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-¿Otro?

Maya miró a Lauren señalando su vaso vacío y ella sólo asintió sin dejar de mirar en la dirección opuesta. Maya hizo una seña a uno de los dos bartender tras la barra, y este sirvió otros dos vasos de escocés. En cuanto Maya le tendió el vaso, Lauren se lo bebió de un trago y apretó los dientes cuando el alcohol le quemó la garganta.

-Uno más.- Pidió acercándole su copa vacía al chico tras la barra quien no dudó en hacer lo que le pedía.

-¿Qué te tiene tan distraída?

Maya echó un vistazo sobre su hombro para ver qué era lo que había captado la atención de su amiga. Sus ojos dieron con la chica a la que había saludado esa misma mañana cuando se despertó en el piso de la ojiverde luego de haber pasado la noche con ella. La castaña a la que había identificado como Camila reía y charlaba animadamente con el socio de Lauren y su grupo de amigos.

-¿Te gusta o sólo quieres lo que tiene Mitch? .- Maya preguntó logrando que Lauren le prestara atención otra vez.

-No sé de que hablas.- Lauren respondió haciéndose la desentendida.

Maya rodó los ojos.

-Por favor, Lauren.- Dijo cruzándose de brazos- Conozco esa mirada.

-¿Cuál mirada?

-Esa.- Maya señaló su rostro- Es como si quisieras apartarla de Mitchell solo para ser tú quien le quite la ropa.

-A la única a quien quiero quitarle la ropa esta noche.- Murmuró Lauren abriendo sus piernas y tomando a la pelinegra por la cintura para acercarla a ella- Es a ti.

Maya sonrió y cerró los ojos cuando Lauren comenzó a repartir besos desde su cuello hasta el espacio entre sus pechos mientras acariciaba sus muslos desnudos con las manos. Lauren no pudo evitar desviar la mirada otra vez hacia la mesa en la que estaban sus amigos y Camila. La castaña seguía coqueteando con Mitchell, riendo cada vez que el chico murmuraba cosas en su oído. Después de unos cuantos segundos y de haber hecho contacto visual con Camila en más de una ocasión, Lauren se obligó así misma a dejar de mirar. Por alguna razón no le había gustado ser testigo de la cercanía que había entre la castaña y Mitchell.

-Lauren.

Maya gimió su nombre una última vez antes de derrumbarse sobre su pecho desnudo. Lauren sintió cómo la piel sudorosa de la chica montada a horcajadas sobre ella se pegaba a la suya y apretó los ojos con fuerza mientras trataba de respirar con normalidad.

-Me alegra saber que algunas cosas no cambian.- Murmuró en medio de la oscuridad.

La chica desnuda sobre ella rió por lo bajo antes de separarse de su cuerpo dejándose caer de espaldas sobre la cama.

-Lo mismo digo.- Dijo Maya- Siempre será un placer tener sexo contigo, Lauren Jauregui.

Lauren sonrió poniéndose de pie para quitarse el condón usado y arrojarlo a la papelera. Tomó el paquete de cigarrillos y el encendedor que había sobre su mesita de noche, y abrió la ventana de la habitación antes de encender uno. Maya observó desde la cama como Lauren le daba un par de caladas al cigarrillo entre sus dedos y luego dejaba escapar el humo de sus pulmones. Habían sido cinco largos meses sin verla, y aunque había encontrado a otros amantes durante su viaje por el caribe, ninguno podía compararse con Lauren.

-¿Por cuánto tiempo te quedarás? .- Preguntó Lauren desde la ventana.

Maya se encogió de hombros antes de cubrir su cuerpo desnudo con las sábanas.

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