El mes de octubre llegaba y con ello, los proyectos finales. Era un tiempo en el que los universitarios tenían que sentar cabeza y concentrarse completamente en el estudio y exámenes a realizar.
Pero ese no era el caso de Izuku.
Izuku estaba en todo menos en los estudios. Su concentración, tiempo y atención residían en su novio, persona que hace meses atrás conoció en una partida de Mario Kart, se desvelaron múltiples veces chateando en conversaciones sin sentido y siendo dos seres humanos de espíritu competitivo.
Y tan solo hace un tiempo, la vida lo mando a volar diciéndole que su amado novio era su amigo, Katsuki Bakugo.
Ok, se repetía. Realmente no es una molestia.
¿Bromeas?
El rubio es un papucho, tanto así que hasta un ciego se daría cuenta. Alto, inteligente, atlético, de excelente cuerpo y semblante que hipnotiza. Pueda ser que su personalidad, carácter o temperamento fueran una porquería, pero Izuku conoce a la persona detrás de esa fachada.
Conoce que su novio le teme a las arañas. Conoce que su novio odia a Taylor Swift y ama a Lady Gaga. Conoce que su novio lloro la muerte de su Lorito Pepe. Conoce la cicatriz que tiene en la cadera ya que cuando era niño manejando bicicleta dobló y chocó. Conoce que no le gusta el agua calienta, adora el agua fría en su cuerpo. Conoce el sueño familiar de tener tres gatos. Conoce que tan solo el día de ayer, se cortó el dedo índice.
Conoce eso, y más.
Katsuki era todo un parlanchin en chat. Usualmente le contaba todo lo que hacía y poco a poco iba adentrándose a la vida personal del chico. Sabía que sus padres no estaban mucho en casa por su trabajo como productores de cine y también sabía que solo cenaba con ellos los viernes. Algo así como un ritual para los Bakugo.
Inko por otro lado, se preguntaba el por qué unas risitas en la media noche provenían del cuarto de su hijo. ¿Que era tan divertido? Tenía que decirle a Viktor que revisara el historial. Ella estaba feliz por su hijo, de que saliera más y tuviese más amistades aparte de la chica castaña y el chico robot. Era bueno ver al niño feliz.
—Jóvenes, el trabajo que quiero que lleven a cabo este final de semestre va ser en parejas.
Izuku hacia garabatos en su cuaderno con la vista agachada, que ante las palabras de su profesor levantó la mirada a su izquierda para preguntarse si su novio trabajaría con el. Bueno, su amigo.
Katsuki observaba por la ventana el paso del tiempo a su izquierda, al escuchar a el maestro volteó su rostro para preguntarse si su amigo trabajaría con el.
—No me mires con esos ojos.
—¿Cuáles? —Izuku parpadeó, nervioso.
—Olvídalo.
¿Que había hecho mal? Tan solo estaba mirando al hombre que ama con locura, nada más.
Ah cierto, no sabe que son novios.
—Carajo.
—Lenguaje, Deku.
Rodó los ojos con fastidio. ¿Por que tenía que ser tan difícil?
El profesor continuó explicándoles que el tema del proyecto era simple: Crear un juego, así de sencillo. El problema recurría en que el videojuego tenía que ser de completo ingenio, sin errores ya que los mandaría a repetir la materia de un solo y tenia que ser algo que denote el nivel de los estudiantes. Después de todo estaban finalizando el cuarto semestre, algo tienen que haber aprendido.
—La fecha límite será enviada a sus correos, cualquier duda o pregunta no tarden en decirme, no me haré cargo.
Frunció los labios. No había mucho tiempo, contando exactamente serían dos o tres semanas.
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Novio Virtual | Katsudeku
Fanfiction¿Qué es tener un novio virtual? Es una situación que puede acabar muy mal... Una persona que compartía el mismo gusto por los videojuegos y que sin lugar a dudas eran la misma pieza de un rompecabezas. Katsuki e Izuku no estaban por enterados, pero...