Visitas Inesperadas

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En el momento que Cressida humilló a Pen de esa manera Eloise supo que no podía seguir siendo su amiga. Cuando la llevó a un lugar apartado de la gente pudo hablar con ella

-¿Porqué eres tan mala con ella? ¿Qué te ha hecho? -le dijo a Cressida furiosa

-En realidad no me ha hecho nada, pero ¿Porqué te importa tanto la fea del baile? O ¿no fue así como tú la llamaste cuando hablamos la primera vez? -Eloise sabía que eso era cierto que así le había llamado, tan horrible a la que fue su mejor amiga, antes jamás se hubiera permitido ni siquiera pensarlo.

-Sé que quizá sí lo hice por enojo, pero ella es como mi hermana, nos hemos enojado antes, pero no permitiré, que la humilles de esa manera.

-¿Enserio vas a dejar de hablar conmigo  por Penelope? -Lo dijo en un tono muy despectivo, el cuál enfureció aún más a Eloise.

-Sí, no sabrías entender que ella ha estado para mí y yo estaré para ella, no importa lo malo, eso hacen las amigas, aunque algo sí te debos agradecer, me acabas de abrir los ojos, debo disculparme con ella.-Recordó que Pen fue la única amiga que tenía cuando su padre murió y aunque eran pequeñas, ella siempre la escuchaba y la hacía sentir mejor, de hecho no solo a ella, también al tercer hermano Bridgerton

Salió de sus pensamientos cuando Cressida le dedico una mirada de desprecio y le dijo -Ja, quién diría una fea, siempre busca a otra fea.

Como era característico de Eloise no se quedaba callada -Pues Ja y Ja, Penelope a quien llamas fea, es ahora la Esmeralda de la Reina, mientras que yo llevo en sociedad un año menos que tú y he tenido dos propuestas matrimoniales, las cuales he rechazado, ahora dime ¿Quién es la fea del baile?

Cressida quedó muda ante las declaraciones de Eloise, en parte porque eran verdad y también porque una integrante de la familia Bridgerton la humillaba de nuevo, primero Colin rechazando un baile con ella para bailar con Penelope, después Daphne quitándole de pretendiente al Príncipe de Prusia y ahora Eloise dejando su amistad para ir con Penelope. No podía creer que Eloise prefería a Penelope aquella solterona que siempre estaba en un rincón sola y sin nadie que la sacará a bailar, más que los amables hermanos Bridgerton, por esa razón todos las conocían como "la fea del baile".

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Colin

Al día siguiente en el estudio, leí el panfleto de Lady Wistledown.

Querido y gentil lector:

Cuando cambia el curso de las cosas, puede ser repentino, feroz y mortal, en especial para los que no están preparados. A esta autora le parece que nuestra sociedad se mueve con la marea del cambio, sin duda. Mientras que otros se aferran fuertemente a aquello que ya conocen. Y ninguno más que nuestra Reina, quien aunque ahora cuenta con una Esmeralda, aunque aún tiene que elegir un diamante, está autora se pregunta si su indecisión es un síntoma de entereza o de miedo, si es lo segundo, el orgullo de sus pasados logros, no la beneficiarán, ya que nuestras debutantes, están listas para competir está temporada, su turno, Majestad. Me atrevo a decir que esta autora está lista para jugar también, no le temo al cambio, yo lo acepto.

Y luego hay otros que llevan su aceptación al cambio demasiado lejos, ahora el señor Colin Bridgerton, parece haber adoptado una personalidad totalmente nueva, pero debemos preguntarnos si este nuevo personaje en verdad es el o es una estratagema para llamar la atención, y el propio Señor Bridgerton ¿Lo sabrá?.

No me molestó tanto que escribiera esas cosas, pues al final podría negarlo, ya que aunque lo publico la escritora más famosa de Londres, solo lo había supuesto, lo que realmente me molestaba es que me hizo dudar de sí está nueva personalidad que aprendí en el extranjero me estaba agradando. Por supuesto ahora tenía admiradoras e incluso todos se mostraban más interesados en mis viajes, pero ahora no podía ser totalmente yo, Lady Wistledown lo había descubierto a decir verdad ni siquiera mi familia lo había visto por completo. Ahora me intrigaba saber quién era la famosa escritora que supo decifrarme sin conocerme, sabía que no había sido demasiado obvio, porque de haberlo sido mis hermanos mayores me lo habrían dicho o las señoritas debutantes no mostrarían demasiado interés.

Después de pensar en la disyuntiva de seguir así o volver a ser como antes, necesitaba hablar con la única persona con la que podía ser completamente yo, me disponía a ir a la casa Featherington, pero mire por la ventana y recordé que ahora había un pequeño detalle, Penelope ahora era la Esmeralda de la Reina, tenía visitas de más caballeros que la querían cortejar.

No podía llegar a la hora de cortejo, eso parecería una burla después de lo que hablamos, nos dejaría en mal a ambos, así que me senté a leer, mientras terminaba la hora del cortejo. De pronto cuando volví a ver a través de la ventana, cuando estaba por terminar el horario de cortejo, ví que llegó Lord Debling, con un hermoso ramo de flores, eran tulipanes rosas, los favoritos de Penelope, siempre me lo había dicho.

En ese momento sentí que el estómago se me revolvió y apreté mi puño con fuerza, pues algo no me convencía de aquel hombre, tenía que saber más sobre aquel hombre, pero en ese momento entró Eloise al estudio e interrumpió mis pensamientos.

-¿Aún hay muchos caballeros? -pregunto Eloise al ver que me asomaba por la ventana y veía hacia la casa Featherington.

-No, creo que solo queda uno.

-Perfecto, entonces en 10 minutos podré ir.

Eso me sorprendió, y captó toda mi atención, pues sabía que ellas habían tenido un problema -¿Ya está todo bien entre ustedes?

-Bueno, no, pero espero por lo menos aclarar algunas cosas, por eso iré, creo que quizá podamos ser amigas de nuevo, sé que no será como antes, pero podremos intentarlo, solo espero a que se vaya ese último caballero.

-¿Porqué esperas? Ve, es tu mejor amiga, debes ir ya, a Penelope no le molestará que estes presente en sus horas de cortejo -Lo dije casi empujándola para que fuera, porque la verdad es que así me enteraría de quién era Lord Debling.

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Eloise al haber sido técnicamente obligada a salir de su casa, se armó de valor y fue en ese momento con Penelope.

En la casa de Penelope, Lady Featherington estaba muy emocionada porque su hija jamás había tenido ningún pretendiente, y ahora, no solo tenía uno, sino que llegaba por lo menos uno cada hora. Cuando llegó Lord Debling, y lo anunciaron, Penelope sintió un alivio, porque aunque tenía ahora más de un pretendiente, con él había tenido más confianza y había sido ella misma, él le entrego el ramo de tulipanes, ella se sintió muy feliz, su mamá estaba de chaperona, habían pasado dos minutos cuando de nuevo entro Varley

-¿Otro cortejante, Varley? -Dijo Portia emocionada

Inesperadamente Varley dijo -No, mi señora, es la señorita Bridgerton

Penelope volteó rápidamente hacia Varley -¿Eloise? ¿Eloise Bridgerton? -ella solo asintió, Penelope miro hacía la puerta donde iba entrando Eloise.

-Buenas tardes -saludo amablemente Eloise mientras hacia una pequeña reverencia como era correspondiente.

-¡Buenas tardes, señorita Bridgerton! Que gusto tenerla por aquí, por favor tome asiento -dijo Portia sabiendo que su hija extrañaba a su amiga.

Penelope estaba sorprendida y nerviosa de ver a Eloise de nuevo en su casa, pero también sentía felicidad, porque sabía que si había ido, era porque había mejorado su relación o al menos bajado su enojo, estaba tan ocupada pensando en Eloise que se olvidó por completo de Lord Debling, él solo había estado dos minutos antes de que Eloise llegara y aún así notó el cambio y la tensión que había en el ambiente desde que ella llegó, por lo que decidió despedirse y darles espacio, con el pretexto de que había olvidado que tenía un compromiso, pretexto que Penelope entendió, solo lo usaba de excusa para dejarlas, así que le agradeció con una gran sonrisa.

-Varley, hay que preparar todo para la cena -así fue como Portia salió del salón y les dió privacidad, pues sabía que tenían que hablar

Lo Inesperado (Polin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora