Conozco a Namjoon, incluso mejor de lo que se conoce él mismo. Sé que lo que sigue es tenerlo aporreando la puerta de Jin, gritando a los cuatro vientos y exigiendo explicaciones a los tres. No sería la primera vez que lo veo perder la calma, especialmente cuando se siente amenazado. Mientras regresaba del balcón, donde había salido para tomar la llamada de Namjoon, sabía que el tiempo estaba en mi contra. Lo que había escuchado en su voz no era simplemente enojo, sino algo más profundo, algo que no se calmaría fácilmente.
Cuando entré de nuevo al departamento, vi que Alba estaba en el baño, y me sentí aliviado por tener un momento a solas con Jin. Me acerqué a él rápidamente y le conté lo que había sucedido. Le expliqué que Namjoon había llamado, que había escuchado la voz de Alba de fondo y que la situación estaba a punto de salirse de control.
-Es mejor que me lleve a Alba -le dije, mi voz baja pero decidida-. No quiero hacer quedar mal a Namjoon delante de ella, por mucho que me cueste pensar en lo que hay entre ellos. Sé que es mucho pedir, pero ¿puedes lidiar tú con él cuando llegue?
Jin asintió, entendiendo la gravedad del asunto. No había mucho que decir; ambos sabíamos que Namjoon no tardaría en aparecer, y lo último que necesitábamos era un enfrentamiento en el departamento. Jin comenzó a recoger las copas y los platos, moviéndose con la rapidez de alguien que entiende que cada segundo cuenta.
Cuando Alba regresó del baño, le dije que ya eran casi las tres de la mañana y que lo mejor sería llevarla a su casa. Ella aceptó, un poco sorprendida al darse cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo. No pude evitar sonreír al ver su expresión; me hacía feliz que se lo hubiera pasado bien, que hubiera disfrutado de nuestra compañía.
-Yo puedo tomar un taxi, Yoongi -me dijo, con un tono de preocupación-. Has estado bebiendo, y no quiero que manejes así.
Le aseguré que no había tomado vino, que había pasado toda la noche bebiendo soda. No estaba dispuesto a dejar que se fuera sola, no después de la llamada de Namjoon. La vi despedirse de Jin, agradeciéndole su hospitalidad y haciéndole prometer que saldrían juntos a probar los pasteles de los que habían hablado. Jin, siempre el caballero, sonrió y aceptó la propuesta, aunque ambos sabíamos que no era el momento para planear futuros encuentros.
Cuando salimos del departamento, noté que Alba se tambaleaba un poco, el vino haciendo efecto en su cuerpo. Medio en broma, le ofrecí cargarla, aunque en el fondo, habría dado cualquier cosa por tenerla entre mis brazos. Pero, como esperaba, ella se negó rotundamente.
-Pero tómame de la mano para sostenerme -me dijo, y en ese momento, sentí que algo dentro de mí se encendía.
Tomarla de la mano, aunque fuera un gesto simple, fue suficiente para despertar una tormenta de emociones en mi interior. Su piel era suave, cálida, delicada, y sentí como si todo mi cuerpo se estremeciera con el contacto. Apenas podía contener las emociones que se agitaban dentro de mí, pero hice lo mejor que pude para mantener la calma.
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Contrato de Confidencialidad.
FanfictionTú sabes lo que es. Sabes lo que conlleva. Sabes que lo quieres firmar. Sabes que es un secreto que te vas a llevar a la tumba. Entonces... ¿firmarás?