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[POV. NAVIER] 

Después de mi paseo en Jersey regresé directo a la empresa. 

Informes y más informes, todo iba viento en popa con el Conglomerado. 

—Directora, un regalo ha llegado para usted  —informó la secretaría de Laura 

¿Sovieshu intentaba darme otro regalo? Realmente ya no quería discutir con él. 

Fruncí el ceño preocupada. Eliza, Laura y otras asistentes estaban conmigo trabajando 

El regalo lo traía uno de los asistentes de Lilteang 

—Es un gusto verla Directora. El señor Lilteang le ha enviado un regalo precioso, seda de una tierra extranjera, muy exquisita por su rareza —explicó con esmero 

Levanté mi vista de la computadora y examiné el artículo en las manos extendidas del asistente. Era una hermosa tela de seda azul tan brillante como las escamas de un pez sable. 

Sin duda la tela era hermosa y costosa, pero era difícil aceptarla considerando las intenciones del remitente. 

Lilteang era el hermano menor de Osis, tan solo un par de años mayor a Sovieshu. Nunca fue muy listo y a pesar que no deseaba poder dentro de nuestras empresas, desde que me convertí en esposa de Sovieshu me sobornaba regularmente o me pedía favores. Si aceptaba un regalo tan precioso sin duda el favor que espere a cambio tiene que ser difícil. 

—Gracias, pero dígale que no puedo aceptarlo porque causaría un malentendido. 

No era la primera vez que rechazaba un regalo y su asistente lo sabía. Murmuró un sí y se marchó. 

Cuando la puerta se cerró, Eliza quien estaba en mi oficina soltó lo que pensaba. 

—¿Cuándo se cansará de ser rechazado? 

Laura y el resto de asistentes rieron. 

La atmósfera volvía a ser tranquila y seguimos trabajando en el proyecto como de costumbre. 

Hasta que la asistente anunció una segunda intervención. 

—Directora, un joven está afuera e insiste verla… dijo que es su familiar 

—¿Familiar? ¿Cuál es su nombre? 

—Rashta Isqua 

Ese era el nombre de la amante de mi esposo. 

—¿Rashta? ¿Mi familiar? 

La asistente asintió dudosa, pero la figura de aspecto blanquecino de la mujer ya había llegado tras de ella.
Sus ojos negros observaban todo con curiosidad y mi incomodidad creció.

—¡Aún no te he dicho que puedes pasar! La directora está ocupada, chica impertinente —la asistente reprendió con dureza sobresaltando a Rashta 

Eliza chasqueo su lengua disgustada y Laura gritó 

—¿Cómo te atreves a venir aquí? 

El recuerdo de lo que pasó con Laura me golpeó de sobremanera. Una mirada bastó para que Laura entendiera que tenía que calmarse, provocar a Sovieshu ahora, no era buena idea. 

—¿La recibirá, Directora? 

La asistente solo esperaba mi orden para sacarla del lugar arrastras

—Bueno… 

No quería ver a esa mujer, ¿Por qué debería recibir a alguien que solo heriría mis sentimientos? Tal vez algún día pueda sentarme junto a Sovieshu, comer con él, reír con él, y no sentirme tan lastimada sin importar cuántas amantes tenga, pero ese día no era hoy, no estaba segura si sería mañana o el siguiente. 

YOU BROKE ME FIRST Donde viven las historias. Descúbrelo ahora