En Lazos Arreglados

Capitulo 16

Francisco

Desperté y entre a bañarme. Habían pasado dos días que por estúpido bese a Valen, desde entonces no me dirige ni la mirada.

Pasado

La tomé de la nuca y la acerque a mi juntando por completo nuestros labios y la bese con intensidad.

¿Por qué la bese?

Mi mente quería que me separe de ella, pero mi cuerpo quería otra cosa. Al principio se intentó resistir pero poco a poco se dejó llevar al igual que yo.

Una de mis manos fue a su cintura acercándola aún más a mi, mientras que sus brazos rodeaban mi cuello.

El beso se fue intensificando más casi dejándonos sin aire, sin embargo ninguno se movió. Sus dedos se enredaron en mi cabello mientras yo la ponía contra la barra.

Después de largos minutos nos separamos por falta de aire y fue cuando la mire sin apartarme. Tenía los labios rojos e hinchados y su cabello estaba desordenado ya que yo lo había tocado.

Nos miramos un rato mientras recuperabamos el aire, yo no me aparte en ningún momento. Mi vista se desvío de sus ojos a sus labios, tenía una horrible tentación de besarlos de nuevo, pero no lo hice ya que ella me alejo.

—¿Por qué hiciste eso?—pregunto apoyada en la barra tratando de recuperar el aliento.

No supe que responder ya que yo estaba igual de desconcertado y confundido que ella.

—No te quedes callado.

—Es que ni yo lo sé. ¿Por qué te dejaste?—respondi también sin aliento.

Ella se volvió a quedar en silencio cuando volvió a hablar.

—No puedo creer que me besaras por celos y sin mi consentimiento, si que eres un atrevido.—respondio para irse a su habitacion lo mas rapido que podia.

Presente

Lo que sentí en ese momento no lo puedo explicar, no sé si fue orgullo, celos, placer o que se yo otra cosa, pero solo lo sentí una vez, con Elisa.

Sea lo que sea que sentí lo tenía que parar ya, no quiero salir lastimado dos veces por culpa de una mujer.

Baje las escaleras y las llaves de la camioneta de Valen no estaban. Suspire con alivio al saber que no estaba.

Llame a Julián para tomar un café y él aceptó, me tenía que desahogar con alguien.

Cuando llegamos a la cafetería y le trajeron su café el me miró y hablo.

—¿Que paso?

—¿Eh?—respondi nervioso.

—Mirate, no te e visto de esa forma desde Elisa, ¿Paso algo con Valen?—pregunto tomando un sorbo de su taza.

—La bese.

—¿QUE?—grito ahogándose con el café.

Toda la gente nos volteo a mirar raro, el maldito llamo la atencion de todos.

—Le dije que es cornudo.—dije señalando a Julián quien seguía tosiendo por el café.