En el enigmático Valhalla, T/N, una joven que lucha por desenterrar los recuerdos de una infancia envuelta en sombras, se encuentra con Beelzebub, un ser temido por su fría indiferencia, intrigado por su búsqueda de la verdad, él se acerca, pero una...
¿Por qué siento esto? ¿No debería sentirme atraída por el peligro que irradian los demás? ¿Está bien sentirme así?
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Pov T/N
Sentí un nudo en la garganta pero me decidí a hablar necesitaba compartir esta parte de mi pasado... algo que jamás habría imaginado contarlo después de mucho tiempo....
-Mi madre... -susurré, con la voz apenas audible- no era solo una bruja.. Lideraba uno de los aquelarres más poderosos de Londres.... Todo era un secreto pero los que sabían de ella... la temían.... Y no los culpo...
Vi cómo Beelzebub alzaba ligeramente una ceja prestando atención.
-Tenía doce años -continué fijando la vista en un punto vacío-. Fui a comprar plantas con mi hermana y cuando volvimos... mi madre estaba en un trance.. Algo que nunca había visto antes.. ni siquiera en los rituales más oscuros... No sabía que lo que la poseía acabaría con su vida... ni que esa misma entidad haria lo mismo con mi hermana.
Beelzebub inclinó la cabeza, sin mostrar simpatía. -¿Tu hermana? -preguntó.
Asentí cerrando los ojos un instante... El terror frío aún me atravesaba. -Después de su muerte de mi madre.. intentamos repetir sus rituales... No funcionó... no sabíamos lo suficiente... Mi madre... nos protegió incluso después pero... cayó en el satanismo... Los demonios la destruyeron.
Beelzebub permaneció quieto sentía como si estuviera evaluando mis palabras.
-Guardamos sus libros... sellados durante años -admití.
-¿Y qué cambió? -preguntó suavemente.
-Los abrí cuando cumplí la mayoría de edad... Y entonces... las escuché por primera vez... Las voces... -Mi voz temblaba-. Voces que me destrozaban... No entendía por qué yo podía oírlas y mi hermana no.... Fue entonces cuando le pregunté qué había visto aquel día... y su respuesta...
Una lágrima se deslizó por mi mejilla, pero la limpié rápidamente... No quería mostrar debilidad frente a él...
-Mi hermana... sacrificó todo por una promesa vacía... El demonio le prometió que me protegería... Pero esas voces... nunca se han ido...
Beelzebub guardó silencio pero había algo en sus ojos... Era la comprensión que no esperaba...
-Siempre fuiste fuerte -murmuró -. Ahora entiendo de dónde viene esa fuerza.
Lo miré sorprendida por la suavidad de su tono... Por un momento sentí alivio, aunque sabía que el peso jamás se iría del todo.
Entonces rompió el silencio. -¿Y ese demonio? ¿Cómo era?
Fruncí el ceño, intentando recordar entre sombras y caos.
-No lo sé... no puedo verlo claramente... Pero en mis sueños... siempre lo siento... Es como una sombra una presencia... helada.... Me toma por el cuello y... antes de despertar susurra un nombre...
