Amor y Destrucción (Beelzebub x Lectora)

Capítulo 3

Después de que el anunciador presentó a Jack, comenzó a hablar sobre su oponente. Su voz se volvió más animada y llena de orgullo mientras decía -¡Y ahora, el hombre que ascendió al estatus mitad hombre y mitad Dios, uno que derroto monstruos y a las fuerzas del caos ¡Hércules!

La gente estalló en risas y aplausos, tanto dioses como humanos.
El entusiasmo y la euforia eran abrumadores, y me molestaba profundamente ver cómo celebraban a Hércules con tanta alegría, ignorando las circunstancias que rodeaban a Jack.

Sentí una oleada de frustración y enojo crecer dentro de mí, y de repente, la voz que había estado tratando de entender me volvió a abrumar.
La confusión y el dolor se intensificaron, y no pude evitar caer al suelo, temblando y con lágrimas en los ojos.

Goll y Brunhilde se apresuraron a mi lado, preocupadas. Goll me tomó de la mano con gentileza. -¡(T/N), ¿estás bien? -preguntó, su voz llena de preocupación.

Brunhilde se inclinó hacia mí, su expresión era seria pero calmada. -Debes mantenerte fuerte -Ella no sabia lo que me sucedia, era claro.

Luché por recuperar el aliento, asintiendo lentamente mientras intentaba comprender la confusión en mi mente -No puedo soportar ver cómo los humanos celebran a Hércules... Mientras... -mi voz se quebró-. Todo es tan injusto...

Goll intentó calmarme con una voz suave. -Lo sé, (T/N). La situación es difícil, pero ahora mismo, necesitamos mantenernos firmes y esperar.
No pude soportar más la frustración y el dolor, la confusión me envolvió por completo, y antes de desmayarme, logré echar un último vistazo hacia Jack.

Cuando recuperé la conciencia, me encontré en una habitación diferente, mucho más grande y elegante que la anterior, la luz era suave y cálida, y el lugar tenía un aire de sofisticación y tranquilidad.
Miré a mi alrededor, tratando de entender qué había pasado, pero no encontré a ninguna de las Valkyrias, ni a Goll ni a Brunhilde, me sentía perdida.

La puerta se abrió, pero no vi a nadie al otro lado, desconcertada, me levanté y me dirigí a la puerta, cerrándola tras de mí, decidí salir en busca de alguna de las Valkyrias, pero el lugar era tan grande que me resultaba imposible orientarme.
Sin éxito, terminé de nuevo en la fuente del jardín.

Me senté cerca de la fuente, tratando de despejar mi mente mientras lo hacía, noté a lo lejos a un chico caminando por uno de los pasillos, llevaba ropa que parecía de sacerdote, algo similar a la vestimenta religiosa, pero con sus ojos rojos claramente no era humano, se detuvo cuando me vio y, al cruzar nuestras miradas, experimenté la misma sensación inquietante que había sentido con esa voz y esos susurros.
Pero, al volver a mirar hacia el pasillo, el chico ya no estaba me quedé allí, perpleja, preguntándome qué estaba pasando.

Seguí sentada cerca de la fuente hasta que sentí una mano en mi hombro, me di la vuelta y vi a un chico con cabello verde y ojos morados, me tocó el pelo como si estuviera estudiándome, me levanté de un salto, asustada, y él se rió al ver mi reacción.

-Oh, disculpa, pequeña humana. Supongo que no me conoces. Soy Loki, el dios de las travesuras -dijo con una sonrisa burlona.

Lo miré, confundida. ¿Qué hacía un dios hablando conmigo?

-¿Loki? ¿El dios de las travesuras? -pregunté, todavía en shock-. ¿Qué haces aquí? ¿Y por qué estás hablando conmigo?

Loki se encogió de hombros con aire despreocupado.

-Este lugar está lleno de eventos interesantes y, siendo un dios, tengo cierta curiosidad, te vi sola y decidí acercarme, no es común encontrar a alguien tan perturbada por lo que está sucediendo.