El Poeta Perdido / Capitulo 11

20 9 1
                                    



-MARIO, SOLO OLVÍDAME, VETE TRANQUILO. Dice Coraline.

-No me iré y lo sabes. Así que no me lo pidas. Respondo.

-Mijo, así es, ve por ella. Dice mi abuelo.

- ¡CUIDATE MUCHO MI AMOR! Dice Margaret.

-Lo harás bien. Dice mi abuela al sonreír.

- ¡ME ESTÁS LASTIMANDO ABUELO! Dice Coraline.

-Primo ¿Qué esperas? Añade Caín.

-Todo depende de ti. Dice Joel.

-Bro, confía en tu instinto. Dice Jotape.

[GRITOS DE DOLOR]

Despierto completamente asustado, no me gustó para nada este sueño, como todos, este fue muy real, pero la distinción es que este todos dicen que debo ir tras ella, tengo la intuición, pero por miedo a experiencias pasadas, tengo miedo a oírla, tengo miedo a seguirla y tengo miedo a vivirla.

Una de los traumas que tengo, es seguir mi instinto sabiendo que todo iba a terminar, como con mis abuelos, con amigos, con mi familia. Pero hoy tomé la decisión de dejar de vivir en automático, es mi vida y tengo que vivir acorde a lo que crea correcto. La vida me ha estado haciendo cortos, mis demonios han estado hablando muy de cerca de mi oído, he querido dejar todo a un lado, pero no es lo que quiero, tomaré las riendas de mi vida, quiero vivir y es absurdo no tener miedo, pero si me equivoco me levantaré.

Miro el reloj y son las 3am de la madrugada, sin pensarlo y de manera fugaz me cambié y me dispuse a salir en busca de Coraline. Le hice caso a mi destino. Ahí estoy, simplemente viviendo, viviendo por placer y no por obligación. Es momento de pensar en cosas positivas, aunque sé que las probabilidades eran mínimas. Cayendo en la cruda realidad, me quedo estático y esta vez no por mis episodios, sino por miedo, miedo a ser atracado, debatiendo si seguir o no, dejé a un lado mi discernimiento y seguí caminando por instinto.

En la puerta de su casa, se escucha un llanto profundo de resignación y dolor absoluto proveniente de Coraline, mi corazón bombea cada vez más fuerte y me dispongo a derribar la puerta, totalmente limitado por mi herida, pero sin rienda alguna solo tiro la puerta abajo.

Ahí estaba ella, amarrada y golpeada con un trapo que cubre su boca, con una mirada que anhelaba eutanasia, la cual, rápidamente cambió cuando me vio derribar la puerta, con esperanza y con poca fuerza solo respiró de tranquilidad, pero al mismo tiempo, mucho temor por lo que pasaría a continuación.

-Claro, invitaste a tu noviecito. Dice su abuelo mientras ríe.

-No debiste venir muchacho, pero ahora que descubriste todo no puedo dejar cabos sueltos. Añade mientras rápidamente agarra el arma.

-No tienes que hacer eso. Digo al cubrirme con la pared al escuchar el disparo.

- ¡NO! Dice inentendible Coraline al sollozar.

Siento un silencio por parte de su abuelo, seguido del llanto incontrolable de Coraline. Acto seguido escucho pasos cada vez más cerca de mí.

[DISPARO]

- Deja de esconderte. Dice su abuelo.

En completo silencio y sin algún plan intento acercarme a ella. Sigilosamente me desplazo por el piso aprovechando los puntos ciegos de su abuelo. Cuando estoy a distancia prudente de ella, me acerco para quitarle el trapo de la boca e intentar desamarrarla, primeramente, intento desatarla, al ver el nudo tan complicado le quito el trapo de la boca, mirándola fijamente y sin decir absolutamente de alguna manera u otra le transmito tranquilidad. Una sonrisa a causa de los nervios y sus ojos con una alegría inexplicable, lo cual cambia de manera instantánea.

El poeta perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora