Capitulo 8

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Francisco

Valentina se levantó y salió afuera, la intenté detener pero no pude. Cuando ella salió fulmine con la mirada a mi madre.

—Hijo, no me mires así, no es mi culpa que tengas una novia tan dramática, yo nunca, pero nunca le dije ni le voy a decir, "nuera pasajera", ni siquiera se me habría ocurrido una razón para decir semejante cosa, y no se me habría ocurrido tampoco, además en una maleducada, ¿Es que como...?

—Basta.—la interrumpí enojado—No voy a dejar que hables mal de mi prometida en mi cara, si vas a hablar mierda de ella, que sea cuando estés sola con tu esposo o Natalia, pero sin mi presencia.

Cuando termine de hablar me levanté, estoy seguro que ella quería decir algo pero la dejé con la palabra en la boca.

Me fui directo a dónde se había ido Valentina, estoy seguro que antes también le había dicho algo, por eso estaba llorando cuando la fui a buscar, la había visto hablando con mi "madre" si se la puede llamar así.

No escuché que le decía ya que Natalia estaba allí y no me dejaba concentrarme en la conversación.

Minutos antes

—Hola Fran.—hablo Natalia a mi lado.

—¿Natalia?¿Que haces aqui?—le dije desconcertado.

—Tu madre me invitó, soy buena amiga de la familia, así que tenía que venir.

—No veo por qué, es mi fiesta de compromiso, y con Valentina.

—Lo se.

—¿Entonces?—le dije tratando de sacarmela de encima.

—Nada, solo me quería vestir bien para ti.—dijo cambiando de tema.

La mire de arriba a abajo, estaba hermosa si, pero yo no soy ningun infiel, y aunque no sienta nada por Valentina, de todos modos, iba a ser mi esposa, no tenía que estar con otras mujeres.

—¿Que tal me veo?

—Bien.

—¿Solo bien?—dijo con una sonrisa coqueta.

—Si, bien para alguien que quiere actuar como puta pensando que con un vestido así va a hacer que me caliente y vaya a coger con ella. Así que lárgate y deja de molestar en mi fiesta de compromiso.

Su sonrisa se esfumó, y quito la a titud coqueta que tenía hace unos segundos.

—Bien, pero que te quede claro, soy mucho mejor que esa—dijo señalando a Valen—te vas a terminar arrepintiendo y volviendo de rodillas para que esté contigo.

Luego de decir esto último, se dió la vuelta y se fue, sabía que le había dado justo en el orgullo.

Voltee a ver a donde estaba Valen, mi madre se estaba yendo golpeándola con el hombro, algo le había dicho.

Deje mi vaso de vino que estaba tomando y me acerque a ella, le toque el hombro sobresaltandola.

—¿Estás bien?—me dije poniéndome frente a ella tomando su mentón para que me mirara. Por alguna razón se lo dije en tono serio pero preocupado.

—S-si estoy bien.—tartamudeo desviando la mirada seacdnose las lágrimas.

—Valentina, por Dios te conozco,¿Por qué estás llorando?—sabia que algo me quería ocultar, y tenía que ver con mi madre.

—Por nada maldita sea—me dijo en tono duro—vamos a la mesa, nos están esperando—me dijo dandose la vuelta.

Yo la tomé de la mano para acercarnos a la mesa.

En Lazos ArregladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora