Mi humano✔️

Epílogo

Una tarde agradable, donde la suave brisa del bosque, y el hermoso canto de los pájaros hacían que sea el lugar perfecto para pasar un momento tranquilo con mi familia.

El bosque no era un lugar tan peligroso como solía pensar. Sí, podían existir algunos peligros llamados marginados, pero era prácticamente imposible que se encontraran vagando por los territorios de las manadas  Nighthowlers y Howling clan. Ellos cuidaban de sus territorios.

- ¡Papi, Papi!- Gritó emocionado mi pequeño Emiliano corriendo hacia mis brazos.

- ¿Que ocurre, pequeño?- Le pregunté con curiosidad viendo el brillo en sus ojos.

Emiliano había heredado el mismo color de ojos que su padre, verdes esmeraldas, mientras el color de su cabello aún seguía siendo como el de Ariana. Ya tenía seis años, y era nuestro mayor tesoro. Su ternura nos llenaba de mucho amor.

- Acabo de ver un conejito detrás de aquel árbol - Respondió, señalando en dirección a un pequeño árbol- ¿Donde está mami?- Preguntó buscando a Ariana con la mirada.

Ariana había desaparecido por un momento, y sin explicación. No me preocupé demasiado, pues sabía que algo tramaba, ha estado bastante extraña desde hace varios días atrás. Sólo actúe normal para saber que era exactamente lo que mi alpha tramaba.

- Mamá regresará pronto - Le dije, se cruzó de brazos haciendo un pequeño puchero.

- Quiero que vayamos a ver más conejitos, y que mi primo Axel venga con nosotros la próxima vez - Pidió tiernamente, y era imposible que pudiera negarme a eso.

- Te lo prometo cachorro - Respondió Ariana al acercarse de pronto a nosotros.

- Mami!- Dijo Emiliano antes de abrazarla. Ariana y yo sonreímos.

- Lamento haberlos dejado solos, pero era muy importante lo que debía hacer. Es una sorpresa para ustedes - Dijo viéndome algo misteriosa. Sonreí antes de acercarme.

- Aver, muéstranos cual es esa sorpresa - Le dije. Ella asintió. De esa manera nos guió por un camino no tan lejos, llegando finalmente a un lugar con un pequeño sendero con ramas. Era un pequeño rincón del bosque rodeado por muchos arbustos, era impresionante.

La miré con mucha curiosidad. ambos sosteniamos a Emiliano de las manos. Al entrar por la misteriosa entrada, me sorprendió ver el lugar donde ahora nos encontrábamos.
Era un Jardín, supongo que  secreto.

Habían flores plantadas, como girasoles y rosas. Nunca imaginé que esta fuera su sorpresa, me había sorprendido.

- He creado este lugar para ustedes, los dos amores de mi vida. Este Jardín será nuestro jardín familiar, nuestro secreto. Aquí vendremos cuando queramos pasar momentos en familia, plantearemos muchas más plantas, y será único - Confesó Ariana. Emiliano corrió feliz por todo el lugar. Abracé a mi alpha acercando mis labios a su oído.

- Así que por esto  habías estado tan extraña últimamente - Le susurré, se abrazó a mí aún más fuerte mientras aspiraba mi aroma.

- Así es. Quería tener un lugar especial para nosotros, y aquí está, espero que te haya gustado- Me respondió también en un susurro.

- Me encanta. Pero tú me encantas mucho más - Me alejé un poco estando a punto de besar sus labios. Sin embargo nuestro pequeño interrumpió el beso.

- Me gusta mucho el jardín, es muy bonito - Expresó Emiliano al acercarse.

Lo tomé en brazos y lo alcé. Ariana dió un tierno beso en su mejilla. Nuestro hijo era muy feliz, y eso era lo más importante. De esa manera disfrutamos muchísimos momentos inolvidables en ese lugar, nuestro ahora jardín secreto.