Jon tiene novio (Jondami)

Capítulo 14

Jon se levantó de golpe cuando escuchó el ruido de la cocina, sintiendo ese desvelo que llega después de una noche llena de pensamientos entremezclados. Al principio, el peso del cansancio casi lo mantenía tumbado en el sillón, pero un recuerdo fugaz de la noche anterior —Damian, exhausto, durmiendo en su cama— lo hizo levantarse de inmediato. Se dirigió apresuradamente hacia su cuarto, esperando encontrar a su mejor amigo aún descansando.

Cuando abrió la puerta, su corazón dio un vuelco al no verlo. La cama estaba vacía, perfectamente hecha, como si nadie hubiera dormido allí. Jon comenzó a preocuparse, hasta que sus ojos se posaron en la pijama que le había prestado la noche anterior, cuidadosamente doblada al pie de la cama. Encima, había una pequeña nota adhesiva con una única palabra escrita: gracias.

Jon suspiró, sintiéndose aliviado. Damian se había marchado antes de que pudiera hablar con él, pero al menos sabía que estaba bien. Jon se quedó un momento mirando la nota, pensando en lo que debía hacer a continuación. Damian se había marchado sin hacer ruido, en su estilo habitual, sin dejar mucho rastro. Sin embargo, Jon ya había tomado su decisión. Hoy no dejaría que Damian siguiera escapando de él, no sin hablar primero.

Guardando la nota en su bolsillo, salió de la habitación y se dirigió a la cocina, donde sus padres ya estaban preparando el desayuno. El aroma a panqueques y tocino llenaba la casa, y aunque normalmente eso lo hacía sonreír, hoy tenía demasiado en la cabeza. Al entrar, vio a su madre, Lois, sirviendo café mientras Clark leía el periódico. Ambos lo miraron al instante, notando su expresión pensativa.

—Buenos días, campeón —dijo Clark, doblando el periódico y dejándolo sobre la mesa—. ¿Cómo dormiste?

—Más o menos —respondió Jon, aún distraído. Se sentó en la mesa, tomando un vaso de jugo de naranja que ya estaba servido para él.

Lois, siempre perceptiva, lo miró con curiosidad. —¿Algo en tu mente, cariño?

Jon dudó por un segundo. Sabía que eventualmente tendría que contarles sobre Damian, sobre lo que había pasado en la isla y, más importante aún, sobre lo que estaba sintiendo. Pero no quería hablar de ello todavía, no hasta haber resuelto sus propios pensamientos primero.

—Nada importante —respondió, tratando de sonar despreocupado.

Sus padres asintieron, aunque Lois le lanzó una mirada que indicaba que sabía que había más detrás de sus palabras. Jon terminó su desayuno en silencio, mientras su mente seguía planeando el resto del día. Tenía que encontrar a Damian. Necesitaba hablar con él y dejar de ignorar los sentimientos que había estado reprimiendo por tanto tiempo.

Cuando finalmente se levantó de la mesa, le dio un beso rápido a su madre y se despidió de su padre. —Nos vemos más tarde —dijo, su mente ya centrada en lo que vendría después.

Después de comer, Jon se cambió rápidamente a su traje de Superboy y salió volando de Metrópolis. Estaba decidido, su corazón latiendo con fuerza mientras atravesaba el cielo despejado. El plan era simple: ir a Gotham, encontrar a Damian y hablar con él. Pero siendo Superboy, las cosas rara vez eran tan simples.

Justo cuando sobrevolaba una de las principales avenidas, un sonido fuerte y un grito lo desviaron de su curso. Un atraco estaba ocurriendo en una tienda de joyas. Jon bajó en picada, aterrizando en la escena con una precisión que hacía que la gente se detuviera a admirarlo. Los atracadores no tuvieron oportunidad alguna, y en cuestión de minutos, Jon los había inmovilizado y entregado a las autoridades.

—Gracias, Superboy —dijo uno de los policías, asintiendo con respeto.

—No hay de qué —respondió Jon rápidamente, con una sonrisa, pero su mente ya estaba en otra parte.