Al llegar al aeropuerto te despediste de tu familia y amigos, para luego hacer el check-in de tu vuelo. Ya que no hay vuelos directos hacia Londres tuviste que ir primero a Ámsterdam.
Al abordar viste los asientos de primera clase, pero no le diste importancia a las caras, ya que estabas buscando tu asiento junto a la ventana. Al sentarte deseabas que nadie se siente en tu fila, para que durante el vuelo pudieras estirarte.
X: 30C...31C...Al fin! 32C, aquí está mi asiento.
Vi que una chica rubia se acercaba hasta sentarse en el asiento del pasillo, dejando el del medio libre. Despegamos y todo iba normal, iba con los ojos cerrados para que no me agarre el mareo, hasta que escucho una voz que se dirige a mí.
X: Oye, disculpa. ¿Será que puedo conectar mi celular a tu puerto de carga? Es que el de este asiento ni el del otro funciona.
Sara: Claro, no hay problema.
X: Muchísimas gracias. Y bueno, pues ¿A dónde viajas?
Sara: Voy hacia Brighton, ¿sabes dónde queda?
X: Siii, yo igual voy para allá, quiero visitar a mi hermano.
Sara: Woww, que chévere. ¿Cómo así vive el ahí? A mi parecer no es un lugar muy común para vivir.
X: JAJAJA, si. Tienes razón. El vive ahí porque juega en el equipo de fútbol de ahí. Ya mismo tienen un partido y bueno, pues me invitó a verlo.
Sara: ¿En seriooo? ¿Hablas del partido del 14 de septiembre? He estado muy atenta a ese equipo. ¿Quién es tu hermano?
X: Se llama Julio Enciso. No se si lo conoces, recién volverá a jugar en el Brighton ya que se fue a los Juegos Olímpicos.
Sara: Ayyy, que chévere. Oye, hablando de nombres. ¿Cuál es el tuyo? Que no me has dicho JAJAJA.
X: Ahh, sí. Me llamo Amelia. ¿Cómo te llamas tú?
Sara: Me llamo Sara.
Amelia: Oye, ¿ya conoces la ciudad o vas a necesitar a alguien que te guíe?
Sara: Investigué un poquito sobre Brighton pero no sabría que hacer de turismo, aparte de ir al muelle.
Amelia: ¿Y si me pasas tu número para contactarte, y no sé, que mi hermano nos muestre la ciudad?
Sara: Dale, mi número es +593 98 248 34.
Amelia: Listo.Ahí terminó nuestra conversación ya que nos trajeron comida. Luego de la comida me dormí un buen rato y creo que Amelia también. Ya nos estábamos preparando para aterrizar, y a mí siempre me han dado miedo los aterrizajes por la sensación del mismo, siempre creo que el avión se va a virar o algo.
Desembarcamos y con Amelia fuimos a nuestro siguiente vuelo hacia Londres, hasta que caimos en cuenta que ella tenía otro vuelo diferente al mío. Yo iba primero a Londres y ella iba en un vuelo unas horas más tarde. Entonces me despedí de ella, ya que mi vuelo ya mismo despegaba y ya tocaba embarcar.
Al subir al avión, noté que era uno mucho más pequeño en comparación al otro, cosa que me preocupaba ya que se iba a sentir aún más la turbulencia. Dormí todo el vuelo, entonces casi no sentí las turbulencias. En un abrir y cerrar de ojos, habíamos aterrizado en Londres. Ahora me tocaba ir en tren hasta Brighton. Usando mis conocimientos del uso de trenes, los cuales son casi nulos, me puse a investigar y vi que mi tren salía en 2 minutos y yo aún estaba lejísimos de la estación de tren en el aeropuerto. Como sabía que no iba a alcanzar, fui a una zona de información para comprar otro ticket. Comprado aquel ticket, me dirigí hacia la estación de tren y esperé mi tren, luego de unos 15 minutos llegó y me subí. Nada interesante pasó. Entonces llegué, agarré un taxi y fui a la dirección que me entregaron para retirar mi departamento.
Al llegar al departamento, me sentí con una mezcla de emoción y nerviosismo. El edificio era más alto de lo que había imaginado y estaba ubicado en una calle tranquila, llena de árboles y cafés acogedores. Subí al tercer piso y abrí la puerta de lo que sería mi hogar por los próximos cuatro meses.
El lugar era pequeño pero acogedor, con una vista que daba a un parque. Dejé mis maletas en el suelo y recorrí cada rincón. Había una pequeña cocina, un baño moderno, y una sala de estar que también funcionaba como dormitorio. Todo estaba en perfecto orden, pero aún no me sentía completamente en casa.
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Un Gol Al Corazón - Jeremy Sarmiento
FanfictionSara, una chica ecuatoriana a quien no le interesa mucho el fútbol, comienza a ver cada vez más fútbol gracias a su amiga, y algo cambia en ella.