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—Vamos a desayunar— hablo mi padre de camino a la puerta de aquel lugar.
Antes sentía que ese era un lugar seguro, pero desde que volví a consumir se había hecho agobiante estar ahí y el tiempo parecía que nunca pasaba y se estancaba ahí, por suerte después de mucho había acabado.
—Oh si— murmuré acomodando mi cabello detrás de mi oreja —Hace algunos días ví algo...—
Seguido de eso le conté un poco de lo que había vivido en esos días, él me prestaba atención mientras yo hablaba, el sol de casi medio día estaba muy fuerte, pero por suerte fuimos rápidamente a un puesto de comida, era más como una cafetería, era una buena opción.
Mientras esperábamos nuestra comida mire que la cafetería estaba algo vacía, seguramente porque ya era casi medio día.
—Asi que... ¿Cómo va la escuela?— pregunto en cuánto nos quedamos sin hablar.
—Bien... Creo que voy mejorando en matemáticas— respondí viendo que la mesera se acercaba a nuestra mesa con el pedido.
—Gracias— hablamos los dos al mismo tiempo agradeciendo.
Había pedido un café, con la pequeña cuchara disolvía la azúcar en el café, mi mirada se centraba más en el café, pero cuando noté cierta mirada hizo que viera con cuidado a mi padre quien estaba observando lo que estaba haciendo, ahí caí en cuenta que mi mano estaba tiritando un poco.
Me daba miedo que se diera cuenta pero después de eso no dijo nada más y comenzamos a comer lo que habíamos pedido.
Después de haber desayunado me acompaño hasta mi casa donde se quedó unos minutos conmigo en lo que el chófer de el venía, tenía una junta importante por lo que en cuanto llegó se fue y me despedí de él con un abrazo.
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Era nuevamente lunes, estaba en la primera hora de clases, tenía matemática algo confusa pero por suerte se me daba, aunque no le estaba prestando la atención adecuada, estaba más distraída de lo normal, estaba rayando una parte de la hoja de los ejercicios con el lápiz, no sabía lo que hacía.
Hasta que sin ningún razón mi vista se fue hacia la puerta y ví a varios profesores pasar por el pasillo, una de ellas se quedó y golpeó la puerta.
—Tenemos reunión— habló en voz baja captando la atención de el profesor de matemáticas. Ella luego nos dió una sonrisa y siguió su camino.
—Bien... Las páginas 101 y 102 las reviso la próxima semana con todos los ejercicios resueltos— dijo mientras guardaba sus cosas —Si quieren pueden salir pero no hagan ruido, pueden estar en el patio—
Con eso salió sin decir nada más. Crucé mis brazos y apoye mi cabeza en ellos, no recuerdo nada más, pues me había quedado dormida.
Cuando desperté sentí que el día estaba más iluminado, mire la hora eran las 10 de la mañana, no pensé que me dormiría 2 horas... Frote mis ojos, el calor que hacía me molestaba por lo que me quite el saco del uniforme quedando solo con la camisa de manga larga blanca y la falda.
—Quizás se demore esa reunión— murmuré buscando en mi mochila algo de dinero.
Pero en cuanto iba a salir casi chocó con un profesor el cual se sorprendió de porque seguía ahí.
