27 | desde la primer vez

168 28 3
                                    

El camino hacia el bosque era silencioso, solo interrumpido por el crujir de las hojas bajo sus pies. Hyunjin y Jeongin caminaban lado a lado, la tensión entre ellos palpable en el aire fresco de la noche. La luna iluminaba el sendero, creando sombras danzantes que parecían seguirlos.

Finalmente, llegaron a un claro que Jeongin reconocía perfectamente. Su corazón se aceleró al instante, y una mezcla de nostalgia y tristeza lo invadió. No quería llorar, pero era casi imposible contener las emociones que lo abrumaban.

Hyunjin, notando su reacción, rompió el silencio. —¿Recuerdas la primera vez que me trajiste aquí?

Jeongin asintió, su voz apenas un susurro. —Sí… lo recuerdo.

—Una de las cosas que jamás podré olvidar es este bosque —continuó Hyunjin—. Fue la primera vez que me dijiste que no querías dejar de ver mis ojos.

Las palabras de Hyunjin resonaron en la mente de Jeongin como un eco doloroso. Quería gritar, llorar y abrazarlo al mismo tiempo. La vulnerabilidad de ese momento lo dejaba expuesto, y no sabía cómo manejarlo.

Hyunjin, sintiendo la intensidad del momento, tomó la mano de Jeongin nuevamente y lo arrastró corriendo hacia el claro. Las luciérnagas comenzaron a despertar, iluminando el espacio a su alrededor. Era como si las estrellas hubieran descendido para rodearlos.

Hyunjin lo tomó de la cintura, acercándolo más a él. Con una mirada profunda y sincera, le dijo: —Por favor, no quiero dejar de ver tus ojos.

Jeongin sintió un nudo en la garganta y, con la voz quebrada, respondió: —No porque me traigas aquí crees que te voy a perdonar. Todo esto solo es aferrarse al pasado. Ya no siento lo mismo.

Hyunjin negó con la cabeza, su corazón latiendo con fuerza. —Estás mintiendo. En el fondo sabes que aún sentimos lo mismo.

Jeongin se apartó ligeramente, sintiendo cómo la angustia crecía en su pecho. —No puedes hacerme esto, Hyunjin. No ahora… justo cuando he logrado salir adelante.

—Pero yo no pude —respondió Hyunjin con sinceridad—. Hay una diferencia entre nosotros. Siempre me sentí culpable por lo que pasó.

Las lágrimas comenzaron a deslizarse por las mejillas de Jeongin mientras escuchaba las palabras de Hyunjin. Recordaba claramente aquellos momentos de dolor y soledad.

Hyunjin continuó: —Una y otra vez, aquella imagen de ti llorando en la oscuridad se repite en mi mente. No quiero volver a  perderte.

Sin pensarlo más, Hyunjin se inclinó y lo besó. Fue un beso lleno de cariño, un abrazo de almas que habían estado separadas demasiado tiempo. La intensidad del momento los envolvió, como si todo el dolor y la confusión se desvanecieran por un instante.

Jeongin respondió al beso con desesperación, como si estuviera bebiendo de una fuente que había anhelado durante tanto tiempo. Todo lo que había guardado en su corazón estaba surgiendo en ese contacto tan esperado.

Cuando finalmente se separaron, ambos respiraban pesadamente, sus frentes tocándose suavemente mientras la realidad comenzaba a asentarse entre ellos.

—Hyunjin… —comenzó Jeongin, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.

—No digas nada aún —interrumpió Hyunjin—. Solo quiero que estemos aquí, juntos, por un momento más.

Jeongin cerró los ojos, dejando que esa conexión los envolviera nuevamente. Sabía que las palabras tendrían que llegar tarde o temprano, pero por ahora, lo único que importaba era el calor del abrazo y el brillo de las luciérnagas alrededor de ellos.

Romeo y...¿Jeongin? | HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora