7. Posesividad de una loba

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La loba parecía no importarle lo mucho que retrocediera. Mientras más retrocedía, más intentaba acercarse, pero de nada sirvió, porque de repente se lanzó encima de mí tirándome al suelo. Cerré fuertemente los ojos esperando la llegada de mi muerte, pero nada ocurrió, sólo podía sentir su aliento caliente y pesado en mi cuello, y su suave pelaje sobre mi piel ¿En serio no me comería?.

Abrí mis ojos despacio, viendo al animal a mi lado observándome detenidamente. Intentó acercarse una vez más, pero yo levanté la mano impidiéndolo.

- ¿Puedes regresar a tu forma humana, por favor?-  Le pedí, notando como la loba bajaba la cabeza ¿con tristeza?.

No pasó ni cinco segundos, cuando ya tenía a Ariana nuevamente frente a mí.

- Ara se siente rechazada, yo también. Pero aún así hemos decidido conquistarte,  no nos vamos a rendir contigo - Me dijo acercándose lo suficiente a mí en el suelo, quedando a sólo centímetros de mi rostro.

- Vamos, amor, debemos regresar a dentro, debes tener hambre, no has comido nada desde tu llegada - Me Susurró poniéndome realmente nervioso ¿ Pero que diablos me pasa?.

Me levanté del suelo rindiéndome a escapar por ahora, porque más adelante lo lograré.

Mientras caminabamos de regreso, detuve de repente a Ariana.

- Espera, necesito preguntarte algo - Le dije, ella se volvió hacia mí esperando a que preguntara.

- ¿Que le hicieron a Anna? ¿Donde está? necesito verla - Le pregunté, notando como sus ojos de pronto cambiaron de un color que claramente no era el suyo.

- ¿Por qué preguntas por Anna? Tú eres mío, y de nadie más - Me dejó claro posando su mano delicadamente por mi cabello.

- Sólo estoy preocupado por ella, somos amigos, y no sé qué le ocurrió - Le respondí. Pude escuchar un profundo suspiro salir de sus labios.

- Mi cuñada está bien. No te preocupes, mi hermano cuida de ella perfectamente-  Confesó, dejándome por un momento desconcertado.

- ¿Cuñada? Entonces de quién huía ese día era de tú hermano, él la lastimaba- Ariana me miró en silencio, entonces es cierto. No puedo creer que siendo mujer, porque de todas formas aún lo es, permita que lastimen a otra mujer.

- Ya entremos a la casa, hace mucho frío, y quiero descansar junto a tí - Respondió evadiendo el tema de conversación.

- ¿Puedo verla un momento?  Sólo quiero ver qué está bien - Le pedí. Ella asintió levemente antes de besar mis labios con posesión.

- Muy bien,  más tarde te llevaré a que la veas por un momento, pero tienes prohibido siquiera tocarla, eso me enojaría bastante -  Me advirtió en un susurro cerca de mi oreja.  asentí ya que no tenía otra opción.

¿Ahora dejo que una mujer me controle? Una loba mejor dicho, pero me despedazaria si llego a llevarle la contraria. Así pues no, no quiero morir a manos de un lobo.

Pensarán que soy un chico de poco coraje, pero  no, ese no  es el caso. Sólo temo por mi vida. Los lobos cuando se enojan al parecer son bastante peligrosos. Así que en lo que encuentro la manera de irme trataré de estar tranquilo, y ser amable.

Mi humano✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora