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No creo que haya algo en el mundo que hubiera impedido que mis piernas se levantaran y la siguieran. Honestamente es algo que no puedo explicar. Desde que la vi sonriendo en el concierto, la visión de ella me golpeó con fuerza, me sentí tan atraído hacia ella y en es mismo momento entendí que estaba dispuesto a pelear con Namjoon por ella. Mierda. ¡Él solo quiere volver a acostarse con ella y pasar a la suguiente chica! No es que yo me quiera casar con ella y empezar a engendrar niños bi raciales. Solo... bueno, tal vez si esté tras el mismo objetivo que Nam, o no sé. Estoy tan confundido, ella me tiene tan confundido. Ni siquiera la conozco.
De lo que sí estoy seguro es que por algún evento fortuito en el universo, ella está aquí: alguien con quién no tenía que haberme encontrado, está caminando a lado de mi. Y estoy dispuesto a averiguar qué es esto. Quiero averiguar qué es lo que me tiene tan confundido. Mierda. El olor que emana de ella es embriagador, no me deja pensar, es como...
Se suelta el cabello.
Lo tenía atado en un encantador moño y se lo suelta. Acaricia su cuero cabelludo, como masajeándoselo y no puedo evitar verla embobado, dejándome acariciar por su aroma.
—Sé que puede ser poco profesional soltarme el cabello frente a usted, pero me duele la cabeza y el peinado que usaba no ayudaba. Como el imbécil que soy me quedo mudo y mirando a todos lados. ¿Me está hablando a mi? —¿Me hablas a mi? —Pues... sí. Ellos están en otra conversación totalmente.— Señala al resto del equipo que está varios pasos adelante enfrascados en otros temas. —¿Por qué me hablas tan formalmente? —¿Porqué no debería? ¿No es esa la costumbre aquí? Es usted mayor que yo, no somos conocidos y estamos en un ambiente formal. —Sí nos conocemos. —¿Se refiere a las dos ocasiones en las que nos vimos en México? ¿A cuál de las dos? ¿Cuando nos vimos como por tres segundos después del concierto? ¿O tal vez cuando fue increíblemente grosero? —Punto número uno: yo no fui grosero contigo. Punto número dos: puedes hablarme de manera informal, de hecho lo prefiero. Puedes llamarme oppa. Y punto número tres: nos vimos en tres ocasiones. Después del concierto, a la mañana siguiente y en la gala.— Por supuesto que no me vio, solo notó a Nam. —Punto número uno: si fuiste grosero conmigo, asumiste que era la novia de pueblo de tu amiguito. —¿Novia de pueblo? —Punto número dos: Me niego rotúndamente a llamarte a ti o a cualquier otra persona "oppa". Punto número tres: lamento no haberte notado. Y punto número cuatro: ¿a dónde vas? ¿Porqué nos seguiste? ¿No tienes que quedarte con tu grupo y hacer cosas de idols? —"Cosas de idols". Ja, ja, ja, ja, ja. No. Voy a hacer cosas personas. Voy a comer.— Comí justo antes de llegar al edificio.— ¿Quisieras acompañarme?
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