¿Un Nuevo Comienzo?

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El silencio llenó la habitación después de las últimas palabras de ambos. Para Sara, el alivio fue inmediato, pero estaba envuelto en una pesada capa de culpa. Habían decidido intentarlo de nuevo, sí, pero sabía que la herida que había abierto tardaría mucho en sanar. Jeremy había sido claro: la confianza sería algo que tendría que ganarse, y ambos necesitarían tiempo para reencontrarse en esta nueva etapa.

Esa noche, ninguno de los dos habló mucho más. Se quedaron en el sofá, lado a lado, con las manos entrelazadas, pero el aire seguía cargado de emociones no resueltas. Sara sentía que las palabras no eran suficientes, pero no tenía idea de cómo demostrarle a Jeremy que podía confiar en ella nuevamente. El dolor en su rostro había sido evidente, y ella lo odiaba por dentro. Lo último que quería era herirlo.

—Quizás es mejor que descansemos —dijo Jeremy finalmente, rompiendo el silencio incómodo—. Mañana podemos hablar con más claridad.

Sara asintió, agradecida por la pausa. Ambos se dirigieron a la cama, pero esa noche, aunque estaban juntos, la distancia entre ellos era palpable.

El sol entraba por la ventana cuando Sara despertó. A su lado, Jeremy aún dormía, su respiración tranquila, pero su expresión tensa, incluso en el sueño. Ella lo observó, sintiendo una mezcla de amor y culpa. La charla de la noche anterior pesaba sobre ambos, y aunque él había dicho que seguirían adelante, las cosas claramente no serían iguales.

Decidida a no quedarse quieta, Sara se levantó con cuidado para no despertarlo. Preparó el desayuno, tratando de mantener su mente ocupada, pero cada pequeño sonido en el apartamento le recordaba que Jeremy estaba ahí, y que en algún momento tendrían que enfrentar lo que aún quedaba sin decir.

Cuando Jeremy finalmente apareció en la cocina, el ambiente seguía siendo tenso. Se saludaron con un beso rápido en la mejilla, una muestra de cariño que parecía más automática que real. Mientras desayunaban en silencio, Sara no pudo evitar observarlo con preocupación. No sabía qué hacer o decir para aliviar el peso que sentía entre ambos.

—Tenemos que hablar de cómo vamos a manejar esto —dijo Jeremy de repente, rompiendo el silencio una vez más—. Si vamos a seguir adelante, tenemos que ser claros en lo que necesitamos. Y creo que, al menos por ahora, deberíamos tomarnos las cosas con calma.

Sara asintió, aunque una parte de ella se resistía a la idea. Había esperado que las cosas pudieran volver a la normalidad rápidamente, pero sabía que estaba siendo irrealista.

—Claro... lo entiendo —respondió suavemente—. Quiero que las cosas funcionen, Jeremy. Haré lo que sea necesario para recuperar tu confianza.

Jeremy suspiró, mirando su taza de café antes de hablar.

—Lo sé, y sé que no será fácil, pero no quiero apresurarnos. Necesito tiempo para procesar lo que pasó y, al mismo tiempo, quiero asegurarme de que tú también estés bien con todo esto. No quiero que te sientas obligada a nada.

Sara sintió una punzada de dolor en el pecho al escuchar sus palabras. Aunque entendía sus razones, el solo hecho de pensar en distanciarse, incluso de manera temporal, le dolía profundamente. Pero también sabía que tenía que ser paciente.

—Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti —dijo, con voz temblorosa—. No importa cuánto tiempo tome, quiero que confíes en mí de nuevo.

Jeremy la miró, y por un momento, Sara vio un destello de la conexión que solían compartir. Él asintió, pero su sonrisa era tenue.

Las siguientes semanas fueron complicadas. Jeremy volvía a Burnley para continuar su temporada, y Sara continuaba con su pasantía en Brighton. A pesar de la distancia, ambos se mantenían en contacto, pero las conversaciones a menudo caían en temas triviales, evitando abordar la tensión que seguía entre ellos. Sara hacía lo mejor que podía para no presionar, consciente de que Jeremy necesitaba tiempo para sanar, pero el miedo de que la distancia los alejara más nunca la abandonaba.

Un Gol Al Corazón  -  Jeremy Sarmiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora