Por una promesa {Sasusaku}

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La relación de Sasuke y Sakura fue mejorando, ambos ya no intentaban ocultar más sus sentimientos.

Sin importar como lo tomarán los demás, ellos decidieron ser felices.

Aunque aún estaba el problema con Kabuto, quien no había ni un solo rastro y Deidara, su cómplice, no había querido abrir la boca.

Como si fuese poco. Kakashi no le permitió a Sasuke hablar con él, porque sabía que el pelinegro era muy fácil de provocar y los altos mandos, lo tenían en la mira, esperando a que tarde o temprano alguno de su escuadrón explotara, para sacarlos de caso.

Algo que Kakashi no está dispuesto a entregar tan fácilmente.

No está ves, quería como fuera lugar, atrapar a ese maldito bastardo, que acabó con la vida de uno de sus hombres.

Por eso estaba evitando que Sasuke hablara con Deidara.

Pero sabía que tarde o temprano, tendría que dejar que lo interrogará, si no encontraba más pistas sobre el paradero de Kabuto.

Sakura se encontraba terminando de acomode sus cosas, en la nueva casa que decidieron mudarse, por petición del mismo Kakashi, ahora que sabía que Kabuto iba atrás de Sakura, quería estar prevenidos, por eso decidieron mudarse a otro lado.

- ¿Ya terminaste?- pregunto una voz femenina, que la pelirrosa conocía a la perfección.

- si, está fue la última caja, gracias por ayudarnos con la mudanza Izumi- agradeció ella regalándole una cálida sonrisa a la mujer de Itachi.

- no es ningún problema, además había pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos- comento entrando a la habitación- ¿Quieres hacer algo para almorzar o prefieres ordena pizza?.

- los chicos deben de estar hambrientos al igual que los niños, mejor pidamos dos cajas de pizza- contesto a lo que Izumi asintió con la cabeza.

En ese momento ambas fueron interrumpidas por ciertos traviesos, que no paraban de correr de un lado a otro.

- Sakura, Izuka quiere darte algo que encontró en el jardín- hablo la pequeña Emma la hija de Itachi y Izumi- vamos hermano dáselo.

- oigan niños, no corran por toda la casa, que se pueden hacer daño- les regaño Izumi.

- si mamá/ lo siento mama- respondieron los gemelos de forma distinta.

- a ver Izuka, ¿Que me quieres dar?- pregunto la pelirrosa acercándose a ellos.

El pequeño no puedo evitar sonrojarse hasta las orejas, cosa que Sakura considero bastante tierno, Izuka era mucho más tímido y adorable.

- Yo... Etto... Y-Yo..

Murmuró el pequeño intentando encontrar las palabras, antes de que Sakura pudiera decir algo.

Izuka extendió su mano, la cual había mantenido oculta atrás de su espalda, mostrándole a la pelirrosa dos hermosa flores, dejando a Sakura conmovida, desde que ella conoció a los sobrinos de Sasuke, se ganó rápidamente su cariño, sobre todo el del pequeño Izuka.

Quien siempre intentada darle uno que otros detalles a la Haruno.

- que tierno y armable eres Izuka- hablo Izumi mirando a su pequeño con ternura.

- ¿Son para mi pequeño?- pregunto ella a lo que Izuka asintió con la cabeza- gracias.

Contesto Sakura dándole un tierno beso en la mejilla, causando que toda la cara del pequeño se volviera rojo cual tomate.

Cosa que preocupó a su hermana, mientras que a Sakura y Izumi solo pudieron soltó una pequeña risa por lo bajo.

- ¡Papá Izuka tiene la cara roja!- exclamó la pequeña asustada, corriendo hacia la sala.