cap.LIV

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Ya en el hotel, las niñas cayeron rendidas en la cama en cuanto entramos en la habitación. Después de un día tan largo y lleno de emociones, solo queríamos relajarnos. Me di una ducha rápida y me puse el pijama, mientras Ferran se acostaba en la cama, con esa mirada que yo ya conocía demasiado bien.

—¿Sabes, Vic? —dijo, fingiendo casualidad mientras me acomodaba a su lado—. He estado pensando... ¿Y si empezamos a hablar en serio sobre lo del bebé?

Solté una risa suave, rodando los ojos. Sabía que Ferran no iba a dejarlo pasar tan fácilmente.

—¿De verdad no te cansas de ser tan pesado? —le respondí en tono de broma, dándole un empujón suave en el hombro.

Ferran sonrió, acercándose más y abrazándome por la cintura.

—Solo soy así de pesado contigo, ya lo sabes —dijo con esa voz seductora que usaba cuando quería convencerme de algo.

Lo miré, aún con una sonrisa en los labios, y negué con la cabeza.

—Vamos a dormir, Ferrancini, que mañana nos espera otro día largo —le dije, dándole un beso en la mejilla.

—Vale, pero no creas que me olvido de esto tan fácilmente —respondió, dejándose caer en la almohada con una sonrisa satisfecha.

Mientras apagaba la luz y me acurrucaba a su lado, no pude evitar pensar en lo insistente que estaba Ferran con el tema. Y aunque solo había bromeado antes, en el fondo de mi mente, la idea de un tercer bebé empezaba a cobrar fuerza, aunque solo fuera una pequeña chispa para considerar... tal vez el próximo año.

𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝐻𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎  ~ Ferran Torres y Victoria de AngelisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora