17. Sin retorno

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Elliot

Sólo pudimos esperar unos minutos para  abordar un pequeño bus, ya que era lo  único que en ese momento se dirigía a la ciudad. Todavía habían personas caminando por los alrededores del pueblo, aún no era del todo de noche.

Nos encontrábamos listos para subir al autobús, cuando de repente sentí un fuerte dolor incrustado en mi pecho, y no pude evitar que algunas lágrimas brotaran.

- ¿Se encuentra bien?- Me preguntó Anna realmente preocupada.

- No puedo, no puedo irme. Ariana no está bien, puedo sentirlo, algo con ella no está bien- Respondí preocupado.

No entiendo realmente como siento esto. Somos pareja eso es cierto, pero ella aún no me ha marcado para poder tener tal conexión, tampoco soy un lobo, sin embargo puedo sentir su dolor, creo que está sufriendo, lo sé.

Abrí mi mochila de inmediato para sacar algunas cosas. Una libreta más un bolígrafo. Le escribí rápidamente una dirección en la libreta más un número de teléfono, luego quité el trozo de papel extendiéndoselo a Anna.

- Lo siento Anna, tendrás que irte sin mí. Necesito regresar por Ariana, no puedo dejarla sola - Miré el papel -Aquí está el número de teléfono de mi amigo, más la dirección de su casa, no tengas miedo, es una buena persona. Dile que vas de mi parte, el te ayudará.

Saqué un reloj más algo de dinero-Muestrale esto, por si duda de tí, ya que sé que podría hacerlo. Este dinero también te ayudará.

- ¿Está seguro que estará bien?- Me preguntó Anna no muy convencida. Asentí levemente.

- Lo estaré, no te preocupes- Le respondí viendo cómo tomaba sus cosas y subía al autobús. Yo sin perder más tiempo corrí de inmediato en dirección al bosque.

Corrí sintiendo que debía llegar lo más pronto posible, sintiendo  que ella me necesitaba y podría perderla si no llegaba a tiempo.

No me importó que las ramas golpearan mi rostro, mi cuerpo, sólo quería verla. Después de un largo tiempo, donde en ocasiones me llegué a perder, ya que era más fácil salir, pero lo complicado realmente era encontrar la manada, llegué finalmente a las puertas de la manada, pero algo esa noche no era para nada normal. No había un sólo guardia en la entrada. Escuché fuertes gritos y estruendos desde el interior.

Entré de inmediato adentro, llevé mis manos a la cabeza observando todos los muertos y heridos a los alrededores, mientras otros aún seguían luchando. Sentí un profundo dolor pensando que Ariana podría estar herida en cualquier lugar, y yo soy tan egoísta que sólo pensé en escapar. Si algo malo  le ocurre nunca me lo voy a perdonar.

Seguí mi camino buscando con desesperación a mi alpha con la mirada, hasta que me encontré a Delia, su beta gravemente herida en el suelo. Me puse a su altura, colocando dos dedos en su cuello checando si tenía pulso, por suerte aún estaba viva.

Me levanté de inmediato al escuchar la voz de Ariana a la distancia. Sólo decía "vete" "vete". Busqué desesperado de donde provenía. Estaba seguro que era de la casa, no lo dudé ni un segundo y me dirigí hasta allá.

Al abrir la puerta, mi corazón se rompió en mil pedazos al encontrarme con tal escena. Ariana se encontraba herida sobre el piso. Me acerqué abrazándola hacia mi cuerpo.

- Vete, esto es un ardid- Me pidió con voz poco audible y apagada.

- Es mi culpa, perdóname. No me dejes te lo suplico - Le rogué entre lágrimas sin importarme si se trataba de un ardid, nunca la volveré a dejar, nunca más.

- ¡Que triste, incluso me isiste llorar a mi también! - Escuché una voz burlona a mis espaldas. Al girarme ví a Esteban.

- Tú lo has hecho, has lastimado a Ariana. Lo has planeado todo - Dije con los puños cerrados, sentía una profunda ira.

- Es demasiado obvio ¿No?- Miró a Ariana- Te había dicho que pagarías todas tus faltas de respeto hacia mí, y hoy es el día. Estoy muy emocionado- Me respondió con una sonrisa.

Me levanté dejando a Ariana con cuidado nuevamente en el suelo. Me acerqué lo suficientemente a él, y le dí un puñetazo.

- !Quién lo pagará eres tú! yo seré quién te haga pagar por todo lo que has hecho - Volví a golpearlo varias veces más, pero el sólo se limitaba a reír, era un completo desquiciado.

Se levantó lentamente del suelo intenté volver a golpearlo, pero se transformó de pronto. Su lobo me veía con ganas de querer atacarme. Sin embargo a mí sólo me importaba Ariana, no podía permitir que la siguiera lastimando.

El lobo de repente se lanzó hacia mí tirandome fuertemente al suelo. Su hocico estaba a centímetros de mi rostro, podía sentir su aliento, ver claramente sus largos y afilados colmillos, era en realidad un animal bastante fuerte. Sus garras lastimaron  sin piedad mis brazos, al punto de hacerme sangrar.

Ví a Ariana levantarse lentamente y con una mueca de dolor convertirse en su loba. Se abalanzó hacia su hermano quitándomelo de encima. Aún herida luchaba con las pocas fuerzas que tenía sólo por defenderme.

El lobo de Esteban mordió una de sus patas, logrando que Ara soltara un aullido de dolor. En ese momento odiaba ser un humano, quién debería de cuidarla era yo, no voy a permitir que la asesine, nunca lo permitiré.

Cuando lo ví a punto de clavar sus garras en Ara, me interpuse  a la altura de ambos recibiendolo por ella. El lobo enterró sus garras en lo más profundo de mi brazo. Escuché a Ara aullar fuertemente, cuando ví a Ariana nuevamente en lugar de su loba a mí lado. Algunas lágrimas rodaban lentamente por sus mejillas

- Ninguno de los dos podemos morir -Me dijo mientras me abrazaba con fuerza.

Esteban estuvo a punto de atacarnos una vez más, pero se detuvo en seco. Se giró golpeando de repente a Alguien, lanzando a esa persona contra la pared.

Viendo bien a la persona, se trataba de Anna, nunca sé fue del pueblo. Tenia una daga de plata entre sus manos, pero al ser golpeada cayó bastante lejos.

El lobo se acercó a ella lentamente. Ariana se desmayó, debía acabar con todo esto lo antes posible, no podía perderla.

Me levanté mientras Esteban se encontraba muy concentrado con Anna. Tomé la daga, acercándome rápidamente al lobo por detrás, enterrando la daga varias veces sobre su lomo. Sólo aullaba de dolor repetidas veces, pero no me detuve, seguía clavando el arma en cada parte de su cuerpo lobuno.

Nunca planeé asesinarlo, pero lo haría cuántas veces fuese necesario por mi Ariana. Me arrepiento tanto pensar en querer escapar y abandonarla, todo fue mi culpa, y se llego a perderla nunca podré perdonarmelo, mi vida ya no sería igual.

Mi humano✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora