Jugar

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Narra Stella:
Espero que no haya pensado qué de verdad me he enfadado con él. No sé cómo se ha creído que estaba enfadada. Yo no podría enfadarme con él y menos con está tontería. Es verdad que ha veces pienso que come mucho y nada sano, pero él es así, no pienso cambiarle, de él me enamoré con todos sus defectos y así se va a quedar.

Me dí la vuelta para verle, estaba profundamente dormido, dejé un pequeño beso en la punta de su nariz. Vi cómo sonreía.

-Stella -Dijo entre sueños, me pareció lindo, yo estaba en su sueño. Le acaricié su cabello y me dormí yo también.

🌕🌕🌕🌕🌕

Me desperté, notaba un frío peculiar, toqué a mí lado y no había nadie, abrí los ojos y noté vi que estaba sola en esa cama tan grande. Me incorporé.

En la mesilla de noche del lado de Ethan había una rosa y una nota. Sonreí inconscientemente y agarré las cosas. Abrí la carta y había un pequeño texto "Buenos días chupasangres, siento mucho lo de ayer, no quería que te enfadaras ¿Estás enfadada? Lo siento, de verdad, espero que puedas perdonarme. He salido a correr así que no te preocupes por mí, estoy bien. Te amo mucho⁠♡. Nos vemos ahora. Adiós." Me hizo gracia que de verdad pensará que estaba enfadada.

Bajé a la cocina e hice el desayuno. Escuché el sonido de las llaves y la puerta abriendose. Ethan apareció en mí campo visual, la camiseta que llevaba se le ceñía al cuerpo, el sudor cayendo por la frente hacía notar el todo el deporte que había hecho.

-Lo siento de... -Empezó a decir y yo lo interrumpí

-Estaba de broma

-...verdad. -Se dió cuenta de algo -Espera,¿Acabas de decir que no estabas enfadada?

-No estaba enfadada -Yo reí y él resopló

-Espero que después me compenses por este mal rato.

-¿Qué quieres?

-He visto un pequeño campo de fútbol, quiero que juegues conmigo

-¿Yo? ¿ Jugar? ¿Al fútbol? -Pregunté incrédula

-Sí

-Sigue soñando

-Por favor

-No -Él hizo un puchero con sus labios -Por Dios, no hagas eso -Me tapé los ojos para no mirarle, él me apartó la mano de los ojos -Vale -Acepté a regañadientes

-¡Bien! -Me dió un casto beso en los labios -¿Has hecho el desayuno? -Preguntó al oler lo que había preparado y yo asentí con la cabeza. Se sentó en la mesa y yo a su lado, desayunamos, vimos una película y después ambos nos duchamos. Él decidió hacer la comida. Puedo decir que lo ha intentado. Me fuí a la biblioteca a leer y después fuimos a ese pequeño campo de fútbol del que tanto hablaba. Él llevaba su balón, lo dejó en el suelo y dejó las cosas en un banco que había en un lado.

-No seas muy malo -Le pedí

-Ya veré -Le dió una patada al balón y yo intenté pararlo. Así estuvimos unas horas más hasta que nos cansamos. -Creo que ya es hora de que volvamos a casa

-Vale -Agarré el balón y agarré las cosas.

-Déjame llevar algo -Le dí la mochila y yo llevé el balón. -¿Puedo conducir yo? -Le di las llaves del auto. Metimos las cosas en el maletero y me senté en el sitio del copiloto. -Si esto sale bien a partir de ahora conduzco yo

-Sigue soñando -Puso su mano en mi muslo y arrancó el coche, nos dirigimos a casa y directamente fuimos a nuestro cuarto.

-Ves como no conduzco tan mal

-Por poco te saltas dos semáforos -Me cruze de brazos y lo miré a los ojos.

-Tú lo has dicho, por poco -Me agarró los hombros y me dió un corto beso en los labios -¿Nos bañamos? -Le sonreí y entramos al baño. Él llenó la bañera con agua caliente y cuándo estuvo lo suficiente llena nos metimos, cada uno estaba a un lado, me moví y me senté enfrente de él apoyando mí espalda en su pecho. Él me rodeó la cintura con sus fuertes brazos y apoyo su mentón en mí hombro.

-Te amo

-Y yo a tí -Dejó un beso en mí mejilla y volvió a su antigua posición.

-¿Cuándo es el primer partido?

-En una semana

-Lo vas a hacer genial. Estoy segura

-Gracias por confiar en mí

-Siempre lo hago, sino no te habría dejado conducir mí coche.

-Van a venir mis padres ¿Cómo se lo digo? -Cambió de tema y yo suspiré

-Solo dilo, se qué decirlo es más fácil de lo que en realidad es, pero no se me ocurre otra forma

-Vale ¿Y si ellos también quieren ser vampiros?

-En eso creo que prefiero no meterme, no es por nada personal, pero creo que es algo que debes hablar tú con ellos y si ellos quieren tú los convertirás, yo estaré ahí para apoyarte o por cualquier cosa que pueda ocurrir pero es algo que tú debes afrontar. -Le respondí en un tono tranquilo.

-Tienes razón

-Lo harás bien

-¿Cómo se cuándo tienes que parar?

-Solamente lo sabes, pero tú cuerpo no quiere dejar de chupar la sangre, tienes que resistir y dejarlo.

-Bien

-Confío en tí

-Lo se

Disfrutamos del agua hasta que a Ethan le dió hambre. Salimos del agua, nos secamos y nos pusimos nuestros pijamas, yo me puse una camisa de Ethan, eran demasiado cómodas y a él le gustaba que las llevase. Bajamos a la cocina e intentamos hacer pizza, digo intentamos ya que yo sabía hacer pizza pero Ethan no y puede que la cocina acabará llena de harina

-Lo vas a limpiar tú -Señalé a mí novio

-¿Yo?

-Sí, tú lo has ensuciado todo

-Te recuerdo que la pizza la hemos hecho juntos

-No, yo he hecho la pizza, tú te has dedicado a ensuciar todo.

-Lo siento

-Pídeme lo siento cuando termines de limpiar todo -Él resopló y se fué a por lo que necesitaría.

Mientras limpiaba lo abracé por detrás y le dije:

-Te lo compensaré está noche -Me separé y pude ver cómo sus labios formaban una sonrisa pícara

-¿Por qué no ahora?

-Porque tengo que estar atenta al horno y tú tienes que limpiar

-Eres mala

-Muy mala, voy a ir al infierno, pero no voy a limpiar la cocina cómo tú.

-Pues... A mí mi novia me va a dar un buen sexo está noche y a tí no-Dijo con un tonito de niño chico y me sacó la lengua. No pude evitar reírme a carcajadas, unos segundos después sus risas se unieron a la mías. Cuándo nos calmamos él siguió limpiando y yo solamente le miraba.

-Si me sigues mirando me vas a desgastar.

-Seguramente aunque te desgaste seguirás siendo hermoso -Sus mejillas cogieron un color carmesí y bajó su rostro. -¡Te has sonrojado! ¡Lo conseguí! -Hize una pequeña celebración. Seguimos a lo nuestro, yo saqué la pizza del horno y Ethan terminó de limpiar. Y comimos la pizza.

-Ha quedado deliciosa -Dijo con la boca llena

-Me ha quedado deliciosa -Corregí

-No seas tan mala

-Lo soy

Terminamos de comer y limpiamos los platos. Estramos al cuarto y él no dudo en tomar la recompensa por limpiar.

Confort | 3° Triologia Amores DiferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora