
—Jay, necesito hablar contigo —empezó Jon, su voz temblando un poco—. Hay algo que ha estado en mi cabeza desde hace unos días, y creo que tenemos que ser sinceros el uno con el otro.
Jay lo miró con una mezcla de curiosidad y preocupación, sin decir nada, esperando a que Jon continuara.
—Tú sabes lo mucho que te aprecio, lo importante que eres para mí —dijo Jon, bajando la mirada por un momento—. Pero últimamente he estado confundido. No solo sobre nosotros, sino sobre... sobre alguien más.
Jay lo miró fijamente, y aunque no dijo nada de inmediato, su expresión cambió a una mezcla de dolor y comprensión. Jon sabía que Jay siempre había sido intuitivo, y probablemente había notado el conflicto en él.
—¿Es Robin? —preguntó Jay suavemente, su voz sin reproche, solo buscando la verdad.
Jon asintió, incapaz de mentirle. Sentía que no sería justo seguir adelante sin aclarar lo que realmente pasaba.
—No sé exactamente lo que siento —admitió Jon—. Pero cuando Robin me confesó lo que sentía por mí... removió cosas que pensé que ya había olvidado. Yo... no quiero herirte, Jay. No es que no me importes, porque lo haces. Pero necesito tiempo para aclarar mi cabeza, para entender qué es lo que siento de verdad.
Jay guardó silencio por unos segundos, su mirada fija en Jon. Luego suspiró, asintiendo lentamente.
—Jon, te agradezco que me lo digas. Sé que esto no es fácil para ninguno de los dos. Y, si soy sincero, he notado que algo te ha estado perturbando desde hace un tiempo. Me duele, claro... —Jay bajó la mirada—. Pero creo que tienes razón. Quizá lo mejor sea que tomemos un tiempo. Tú necesitas aclarar tus sentimientos, y yo también necesito pensar.
Jon sintió una punzada en el pecho al ver la tristeza en los ojos de Jay, pero sabía que era lo correcto. No quería arrastrar la relación si no estaba seguro de lo que sentía, y Jay merecía a alguien que pudiera estar completamente presente para él.
—Gracias por entender —dijo Jon, sintiendo un alivio mezclado con culpa—. De verdad, no quiero lastimarte, Jay.
—Lo sé, Jon. Solo... prométeme que, pase lo que pase, serás honesto conmigo cuando tomes una decisión.
Jon asintió. Jay se levantó de la mesa y, antes de irse, le dio una última mirada, con una sonrisa débil pero sincera.
—Cuídate, Jon. Y espero que encuentres las respuestas que buscas.
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Jon tiene novio (Jondami)
RomanceDamian ha estado enamorado de su mejor amigo durante años; sin embargo, siempre lo ha mantenido oculto. Ahora que su mejor amigo ha crecido, viene con una noticia que solo creará caos dentro de Damian: Jon tiene novio. Imagen hecha por YRKHN en tumb...