Capítulo 4

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El sol se filtraba suavemente a través de las ventanas del aula mientras los estudiantes se acomodaban en sus asientos, susurrando entre ellos sobre la llegada de una nueva profesora. Soyeon y Yuqi estaban sentadas en sus lugares habituales, con Soyeon aún irradiando la energía positiva que había recuperado después de su recuperación.

La puerta del aula se abrió con un suave crujido, y una mujer elegante entró, captando de inmediato la atención de todos. Su presencia era imponente, y sus ojos brillaban con determinación. Vestía un uniforme ajustado, negro con detalles en plata.

-Buenos días, clase -dijo con una voz clara y firme, que resonó en el aula-. Mi nombre es Shuhua, y seré su nueva maestra de combate y protección.

Los estudiantes la miraron con curiosidad, conscientes de que la situación reciente con los ataques había provocado este cambio en su plan de estudios. Shuhua continuó hablando mientras caminaba por el frente del aula, sus pasos resonando en el silencio expectante.

-Debido a los recientes incidentes -continuó-, la academia ha decidido que es necesario reforzar su entrenamiento en defensa y combate. Mi objetivo es asegurarme de que cada uno de ustedes esté preparado para enfrentar cualquier amenaza, ya sea dentro o fuera de estos muros.

Soyeon, siempre ansiosa por aprender, sintió un ligero escalofrío de emoción ante la perspectiva de mejorar sus habilidades. Yuqi, por otro lado, miró a Shuhua con una mezcla de interés y desafío, decidida a demostrar su capacidad.

Shuhua se detuvo frente a la clase, con los brazos cruzados.

-No habrá excepciones en mi clase. Todos serán evaluados por igual, y todos deberán demostrar su valía. Comenzaremos con evaluaciones individuales para entender su nivel actual. Prepárense para trabajar duro.

Con esas palabras, el ambiente en el aula se volvió más tenso, y los estudiantes intercambiaron miradas nerviosas y expectantes. Soyeon y Yuqi, aunque con diferentes motivos, se miraron con una determinación compartida. Sabían que este nuevo desafío no solo pondría a prueba sus habilidades, sino que también podría cambiar la dinámica entre ellas y sus compañeros.

Shuhua hizo una pausa, mirando a cada estudiante a los ojos antes de terminar su introducción:

-Ahora, levántense y sigan mis instrucciones. Hoy es el primer día de su verdadero entrenamiento.

La clase de combate y protección estaba en pleno apogeo. Shuhua, la nueva profesora, se movía con una rapidez asombrosa, lanzando ataques sorpresa a los estudiantes para evaluar sus reflejos y habilidades. Algunos lograron esquivar sus golpes o conjurar protecciones a tiempo, mientras que otros fallaron, quedando atónitos por la velocidad de la maestra.

Cuando llegó el turno de Soyeon, la clase estaba en silencio, todos observando con atención. Shuhua se preparó, evaluando a Soyeon con una mirada crítica antes de lanzar un hechizo rápido, dirigido directamente a ella. Pero antes de que el ataque pudiera alcanzarla, un campo de fuerza invisible se materializó alrededor de Soyeon, desviando el hechizo hacia una ventana cercana que estalló en pedazos.

El aula quedó en silencio, con los estudiantes mirando asombrados la escena. Shuhua frunció el ceño, claramente sorprendida. No había esperado que Soyeon tuviera una defensa tan poderosa a su disposición. Decidida a investigar, Shuhua extendió la mano y realizó un rápido escaneo mágico sobre Soyeon. Inmediatamente, el collar que Soyeon llevaba al cuello emitió un suave brillo, revelando su origen.

-Ese collar -dijo Shuhua, fijando su mirada en él-. El hechizo con el que está imbuido es muy poderoso y está fuertemente enlazado a ti. ¿Quién te lo entregó?

Soyeon, sintiéndose un poco nerviosa bajo la intensa mirada de Shuhua, respondió con sinceridad.

-No lo sé con certeza, profesora. Alguien anónimo me lo entregó.

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