Cuando bajamos las escaleras, el olor a comida casera llenaba la casa de Lukas. La madera crujía bajo nuestros pies, y mi estómago rugía de anticipación. La cocina estaba llena de luz y el sonido de las risas de su familia me hacía sentir acogida.
La señora Adri, la mamá de Lukas, nos recibió con una sonrisa cálida, pero no tardó mucho en enfocarse en mí con una mirada interrogante, mientras nos servía la comida.
—Miranda, cuéntame, ¿cómo se ha estado portando Lukas contigo? —preguntó, medio en broma, medio en serio, mientras le servía una generosa porción de comida en su plato.
Me reí nerviosamente, mirando a Lukas, que simplemente se encogió de hombros con una sonrisa.
—Se ha portado muy bien —respondí, y aunque intenté sonar casual, sentí mis mejillas enrojecerse. Era imposible no sentirse un poco intimidada bajo la mirada curiosa de su madre, pero no porque me diera miedo, si no porque su mamá esta super guapa.
De repente, su hermana, quien había estado escuchando con una sonrisa traviesa, intervino.
—Mamá, si supieras... Lukas no para de hablar de Miranda todo el día. Es como si no existiera nada más en su mundo —dijo, riéndose mientras le daba un golpecito juguetón en el brazo a su hermano.
Lukas puso los ojos en blanco y negó con la cabeza, pero no pudo evitar sonreír. Yo sentí una mezcla de vergüenza y alegría. Era lindo saber que significaba tanto para él.
Después de comer, la señora Adri trajo a la mesa un plato de galletas caseras y un pastel que se veía increíble.
—Espero te gusten, los hicimos con mucho amor —dijo, con una sonrisa orgullosa mientras nos acercaba los platos.
Probé un bocado y mis ojos se iluminaron.
—¡Esto está delicioso! —exclamé, sinceramente impresionada. La señora Adri sonrió, satisfecha con mi reacción.
Nos quedamos charlando un buen rato, la conversación fluyendo de un tema a otro. El tiempo pasó volando, y cuando miré el reloj, me di cuenta de que era hora de irme.
—Lukas, tengo que irme, no quiero preocupar a Fede —le dije, un poco apenada de tener que romper la armonía del momento.
Lukas me miró con ojos suplicantes.
—Quédate un rato más, por favor —dijo, tomando mi mano suavemente.
—Lo siento, de verdad, pero ya es tarde —respondí, tratando de resistirme a la tentación de quedarme más tiempo. Sabía que si me quedaba más, la despedida sería aún más difícil.
—Al menos déjame llevarte a casa —dijo, y esta vez, su tono era más serio.
Asentí, agradecida por su insistencia. Nos despedimos de su familia y salimos de la casa. El cielo estaba un poco nublado, pero no me importó. Estaba feliz de estar con Lukas.
Caminamos por las calles, nuestros pasos sincronizados, mientras ambos compartíamos un par de audífonos y escuchábamos a The Neighbourd. La música creaba una burbuja a nuestro alrededor, aislándonos del mundo exterior.
—Podré olvidar todo pero nunca lo mucho que amas a esta banda —le dije, sonriendo mientras la música seguía sonando.
Lukas me miró con una sonrisa cómplice.
—Y yo me podré olvidarme de todo, menos del amor que siento por ti —respondió, sus ojos brillando con un afecto sincero.
La respuesta de Lukas hizo que mi corazón latiera más rápido. Era difícil no sonreír como una tonta con sus palabras resonando en mi cabeza. Seguimos caminando, perdiéndonos en la música y en la compañía del otro, como si el mundo fuera solo nuestro.
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Aún sigo aqui - Lukas Urkijo #2
Фанфик"No importa cuántas veces necesite hacerlo, te volveré a conquistar, una y otra vez, hasta que recuerdes quiénes somos y nos enamoremos de nuevo, como la primera vez, pero esta vez, haré que todo sea perfecto." Segunda parte de " People you know " �...