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Mientras íbamos camino a la casa de los abuelos de Roberto, yo no podía parar de sentirme nerviosa, era la primera vez que conocía a su familia y solo iba con la idea de causar una buena impresión

—¿Hay algo que deba saber antes de llegar?.— me animé a cuestionar y me miró de reojo mientras conducía

—Nada, solo somos una familia normal.— intentó tranquilizarme 

—Necesito preparar mi papel.— indiqué y frenó de golpe 

—No mames ______.— dijo notablemente con aquel tono burlón —No todo en la vida son personajes, solo sé tú misma y ya verás que los vas a cautivar.— 

—¿Seguro?.— cuestioné y asintió mientras volvía a arrancar el auto para continuar con el camino —¿Solo estará tu mamá y tus abuelos?.— 

—¿Querías un evento más grande?.— preguntó —Puedo llamarle a mi primo y a más personas, si quieres público te puedo juntar al menos a 10 personas.— 

Negué rápidamente, mientras menos personas hubieran estaría mejor

—Los amarás y ellos te amarán.— aseguró sonriente —Despeja tu mente, deja de creer que hay posibilidades malas, solo es una reunión.— 

—Tengo fé en que nada saldrá mal.— dije —Últimamente soy experta en arruinar las cosas.— 

—Yo no creo eso.— avisó —Para mí lo estás haciendo genial.— 

Roberto aún no sabía de todo lo que había pasado en mi audición, claro que sabía que había ido a una, pero no le había contado como había terminado ese asunto. Incluso ya había ido a mi segundo llamado, pero aún no había tenido noticias al respecto, empezaba a pensar que no me habían seleccionado y eso me hacía dudar de mi talento 

No dije nada más, solo concentré mi atención en la música que estaba reproduciéndose. Quizás mi novio venía de una familia linda y por eso no entendía lo que yo sentía en este momento, el concepto que yo tenía de "familia" era totalmente opuesto así que me daba pánico 

Cuando menos lo esperé estacionó el auto y se bajó, miré que ya habíamos llegado así que también bajé. Miré como sacó algunos refrescos y una bolsa, sabía que eso era para no llegar con las manos vacías, tal vez también debí traer algo.

Dejé que se adelantara un poco y lo seguí hasta que noté que le abrieron la puerta, ambos entramos siendo saludados primero por un señor que supuse que era su abuelo, a primera vista me sentí un poco intimidada, pero después al escucharlo hablar con Roberto supe que sería bastante agradable 

—¿La señorita que se esconde detrás de ti no piensa saludar?.— cuestionó su abuelo provocando que Beto se moviera un poco para dejar de cubrirme 

—Mucho gusto, soy _____.— saludé un poco tímida, en este momento se me había olvidado hasta como presentarme 

—Mi novia.— añadió Roberto como si estuviera orgulloso de poner aquel detalle en la plática, su abuelo sonrió 

—Pueden ir a sentarse, buscaré a tu mamá.— se dirigió a mi novio y él asintió 

Roberto dejó las cosas que aún cargaba sobre la mesa del comedor y tomó mi mano para jalarme hasta la sala, ambos nos sentamos en los sillones y fue imposible no pasar mi mirada por los detalles que habían, sin duda este espacio me hacía pensar en un auténtico hogar familiar, tan solo estar aquí me hacía sentir que pertenecía a algún lugar... la vibra era sin duda hermosa 

—Pareces sorprendida.— me sacó de mis pensamientos —¿Qué piensas?.— 

 —Sonaré ridícula.— reí un poco —Pero con tan solo ver la casa de tus abuelos me siento bien, ni siquiera los conozco, aunque me siento en paz.—

—Yo también me siento en paz cuando estoy aquí, pero yo si tengo una buena razón, son mis abuelos.— se burló pero mantuvo una linda sonrisa en su rostro —Me pone feliz que ya te sientas más calmada.— 

Una voz femenina que llamó a mi novio se escuchó desde la cocina, básicamente le dijeron que ayudara a "poner la mesa" para comer, mi novio se levantó así que lo imité 

—Te ayudo.— dije, no quería quedarme sola, él asintió 

Caminó hasta la cocina, yo me mantenía como su sombra. Me empezó a dar algunas cosas para ponerlas en la mesa, yo simplemente lo pasaba, jamás había acomodado una mesa para más de dos personas, me emocioné de nuevo aunque fueran pequeños detalles 

—Que linda muñequita.— me giré un poco para ver a la abuela de Roberto, se veía como una señora muy amable, solo sonreí —Te llegué a ver en algunas novelas, pero eras una niña chiquita.— 

Roberto solo miraba aquella escena mientras yo me acercaba a su abuelita, me daba la suficiente confianza para hablar con ella 

—Tiene una casa preciosa.— halagué y ella sonrió agradecida —Y un nieto hermoso también.— añadí provocando ahora una risa de su parte 

—Siéntate mientras Roberto termina de acomodar las cosas.— ofreció y asentí 

—Que también ayude.— se metió mi novio y lo miré mal —Bueno, yo lo termino.— se resignó 

Él siguió acomodando las cosas en la mesa mientras yo me sentaba y lo miraba de la manera más burlona que podía, verlo hacer todo con ese ligero tono de berrinche era bastante divertido 









(.....)

Horas pasaron, todo había sido increíble con su familia, ahora entendía porque Roberto era tan lindo, su familia era genial en todos los aspectos, le pediría que me invitara más seguido 

—¿Te divertiste?.— cuestionó cuando estábamos de nuevo en el auto, el cielo ya era oscuro por la noche 

—Bastante.— sonreí —Jamás en mi vida había comido tan rico.— 

Beto empezó a reír por mi comentario 

—Lo noté, ¿qué fue eso de pedir 6 enchiladas?.— cuestionó y lo miré mal —Todavía pensé que no te las acabarías.—

—Siempre me controlaron mi comida, amo poder comer lo que quiera, además comer en familia por primera vez fue increíble.— sonreí —No es mi culpa que estés de envidioso porque tú andas en régimen alimenticio y no pudiste comer lo mismo.—

—Literal fuiste a comer, ni siquiera preguntaste como se llamaban mis abuelos, solo los empezaste a llamar "abuela" y "abuelo".— se burló —No estoy de envidioso, solo me parece curioso.—

—No sé porque, pero desde que vi a tu abuelita pensé que se llamaba Marta.— confesé y empezó a reír —Igual me gusta más llamarla abuela, quiero que ellos sean parte de mi familia así como ya te considero a ti la persona con la que quiero seguir compartiendo mi vida.—

Las cosas iban bastante bien por ahora, tenía bastante miedo de que esta felicidad fuera pasajera 

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora