Narra Stella:
Estábamos cansados, nuestra respiración sincronizada y nuestros corazones acelerados daban a saber que estábamos agotados.
-Yo pensaba que no podías hacer ejercicio.
-Se recomienda no hacer, además, tener sexo no es un deporte.
-Pero...
-No lo es -Me interrumpió.
-Lo que tú digas -Acaricié suavemente el tatuaje que se encontraba por las primeras costillas de la derecha. -Te amo
-Y yo a ti chupasangres. -Cerré los ojos para que después de unos minutos cayera a los brazos de Morfeo.
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Me desperté en el pecho de Ethan. En la misma postura en la que me dormí. Me dio una gran sorpresa con el tatuaje, tal vez yo me debería de hacer uno para él.
Noté como se removía debajo de mí, miré arriba y vi como Ethan abría los ojos debajo de mí.
-Buenos días
-Buenos días lindo.
-¿Cómo has dormido?
-Cómo un bebe
-¿A qué hora nos vamos?
-Un poco antes de las once
-Vale
-¿Qué hora es? -Él miró su reloj cual se encontraba en su muñeca izquierda.
-Las nueve y media
-Pues vamos a empezar a hacer cosas.
-Bien
Nos levantamos de la cama y después fuimos a ducharnos, cuando salimos bajamos a desayunar huevos con bacon, preparé una mochila con algunas cosas, agua, comida... Fuimos en coche y no tardamos mucho en llegar, entramos al lugar y Ethan agarró mi mano y empezamos a explorar el lugar.
-¿Ahí hay barcas con pedales? -Preguntó mi acompañante.
-Sí, ¿Nos subimos?
-No me puede tocar el agua que no sea de la ducha
-No te va a tocar el agua.
-¿Segura?
-Totalmente
Nos dirigimos a donde se encontraban las pequeñas barcas, nos subimos en una y empezamos a pedalear.
-Esto sí cuenta como deporte -Se quejó
-Cállate -Él rio y siguió pedaleando.
Llegamos al centro del lago y paramos a descansar un poco.
-Esto me gusta
-Es genial
-Entiendo porque tenías tantas ganas de venir -Le sonreí, le agarré de la nuca y lo besé. Cuando el aire hizo falta me vi obligada a separarme. -Me encanta que me beses
-Y a mí me encanta besarte. -Su sonrisa se hacía más grande cada vez que decía una palabra.
-Me encantas
-Y tú a mí, pero lo justo
Nos quedamos unos minutos allí, cuando nos cansamos volvimos a la orilla.
-¿Os ha gustado? -Cuestionó el que recogía las barcas
-Nos ha encantado -Respondió mi novio
Salimos de esa zona, su mano entrelazada con la mía hacia que fuéramos más despacio. Fuimos a un pequeño carrusel.
-Esto es para niños pequeños
-Aburrido -Le espeté
-Aburrido -Me imitó con una voz más aguda de lo normal.
-Así no es mi vos
-Sí que lo es
-No, no lo es.
-Lo que tú digas -Suspiré frustrada
Entramos a la atracción y nos subimos a dos caballitos de color blanco. La atracción empezó a girar, a subir y bajar. Ethan sonreía bastante para que después diga que era una atracción para niños.
Cuando el carrusel paró nosotros dos nos bajamos, dimos una vuelta por la zona.
-¿Te acuerdas que quería adoptar? -Yo asentí. -Pues sigo queriendo y he pensado que tal vez es el momento.
-¿No crees que primero deberíamos casarnos?
-Nop, es que tengo muchas ganas de tener hijos.
-Pues mañana iremos al centro de adopción a ver que nos dicen.
-¡Bien! -Fuimos a un puesto de perritos calientes, estaban deliciosos.
Después dimos unas cinco vueltas más, vimos algunas cosas, les dimos de comer a unos patos.
Ya casi a la hora de cenar decidimos ir a cenar unas hamburguesas.
Volvimos a casa donde nos duchamos y planeamos unas cosas, después nos quedamos dormidos.
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Confort | 3° Triologia Amores Diferentes
Romansa-Desayunar -Ir al trabajo -Trabajar -comer -Seguir trabajando -volver del trabajo -cenar -dormir Siempre lo mismo, un día planificado, todos los días durante dos años totalmente iguales, pero ¿Qué pasará cuando un joven se meta en su horario y vuel...
