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Jin, Yoongi y Alba llegaron al departamento de Jin, donde una atmósfera cálida y acogedora los recibió. Era la primera vez que se encontraba en una situación tan íntima con dos de los miembros más importantes de BTS. A pesar de su amistad en desarrollo con Yoongi, el aura de Jin le resultaba intimidante, quizás por ser más grande que ella, pensó que tal vez aplicaría la rigidez de un "oppa". Sin embargo, la preocupación que la había acompañado durante todo el trayecto se fue por completo tan pronto como entraron en el apartamento.
Afortundamente, desde el momento en que salieron de la oficina, Yoongi se dedicó a hacerla sentir cómoda. Contó historias divertidas de los días de entrenamiento del grupo, de sus viajes juntos y alguna que otra cosa sobre su niñez. Alba no pudo evitar reírse ante las anécdotas, especialmente cuando Yoongi describía a Jin y Namjoon en situaciones cómicas.
Jin, por su parte, se comportó como un anfitrión impecable. Aunque Alba era prácticamente una desconocida, él le abrió las puertas de su casa con una hospitalidad genuina. Cocinó para ella con la misma dedicación que ponía en cada uno de sus platos, asegurándose de que no le faltara nada. No la excluía de la conversación y, de hecho, se esforzaba por incluirla, preguntándole sobre su vida en México, su trabajo y cómo había sido colaborar con ellos en el proyecto binacional. Era evidente que Jin estaba haciendo todo lo posible por hacerla sentir bienvenida.
Alba había escuchado de su amiga Tina, que Yoongi era frío, distante, y que prefería la soledad a la compañía. Sin embargo, lo que estaba experimentando esa noche era todo lo contrario. Yoongi era amable, atento, y con ella, en particular, parecía mostrar un lado completamente diferente de su personalidad. Su sentido del humor seco y su manera sutil de hacerla reír la hacían sentir especial. A medida que pasaba el tiempo, Alba se daba cuenta de que la imagen que había tenido de él estaba equivocada, y no podía evitar sentirse cada vez feliz por esa amistad y por ese Yoongi que solo ella y algunos cuantos suertudos conocían.
Por otro lado, Yoongi no podía evitar sentirse más y más atraído por Alba. Había algo en ella, algo que lo intrigaba profundamente. Descubrió que Alba tenía la costumbre de mirarlo directamente a los ojos cuando hablaba, con una mezcla de seguridad y calidez que encontraba increíblemente sensual. No había ninguna duda en sus gestos, ninguna timidez, muy diferente a las mujeres asiáticas con las que había salido en el pasado. Cada segundo que pasaba a su lado, sentía cómo crecía en él una determinación feroz de luchar por ella, incluso si eso significaba enfrentarse a Namjoon. Por momentos, mientras ella hablaba y reía, Yoongi comenzaba a idear planes para conquistarla, para hacerla suya, sin importar los obstáculos.
Eso no pasó desapercibido por Jin, quien observaba todo esto con preocupación. Hoseok le había contado anteriormente sobre lo emocionado que estaba Namjoon con la relación sexual que había comenzado entre él y Alba. Sabía que Namjoon podía dejarse llevar fácilmente por sus deseos cuando se obsesionaba con una mujer hermosa. Y Alba, sin duda, no era solo una mujer hermosa. A medida que la noche avanzaba, Jin no podía evitar notar lo inteligente, divertida y dulce que era. Tenía una presencia magnética que hacía difícil no prestarle atención. Entendía perfectamente por qué Yoongi estaba tan encantado con ella.
