Es un secreto (Choni)

Capítulo 14

- ¿Qué has estado haciendo este fin de semana? No has respondido ni a mis mensajes ni a mis llamadas - me pregunta Veronica.

Los he visto, pero opté por silenciar el teléfono. Después de lo que pasó el viernes en la casa de la señorita Blossom, estuve todo el finde intentando asimilarlo. Que hubiera pasado lo que pasó me tenía confundida, ¿cómo se supone que debería actuar cuando la vea en clase?, o peor, cuando estemos a solas.

- He estado limpiando la casa a fondo así que no he cogido el móvil - le respondo cerrando la taquilla.

- Ah vale... ¿te encuentras bien?

Frunzo el ceño y la miro confundida.

- Sí, ¿por qué?

- Parece que estuvieras...

¿Nerviosa? Sí, atacada más bien.

Suena el timbre haciendo que Veronica se quede con las palabras en la boca, le hago una señal con la cabeza de despedida y entro en el aula.

Me siento en uno de los pupitres de atrás y veo como entran los demás alumnos para distraerme. Varios minutos después están todos ocupados menos el de Jughead. Recordar lo que pasó me revuelve el estómago.

- Buenos días - saluda alegremente.

Escucho su voz y un escalofrío me recorre el cuerpo. Dirijo mi mirada hacia ella y me mira confusa.
Pasa lista y luego empieza a explicar un nuevo tema. No puedo pasar por alto que se ha puesto un vestido rojo corto super ajustado y que encima lleva escote.

Esta chica me va a matar.

Termina de explicar y empieza a repartir unas hojas de ejercicios.

Oh no, cuándo me toque a mí, ¿cómo la miro?¿qué hago?

Me mira de reojo cuándo le entrega una hoja a mi compañero de delante y luego viene hacia mí sonriendo.

¿Sabes esas personas que tienen una mirada tan penetrante que te intimida? Pues ella la tiene, y me está mirando así mientras me extiende la hoja. Me está poniendo nerviosa y necesito apartar la mirada de ella pero si lo hago probablemente mire su escote y eso no es mejor.

- ¿Estás ocupada después de la clase? - me pregunta cuando agarro la hoja.

- He quedado con Veronica y Betty para comer - le respondo y voy como su sonrisa ahora es forzada - pero pueden esperar.

Sonríe más, asiente y vuelve a su mesa.

Veinte minutos después suena el timbre, guardo mis cosas lentamente esperando a que todos salgan. Cheryl camina hacia la puerta y la cierra con llave.

Espera, ¿qué?

Vuelve a su mesa y se sienta en ella mirándome atentamente, cojo mi mochila y me acerco a ella nerviosa, luego la suelto en una silla que hay al lado de su mesa y la miro.

- ¿Por qué te has sentado tan atrás? - me pregunta confusa - ¿No quieres estar cerca de mí? - me vuelve a preguntar pero ahora haciendo un pucherito con los labios.

- No es eso - le respondo riendo - Es que no sé, siempre me siento atrás.

- Pues ahora te sientas delante.

Pienso en ceder pero cambio de opinión.

- Y ¿qué si no lo hago?

Ella me mira seria durante unos segundos.

- ¿Realmente quieres saber?

Ahora la que está seria soy yo. Me vibra toda la columna vertebral.

Se acerca lentamente y me da un beso corto en los labios, luego se separa un poco. Voy a besarla yo cuando suena mi móvil, se separa de mí y me hace una seña para que lo mire.

Enciendo la pantalla y leo un mensaje de Veronica: ¿Vienes ya?
Le enseño el mensaje a Cheryl y asiente. Agarro mi mochila y la miro.

- Mañana no tenemos clase - me dice y asiento, mañana no nos toca dar su asignatura- ¿Te vienes conmigo a la hora de comer?

- Sí, inventaré una excusa para mis amigas.

- Bien, te espero entonces en la parte de atrás del instituto - me responde y me da otro beso corto.

- Hasta mañana Cher.

Salgo del aula y me dirijo al patio, cuándo veo a Veronica y Betty me siento con ellas.

- Eyy, ¿dónde estabas? - me pregunta Betty.

- En el baño, había cola para entrar.

Abro mi mochila y rebusco en ella para coger el desayuno.

- No quiero que te sientas incómoda pero ¿cómo estás con lo del viernes? - me pregunta Veronica.

- Mal, la verdad, nunca me esperé eso de Jughead.

- Ni nosotras - me responde Betty - me he enterado de que va a estar expulsado un mes.

Y es entonces cuando en la hoja de ejercicios de historia veo apuntado algo en lo que antes no me había fijado, un número de teléfono.