-¡No sabes cuánto te extrañé!
Sofía Cabello apretaba con fuerza a su hermana mayor sin intenciones de terminar con el abrazo que ambas compartían. Camila rió por el dramatismo en la voz de su hermana. Ella también la había extrañado demasiado.
-¿Cómo estás? ¿Qué tal la universidad? .- Preguntó interesada por saber todo lo que se había perdido.
Sofía hizo una mueca.
-¡Jamás pensé que iba a ser así de duro! .- Exclamó con algo de indignación- No te imaginas la falta que me hiciste.
La menor de las Cabello hizo un puchero antes de volver a abrazar a Camila brevemente.
-También te extrañe Sofi.- Dijo la castaña- Muchísimo.
-Puedo hacerme una idea de lo difícil que fue para ti estar tanto tiempo lejos de mí.- Bromeó Sofía.
Camila rodó los ojos frente a la broma. Su hermana pequeña siempre había tenido un gran sentido del humor.
-Había olvidado de que tamaño era tu ego.- Se burló y Sofi solo se encogió de hombros.
-¿Qué tal todo? .- Preguntó- Mamá mencionó que ya conseguiste un trabajo en el hospital.
-Todo va bien. Estoy...acostumbrándome a estar de regreso.- Contó- Y mamá consiguió ese trabajo para mí, yo solo acepté.
-Mamá va a hacer cualquier cosa con tal de recuperar el tiempo perdido y asegurarse de que no vuelvas a ir a ninguna parte.
-Sí, eso suena como a algo que ella haría.- Camila estuvo de acuerdo y las dos se echaron a reír- ¿Qué hay de ti? ¿Algún romance del que deba saber?
Camila picó a Sofía en el costado esperando a que la menor le dijera algo de interés al respecto. Sofi reprimió una sonrisa y se sonrojó.
-Puede ser.- Susurró sin dejar de sonreír- Pero ya tendremos tiempo para hablar de mí.- Dijo restándole importancia- Quiero que me cuentes todo acerca del viaje. Hasta el más mínimo detalle.
Fue así como Camila y Sofía se pasaron las siguientes dos horas hablando sin parar sobre todo lo que había pasado en la vida de la otra mientras estaban separadas. Camila se dio cuenta de lo mucho que había extrañado tener aquel tipo de conversaciones triviales con Sofía.
-Bueno, suena a que Lauren es una imbécil de primera categoría.- Comentó Sofía.
Camila acababa de actualizarla respecto a lo que había pasado desde que había regresado.
-Es extraño.- Dijo Camila arrugando la nariz- La verdad es que no sé cómo interpretarla.
-A mí me parece que deberías ignorarla.- Sofi hizo una mueca de desagrado justo antes de sonreír con picardía- Ignora a Lauren, conserva a Mitchell.
La forma en que su hermana la miraba era la misma forma en la que Ally la veía cada vez que el chico de ojos azules estaba presente o alguien mencionaba su nombre. Entonces se dio cuenta de que haberle contado a Sofía sobre Mitchell había sido una idea terrible.
-No empieces.- Le advirtió señalándola.
-Solo estoy dándote un consejo.- Dijo Sofía con una expresión completamente inocente- Mitchell.- Repitió el nombre con tono seductor- Es sexy.
-Créeme, sexy es una palabra, y Mitchell el significado.
También Lauren, pensó.
Camila frunció ligeramente el ceño frente a su pensamiento. Ni siquiera había sido consciente de que lo pensaba hasta que escuchó a su propia voz decirlo al interior de su cabeza. ¿Creía que Lauren era sexy?, bueno, la verdad tenía todo el sentido del mundo y para nada era una mentira. La imagen de la ojiverde se apoderó de su cabeza y repasó mentalmente lo apetecible que siempre se veía su boca, los piercings que llevaba en la ceja y en la nariz, su cabello negro alborotado, la intensidad de sus ojos verdes y los tatuajes que cubrían gran parte de su piel. Sí, definitivamente Lauren era sexy.
