Tarde

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Había sido un día bastante jodido en el trabajo, tenía el estrés por las nubes. Me tiré al sofá y cerré los ojos.

Unas horas más tarde escuché la puerta abrirse y después cerrarse. No me moleste en abrir los ojos ya que sabía quién era.

-¿Estás bien? -Yo negué con la cabeza, él dejó un beso en mí frente -¿Hoy no era que estrenaban ese libro que tanto querías?

-Ya me da igual

-¿Por qué?

-Estoy agotada -Él dejó un beso en mí frente y escuché sus pasos cada vez alejándose más. Escuché el agua de la ducha, unos segundos más tarde el sonido cesó. Escuché de nuevo los pasos de Ethan acercándose, una mano en mí espalda me obligó a incorporarme, me agarró por debajo de las rodillas mientras que la otra mano seguía en mi espalda, me cargó cómo princesa y me llevó al baño. Me dejó en el suelo, me quitó la camiseta, los pantalones y la ropa interior. Me ayudó a entrar en la bañera que tenía enfrente, cuándo noté el agua caliente me relajé. Cerré los ojos disfrutando la sensación. No sé en qué momento exactamente Ethan había salido del cuarto pero lo vi entrar con un libro en sus manos.

-Te lo he comprado -Dijo enseñándome el libro

-Eres el mejor -Él me sonrió y se sentó en el váter cual tenía la tapa bajada. Empezó a leer en voz alta.

Luego de media hora le interrumpí la lectura.

-Entra conmigo -Le pedí -por favor -Él no tardó en obedecer, cerró el libro poniéndole el marcapáginas, se quitó la ropa y se sentó detrás de mí, apoyé mi espalda en su pecho y él me rodeó con sus brazos, uno estaba en mi cintura mientras el otro me cariciaba la mejilla. Cerré los ojos lentamente hasta que caí a los brazos de Morfeo.

Narra Ethan:
Se había quedado dormida, parecía un ángel durmiendo, una obra de arte, mí bella durmiente.

Le acariciaba la mejilla lentamente, su respiración regular me mantenía calmado.

Cuándo la vi tan estresada me sentí mal y no pude evitar ayudarla, debería de estar entrenando y estudiando para mí examen de mañana pero aquí estoy. En ese momento me daba igual suspender, mí novia me necesitaba, además verla dormir compensa.

🛀🛀🛀

Veinte minutos después vi cómo Stella comenzaba a abrir los ojos, ella me miró y yo dejé un beso largo en su frente, noté cómo ella cerraba los ojos disfrutando la calidez de mis labios contra su frente. Me separé y la miré a los ojos.

-¿Cómo te encuentras?

-Mejor, muchas gracias

-No me las des -Nos quedamos así unos segundos, me perdí en sus ojos claros, está vez pude visualizar un color rojizo en el centro de sus pupilas. -Vamos a salir del agua.

-Vale

Salimos del agua, nos secamos y nos vestimos. Bajamos a la cocina y yo me senté en una banqueta de la isla, suspiré y la miré.

-Tenemos que hablar

-¿Qué pasa? -Me preguntó, noté el miedo en sus ojos

-Me tengo que mudar a Berlín

-¿A Berlín?

-Sí y me gustaría que vengas conmigo

-¿Por qué te vas a Berlín?

-Me han contratado para jugar allí

-Pero yo pensaba que ibas a jugar aquí

-Lo sabía desde hace tiempo, pero ahora me tengo que ir porque empieza la temporada.

-¿Y quieres qué valla contigo?

-Exacto

-¿Y qué va a pasar con mí trabajo? -Me encogí de hombros

-No he pensado en eso

-¿Cuándo te tienes que ir?

-Pasado mañana

-Hablaré con mí madre

-Gracias -La abracé contra mí pecho, ella no tardó en devolverme el gesto, dejé un beso en su coronilla. -No nos vamos a alejar -La tranquilicé.

-No quiero alejarme

-Pues no lo haremos, yo te amo con todo mí ser y créeme que prefiero morirme antes que estar alejado de tí.

-No te puedes morir así que me tendrás que soportar por varios siglos más.

-No me quejo -Mi sonrisa se esfumó en un instante -Esperate ¿No van a notar que no envejezco?

-Tú crees que parezco una persona de dieciocho años -Yo negué -Entre los treinta y cuarenta años humanos uno deja de envejecer.

-Vale

-Después volveremos a Cappel y desaparecerás del mapa de los famosos -Yo asentí -Mañana tenías un examen ¿Verdad? -Volví a asentir -Pormte mientras yo preparo la cena

-Bien -Fui a por mí mochila y me puse a estudiar para ese examen, el tema no era nada difícil, no digo que fuera tener un diez en el examen pero si tendría una nota bastante alta.

Cuándo acabé guardé mis cosas y puse la mesa, Stella había hecho un poco de pescado, comimos entré risas y nos fuimos a la cama.

-¿Nos puedes dormir? -Le pregunté al ver que no cerraba los ojos

-Esoty preocupada

-¿Qué te atormenta?

-¿Qué pasa si no me puedo ir a Berlín?

-No me iré

-Perones tú sueño

-Lo es, pero seré más feliz jugando en este equipo de mierda y estando contigo, que estando en ese equipo que tanto quiero pero que no te puedo ver, besar, tocar, reírme contigo. Cuándo digo que te amo lo digo muy enserio, te amo, sin tí no soy nada y mí felicidad me la das tú, eso te lo puedo asegurar -A través de la oscuridad pude ver una sonrisa en su rostro.

-Te amo -Me dijo con una sonrisa y se acercó a mí para besar todo mis rostro acabando en mis labios, no tardé en devolverle el beso. Nos separamos y me abrazo, poniendo su cabeza en mi pecho y dejándola ahí, envolví su cintura con brazo y con el otro le acariciaba el cabello. No tardé en notar que su respiración se volvía regular y que se había quedado dormida. Yo también estaba cansado pero me daba miedo que no la dejaran ir a Berlín, espero que sí. Dejé un beso en su frente y cerré los ojos esperando a dormirme, aunque me costó bastante no tardé en caer dormido.

Confort | 3° Triologia Amores DiferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora