Capitulo 4

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Francisco

Cuando Valen subio a su cuarto por un momento me encontré mirándola como subía, hasta que reaccione por qué me entró una llamada de Julián, le atendí.

—Hey Fran.

—¿Que pasa? Acabo de llegar a mi "casa"—dije haciendo las comillas con mi mano libre—y ya me estás molestando.

—Oye pero no te enojes conmigo, fuiste tu el que firmó ese contrato.

El día que le conté a Julián sobre el contrato, se puso a saltar de emoción el desgraciado, desde que conocí a Valen se la paso diciendo que un día acabaríamos juntos, eso siemore me fastidió, y mucho.

—No lo hice por qué yo quise.—me defendí.

—Pero igual firmaste.—sin verlo podía sentir su sonrisa burlona, odiaba conocerlo tanto.

—Bueno ya cállate, para que carajos me llamaste.

—Que buen humor—dijo chistoso—solo te quería invitar al campo de tiro, para que te desahoges, señorita.

—Uno. No me digas así. Y dos. Me vendría bien ir, me sofoca respirar el mismo aire que esa mujer.

—Que malo con tu prometida.—dijo entre risas.

—Aja si como sea, te veo allí.—y colgué.

Mu fui a la cocina para tomar un vaso de agua antes de ir, pero fue cuando ví a Valen bajando con tanta prisa que casi se cae al terminar de bajar más escaleras que por instinto la agarre para que no se caiga.

—Sueltame.—me dijo para soltarse burscamente.

—¿A dónde carajo vas con tanta prisa?

—No te importa.

—Eres mi prometida, así que si me importa.—dije cruzándose de brazos.

Ella rio con ironía.

—Claro,¿Ahora soy tu prometida? Dejame en paz.

Estaba a punto de salir hasta que se tocó la parte de atrás de su pantalón.

—Mierda.

—¿Y ahora que pasa?

—¡No tengo mi puta camioneta!

Solo la mire hasta que ella volteo a verme.

—Necesito que me lleves.

—¿Que?

—Llevame y después te pago o no se, pero llévame.

—¿Y por qué lo tengo que hacer?

—Por que eres mi prometido y te importa.

Uso mis palabras en mi contra.

—Hija de...

—Puta—respondio con una sonrisa burlona.

—Bueno,¿Me llevas o que?

—No hasta que me digas por qué y a dónde vas.

Suspiro con pezades hasta que me dijo fastidiada.

—A la casa de Marcelo.

—¿Quien?

—Mi ex, está peleando por quitarme todo. Esto era para dentro de una semana, pero el desgraciado lo adelantó, y si no voy, el gana el puto juicio.

Al escuchar eso mi sangre hervía de rabia, no podía creer que se aprovechara de la buena voluntad de Valen para chantajearla así.

En Lazos ArregladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora