¿Escuché bien?

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Colin le dijo a su madre que se sentía indispuesto, por supuesto fue una excusa para quedarse en casa, eran las 12:45 cuando les advirtió a sus sirvientes que no dijeran nada sobre la visita de la señorita Featherington o se las verían con él.

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Penelope

Me encontraba muy nerviosa, estaría a solas con Colin, solo una vez antes habían estado solos y fue el mismo día que él rompió mi corazón, estaba dudando en ir, pero pensé, -Esta vez no espero nada de él, solo me va a ayudar a llegar a mi objetivo, él es un amigo que se está compadeciendo de mí por mi complicación al hablar con los hombres -Entonces tomé el valor suficiente, y me dirigí a la casa Bridgerton con Rae, donde Colin la estaba esperando y le ordenó a sus lacayos nos dieran privacidad y se quedarán a hacerle compañía a Rae

-Penelope, esperaba con ansias tu visita

- ¿A sí?

-Por supuesto, siempre es un placer tenerte de visita

-Colin aquí nos pueden descubrir

-No te preocupes no hay nadie, solo están los sirvientes, pero ellos no dirán nada, aunque de cualquier forma, ve al estudio, enseguida voy

Únicamente seguí sus instrucciones, llegué al estudio, estaba completamente solo, así que caminé alrededor del estudio sin algún rumbo, cuando me llamo la atención su chaqueta, estaba en el respaldo de la silla frente al escritorio, aquella que usaba a menudo, después me giré frente al escritorio y vi un libro muy peculiar, era un libro amarillo, -este libro a mi mamá le encantaría -pensé, leí un poco la página en la que estaba abierto y decía: En Inglaterra. Aquí la arena forma ondulaciones que hacen variar su color entre tostado y blanco, y su textura es tan fina que se desliza por el pie descalzo como un susurro de seda. -Esta letra es de Colin, tengo que dejar de leer, sabía que tenía que dejar de hacerlo, pero algo en su escrito era atractivo, por lo que mi curiosidad pudo más y seguí leyendo -El agua es de un azul inimaginable en Inglaterra, verde esmeralda transparente con el reflejo del sol, azul cobalto oscuro cuando las nubes se apoderan del cielo. Y es cálida, sorprendente, asombrosamente cálida, como el agua para el baño que se ha calentado tal vez media hora antes.
El oleaje es suave; las pequeñas olas rompen y avanzan a lamer la playa formando un delgado encaje de espuma, haciendo hormiguear la piel y transformando la arena perfecta en un delicioso cojín de polvillo mojado que se desliza por entre los dedos hasta que llega otra ola y los limpia. Es fácil comprender por qué se dice que este es el lugar de nacimiento de Afrodita. A cada paso casi espero verla surgir del mar, como en el cuadro de Boticelli, perfectamente equilibrada sobre una gigantesca concha, sus largos cabellos dorados cayendo en cascada alrededor. Si alguna vez nació una mujer perfecta, seguro que este es el lugar donde nació. Y sin embargo…

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De pronto entro Colin y vió a Penelope leyendo su diario

-Fui a pedir... Pen... ¿Estabas leyendo mi diario?

-No.. yo no... Lo hice pero no debí

-Exacto, no debiste, esto no era para los ojos de nadie más -De pronto Colin al querer cerrar rápido el diario, no se fijo que estaba el abrecartas y se cortó la mano con el -¡Demonios!

-¡Colin! ¿Estás bien?

-Sí, solo me corté, no es nada

-Tienes sangre, claro que es grave

-Es solo una cortada

-No necesitas, puntos pero déjame vendarte -Colin no muy convencido, le extendió la mano contada y le dió su pañuelo, ella delicadamente le vendo la mano herida, nunca había tocado su mano sin guantes, normalmente al bailar ella traía guantes, por lo que al tocar sus manos, ambos sintieron que una energía electrizante les recorrió  todo el cuerpo, para ambos fue algo nuevo, eso nunca lo habían sentido -Perdón por leer tu diario sin tu permiso, pero tú escrito es muy bueno

-Disculpa si te asusté, por molestarme, pero nunca nadie lo había leído antes y creo que es porque me da pena, que alguien los lea y no le guste

-¿Estás jugando? -Dijo entusiasmada y le apretó la mano a Colin, por lo que hizo una mueca de dolor -Perdón, lo que quería decir es que escribes muy bien, al leer sentí que estaba en Inglaterra, pude imaginarme perfecto el como se sentía estar ahí, deberías publicarlo

-¿Eso crees?

-Por supuesto, para personas que no podemos viajar, sería increíble

-No lo había pensado

-Pues deberías considerarlo -Se soltaron las manos, pero ambos seguían considerablemente nerviosos

-Bueno viniste aquí a practicar y es lo que debemos hacer

-Sí, claro y ¿se supone que voy a flirtear con el chelista imaginario?

-No, con el pretendiente que acabas de conocer a lado de la mesa de las bebidas... Yo

-¿Tú?

-Soy la persona perfecta para practicar, ya me conoces, no te sentirás avergonzada

-Y justo por que te conozco me voy a sentir más avergonzada, si fuera tu hermano todavía, pero tú

-¿Benedict? ¿Por qué con el sí? -Reconoció que eran celos hacia su hermano, por la confianza que ahora habían creado él y Penelope -Bueno olvídalo, olvida que me conoces y olvida lo que está bien o lo que está mal, simplemente dime lo que me dirías, si yo fuera un pretendiente

-Esta bien... Tus ojos son de un asombroso color azul, pero de algún modo, brillan más cuando eres gentil

Colin

Nuestras miradas chocaron, de pronto la ví diferente, hace tiempo me había dado cuenta que ya no era una dulce y tierna niña, como la había conocido, pero tampoco había cambiado mucho, simplemente ahora ya era una mujer, hermosa, siempre lo había sido y siempre lo supe, solo que en ese momento se magnifico, sus ojos, esos ojos azules que siempre me daban calma, como cuando estaba en el mar, su suave y delicada piel, parecía una muñeca de porcelana y sus labios, ¿Será que nunca les había puesto atención? Esos labios eran hermosos, perfectamente besables ¿Qué? ¿Quería besar a Pen? No podía pensar eso, ¡ella es Pen!, ella es mi amiga, mi mejor amiga, no puedo pensar eso

-Colin, ¿Esta todo bien?

Simplemente ahora no podía formular las palabras, ahora solo quería besarla -N..no

-¿Qué pasa? ¿Te duele la herida?

Las palabras aunque tartamudeaba empezaron a salir de mi boca -No, Pen yo... ¿Podría.... ¿Podría darte un beso? -¿Qué acabo de decir? ¿Pensé en voz alta? Ni siquiera a Marina le pedí un beso, ¿Porqué quiero besar a Pen? No, no solo quiero, necesito besarla, no importa que pasé, no puedo morir sin besarla

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-¿Qué? -Ella simplemente no podía creer lo que acababa de escuchar

Ya lo había dicho y no podía retractarse ahora -¿Po.. podría besarte?

Penelope nunca lo había oído tartamudear antes, y aunque ahora tenía más pretendientes, Colin era el hombre al que le pertenecía su corazón, así que tenía que cumplir el deseo de su corazón -Sí, está bien

Colin rápidamente cerró la distancia entre ellos con su mano sana tomo su mejilla, y cortó la distancia, podían sentir el aliento del otro, ella simplemente se quedó quieta, cuando tocó sus labios con los suyos, empezó delicadamente cuando se dió cuenta que ella se había quedado inmóvil

-Pen, ¿Podrías besarme también? Un beso es para dos

Penelope empezó a seguir el ritmo de Colin y ya habían pasado de un beso delicado a un beso apasionado, él empezó a lamer las comisuras de sus labios con su lengua y mordía levemente sus labios, ella comenzó a imitar sus movimientos hasta que de pronto se escuchó que llamaron a la puerta, eran los sirvientes con bocadillos. Ambos tenían la respiración sumamente agitada por lo que Penelope decidió irse

-Creo que tengo que irme

-Eee.. está bien, ¿Te veo en el baile de mañana?

-Por supuesto, te veo mañana

Lo Inesperado (Polin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora