Capítulo 4

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Miedo...

Abismo...

Muerte...

Gula...

¿Cómo había llegado a este punto?

Cuando desvanaci viendo la cara de aquel dios, me quede en un sueño o al parecer eso era..

-Recuerdos de (T/N)-

En la época victoriana, se rumoraba que la madre de (T/N) practicaba brujería, aunque la brujería ya no era castigada con la severidad de épocas anteriores, las miradas llenas de desprecio y miedo seguían siendo constantes.
Para (T/N) y su hermana, caminar por las calles de Londres significaba recibir esos juicios silenciosos de los vecinos.

— ¿Por qué nos miran mal, hermana? —preguntó (T/N).

Su hermana, siempre tranquila y paciente, suspiró antes de responderle, tratando de elegir las palabras adecuadas.
— No les hagas caso, (T/N), la gente no entiende lo que mamá hace, tienen miedo de lo que no conocen.

(T/N) frunció el ceño, todavía incapaz de comprender por qué los habitantes de Londres parecían tan hostiles hacia ellas, sin embargo, decidió seguir el consejo de su hermana mayor, aunque la inquietud seguía presente.

Más tarde, cuando regresó a casa después de recolectar las plantas medicinales que su madre le había pedido, (T/N) sintió que algo no estaba bien, el aire era pesado, y un silencio incómodo llenaba la casa, al bajar al sótano, donde su madre realizaba sus rituales, la pequeña la vio en medio de uno de sus trances, los ojos de su madre estaban en blanco, y su rostro parecía poseído por una presencia ajena.

— Mamá... —(T/N) susurró, dando un paso adelante con miedo.

La madre no respondió, su cuerpo se movía en espasmos ligeros, mientras murmuraba palabras que la niña no entendía.

(T/N) se acercó más, su corazón latiendo con fuerza en el pecho.

— ¡Mamá, por favor! —gritó desesperada, tratando de sacarla de aquel trance.

De repente, la madre giró la cabeza hacia ella, pero no era su madre la que la miraba, sus ojos seguían en blanco, y una sonrisa macabra apareció en su rostro.
(T/N) retrocedió rápidamente, tropezando y cayendo en una esquina del sótano, mientras el miedo la paralizaba.

— No debiste hacerlo... —susurró la voz de su madre, aunque sonaba diferente, más profunda, casi inhumana.

(T/N) se quedó acurrucada, observando con horror cómo su madre, o lo que sea que la estaba controlando, continuaba con su ritual.
Después de unos minutos, la madre de (T/N) salió del trance, pero no era la misma, su rostro reflejaba una mezcla de enojo y miedo.

— ¿Qué hiciste, (T/N)? ¡Te dije muchas veces que no debías interferir! —exclamó, con la voz temblorosa —.A ti y a tu herma...

De repente, algo cambió en el ambiente, una sombra oscura, que parecía surgir del mismo aire, se formó detrás de la madre de (T/N), la pequeña observó con horror cómo esa sombra atravesaba el pecho de su madre, la mujer se quedó inmóvil, y su expresión de sorpresa y dolor se quedó grabada en la mente de (T/N).

Sin poder procesar lo que estaba ocurriendo, (T/N) hizo lo único que su instinto le decia, correr, salió del sótano a toda prisa, con el corazón acelerado y las lágrimas nublándole la vista, aquella cosa... lo que fuera que había controlado a su madre... la había matado.

Amor y Destrucción (Beelzebub x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora