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El resto de los días fueron común y corrientes para mí, de hecho desde aquella noche no sucedió nada más, simplemente casa uno siguió por su lado, quizás Keisuke estaba más atento conmigo, pero para mí eso no significaba nada.
El hecho de besarme con alguien sin ser novios no era una sorpresa para mí, había besado a otros chicos antes que él, así que no me sorprendía mucho el hecho de hacer eso, quizás para Keisuke también era así.
Era viernes por suerte, el día estaba algo aburrido al igual que los demás días, anotaba en mi cuaderno lo que el profesor anotaba en el pizarrón, solamente hacíamos eso, después seguramente él solo explicaría lo que es y finalmente pondría una nota solo a los que copiaron, así eran sus clases.
Y exactamente eso fue lo que sucedió, por suerte la mayoría de la clase copió lo del pizarrón y cuando termino de revisar los cuadernos y pasar notas, su clase se terminó.
A buena hora era la última hora de clases, fue un alivio.
No tarde mucho en recoger mis cosas y guardarlas, no hablaba con las personas de mi salón, aunque con Miko desde aquel día no hubo problemas, después de unos dias ella volvió pero no me habló desde ese momento, sabía que era por lo que Keisuke le había dicho.
Iba de camino a casa como todos los días, el sol está vez estaba siendo muy cálido, ya no era tan agobiante, así que camine sin problemas.
Al llegar abrí la puerta de la casa y dejé todo en su lugar, se sentía bien estar aqui, aunque a veces vivir sola hace que te sientas peor y así son en algunas ocasiones, por el momento estaba bien así que no pensaba en consumir.
Fui a mi habitación para quitarme la ropa, tenía que bañarme, quería sentirme limpia después de estar en la escuela, por lo que entre a la ducha y espere que el agua se calentará, entre en ella y solamente sentir el agua cayendo sobre mi cuerpo me relajo bastante, al terminar de bañarme escurri mi cabello un poco, tomé una toalla envolviendola en mi cuerpo, mientras con otra secaba mi cabello de manera delicada.
Me puse ropa cómoda, unos pantalones de pijama y una camiseta cualquiera, seque mi cabello con normalidad y sali de mi habitación.
Me acomode en el sillón prendiendo la televisión para buscar una película para distraerme.
Tenía mi teléfono a lado por cualquier emergencia.
Pase toda la tarde viendo la televisión, estaba recostada sin hacer nada, ni si quiera había comido, no tenía hambre o quizás solamente estaba intentando no tomarle importancia a mi estómago.
Ya era algo tarde, mire el reloj, 9 de la noche.
Estaba viendo una película de acción y cuando iba a suceder algo perturbador el timbre de la casa sonó.
Fue raro, porque si algún conocido hubiera venido me hubiera avisado.
Me levanté y cuando llegue a la puerta la abrí.
—¿Que haces aquí?— pregunté recargada en la pared de brazos cruzados.
—¿Estás ocupada?— pregunto Keisuke.
No iba a mentir, estaba aburrida —No—
—¡Genial! ¿Quieres ir a quemar autos?— pregunto y pensé que era un chiste.
—Seguro— dije confiada pensando que era una broma.
Lo deje pasar mientras iba a mi habitación a cambiarme él se quedó en el sillón esperando.
No tarde mucho por lo que simplemente al terminar, busque algo de dinero, mi celular, las llaves las tomé cuando estaba cerca de la puerta.
Salimos de la casa asegurándonos que todo estuviera desconectado para evitar accidentes.
Alce una ceja al ver su motocicleta afuera, empezaba a creer que no era una broma...
Me subí detrás de él aferrandome a él para evitar cualquier cosa, cuando estuve lista el comenzó a conducir a una velocidad algo rápida, no tuve miedo.
Solamente veía las luces de la ciudad y como cada vezas nos alejabamos más, algunas partes estaban oscuras y otras iluminadas, mi mejilla estaba apoyada en la espalda de Keisuke, mientras mis brazos rodeaban su cuerpo.
Perdí la noción del tiempo y no me dí cuenta hasta que dejó de conducir, me baje con cuidado y luego el también, era como un lugar abandonado quizás, pero no estaba del todo oscuro al menos, ahora sí sentía algo de miedo.
Mire todo el lugar con ciertas dudas, hasta que ví como comenzó a caminar hasta otro lugar, mi cuerpo se movió solo y lo seguí para no alejarme de él.
Me quedé sorprendida cuando ví un auto estacionado, parecía algo viejo junto a una fila de contenedores de basura.
—Kei... No hablabas enserio ¿Verdad?— pregunté con algo de miedo.
—¿Kei? Suena lindo— regreso a mirarme y la luz se reflejaba en su rostro —No era una broma— comenzo a reír.
—Deberiamos irnos...— trague saliva nerviosa —¿Y si alguien te ve?— pregunté dando un paso hacia atrás.
—No pensé que fueras tan miedosa— se burló lo cual hizo que me molestará.
—Claro que no— respondí, pero si lo era.
—Entonces está vez quemaras el auto tú— se acercó a mi.
No sé que clase de tonta era pero acepte para que él no pensara que tenía miedo.
Ni si quiera sabía que hacer, solamente me acerque al auto sin idea de lo que haría, pero luego recordé que tenía un encendedor, al parecer había algo de gasolina cerca del auto... Por mi mente idiota esa fue la única solución por lo que la verti sobre el auto mientras mis manos temblaban un poco, cuando estuvo listo mire a Keisuke quien se estaba burlando de mi, fruncí el ceño y saque con miedo el encendedor de mi bolsillo, lo mire con detalles y lo prendí, me aleje un poco y cuando acerque el encendedor retrocedi lo más rápido que pude cuando las llamas comenzaron a arder, el auto comenzó a quemarse por completo y escuché como explotó y partes de el salieron por todos los lugares.
Tape mis oídos y por suerte estaba lo suficientemente lejos, por un momento vino el recuerdo de mi madre.
Pero se desvaneció cuando las llamas bajaron su intensidad y Keisuke soltó una carcajada que la pude escuchar claramente, se sentía bien estar con él, nos miramos desde lejos, sus ojos brillaban.
Que extraña sensación se formó en mi estómago.
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Espero les guste <3
Nos vemos en un próximo capítulo.
Disculpen las faltas de ortografía.